Datos recientes revelan la magnitud de la crisis económica cubana en 2024
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El ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Óscar Pérez-Oliva Fraga, señaló que todos los rubros exportables de Cuba, con la excepción del tabaco, muestran una tendencia a la baja.
En 2024 sólo llegaron a Cuba 2.2 millones de turistas, cuando las previsiones iniciales eran de poco más de 3 millones.
Según las autoridades, en relación con la crisis de la industria azucarera serán “redimensionadas 188 bases productivas y se encuentran en proceso de disolución 44 cooperativas”.
Aunque desde la propaganda oficial se ha hablado de un supuesto “oxígeno” que estaría tomando la economía nacional, y el Gobierno cubano estima un ligero “crecimiento” de 1 % para 2025, las cifras correspondientes al año 2024, recién expuestas en la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), muestran la profundidad de la crisis en la isla.
“El déficit presupuestario de Cuba en 2024 se mantiene en el mismo rango de 11 % a 12 % al PIB que ha tenido desde 2021. Hubo reducción nominal en comparación con el monto planificado, pero sería el segundo mayor déficit del mundo, solamente superado por el déficit de Ucrania”, señaló el Doctor en Economía, Pedro Monreal.
Además, el experto comentó en redes sociales que en Cuba todavía “hay estanflación y continúa deteriorándose el nivel de vida de los hogares”.
Por su parte, el Doctor en Economía Internacional y Desarrollo, Mauricio de Miranda Parrondo, advirtió que, “a pesar de la importancia de las cifras para analizar el desempeño económico, no se ha informado aún el valor esperado de la variación del PIB [Producto Interno Bruto] en 2024, y no hay que ser un genio de la estadística para esperar un decrecimiento contundente de este indicador, que resume el nivel de la actividad económica de un país en un período de tiempo determinado”.
Según las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) divulgadas este 18 de diciembre, solo Cuba y Haití experimentaron tres años consecutivos de contracción económica desde 2022, en toda la región de Latinoamérica y el Caribe.
Pobre desempeño en exportaciones; baja producción
Del plan de 2024, la exportación de bienes se cumplió en un 92 %; mientras que la de servicios fue ligeramente por encima de la magnitud planificada (101,6 %).
El ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Óscar Pérez-Oliva Fraga, señaló que todos los rubros exportables de Cuba, con la excepción del tabaco, muestran una tendencia a la baja.
Se incumple el plan de exportaciones en productos como el níquel más cobalto, ron, concentrado de plomo y zinc, la langosta y el azúcar (cuya producción ha retrocedido a niveles de hace más de 100 años).
Tampoco se exportó lo previsto en los sectores del turismo (76 %) y las comunicaciones (84 %).
Los ingresos por exportaciones de bienes y servicios estuvieron por debajo de lo planificado en 900 millones de dólares. La venta de servicios médicos fue la exportación más rentable para el régimen cubano en 2024.
En el pobre desempeño en las exportaciones influye la baja producción nacional. Según datos ofrecidos en el Parlamento por Joaquín Alonso Vázquez, titular del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), este año no se obtuvo acero, y se alcanzó menos de la mitad del plan de cemento (43.2 %) y madera (17.6 %).
“Tampoco se cumplieron las producciones agrícolas, con los peores resultados en viandas, carnes y hortalizas”, dijo el ministro Joaquín Alonso Vázquez, quien calificó de “limitada” la “recuperación en los productos nacionales”.
Este escenario obliga al Estado cubano a comprar en el exterior la mayoría de lo que se consume, pero también fue negativo el saldo de 2024. Según el medio oficial Cubadebate, “en el caso de las importaciones, solo alcanzaron el 82.4 %, concentrándose en alimentos, combustibles, medicamentos e insumos médicos”.
En los últimos 5 años, las exportaciones de bienes y servicios en Cuba han caído más del 30 %, según un análisis en la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento.
Se desploma el turismo
Uno de los principales renglones económicos del régimen cubano, el turismo, está en horas bajas. La isla recibió este año menos viajeros que en el 2023, admitió el ministro del sector, Juan Carlos García Granda.
En 2024 sólo llegaron a Cuba 2.2 millones de turistas, cuando las previsiones iniciales eran de poco más de 3 millones.
En un informe del laboratorio de ideas Cuba Siglo 21, titulado “GAESA también apaga la industria turística”, se señala que la ocupación hotelera se desplomó al 25 %, mientras que los ingresos del sector han caído un 61,82 % en cinco años, pasando de 3.185 millones de dólares en 2019, a 1.216 millones en 2023.
No obstante, el régimen cubano invirtió entre enero y septiembre 4,6 veces más en Servicios empresariales, actividades inmobiliarias y de alquiler -que incluye la construcción de hoteles- que en la suma de Agricultura, Educación y Sanidad, según los datos oficiales.
El desastre de industria azucarera
Manuel Marrero Cruz, primer ministro de Cuba, informó en las sesiones del Parlamento realizadas esta semana que “persisten los incumplimientos en las últimas zafras”. Además, reconoció una realidad impensable hace décadas atrás: “hemos tenido que importar azúcar y hemos dejado de exportar este rubro”, dijo, sin ofrecer números.
Según las autoridades, en relación con la crisis de la industria azucarera serán “redimensionadas 188 bases productivas y se encuentran en proceso de disolución 44 cooperativas”.
Marrero Cruz dijo que “se trabaja en un programa para estimular la inversión extranjera en los centrales y en la producción cañera”, con el objetivo de fortalecer la “agroindustria azucarera y derivados”.
De ser una potencia azucarera a nivel mundial, Cuba pasó a registrar en la molienda 2022-2023, la peor zafra de los últimos 125 años. Sólo se aportaron 350.000 toneladas, una cifra muy cercana a las 300.000 producidas en 1898. “El dato confirma el retroceso de más de un siglo en la producción de azúcar”, se analiza en este texto publicado por elTOQUE.
Drástica reducción de la generación eléctrica
El primer ministro también afirmó que “la situación del Sistema Electronergético Nacional (SEN) es muy compleja”. El funcionario precisó que hubo “una pérdida de las capacidades de generación en las termoeléctricas en los últimos cinco años de 3.700 MW/h”.
Según Marrero, “ha mermado la generación por falta de divisas. Para los motores fuel oil y diésel, la disponibilidad alcanza apenas un 39 % y 37 % respectivamente, y la tendencia es al decrecimiento”. Además, “la generación móvil se redujo un 24 % y las energías renovables hoy son alrededor de sólo un 4 %, aunque deben ir creciendo”.
En el último trimestre ocurrieron tres colapsos del sistema energético, que provocaron apagones casi totales en Cuba. Pero durante todo el año se registraron prolongados cortes eléctricos.
Entre las causas principales mencionadas por las autoridades, está la “falta de divisas, desfases en los mantenimiento, recapitalización tecnológica y escasez de combustible, entre otras”.
Menos carne de cerdo y productos agrícolas
En los últimos cinco años, Cuba ha perdido más del 85 % de la producción de carne de cerdo, y su precio se ha disparado hasta volverse inalcanzable para muchos residentes en la isla.
Entre 2017 y 2023, la producción de carne de cerdo disminuyó de 200,000 toneladas a 13,300 toneladas, marcando un mínimo histórico, de acuerdo con datos presentados en el programa televisivo oficial Mesa Redonda.
Muchos emprendedores abandonaron la actividad económica debido al incumplimiento de contrato por parte del Estado y la falta de recursos, mientras otros se marcharon del país.
El cerdo no es el único alimento escaso en la isla. De acuerdo con cifras presentadas en la Asamblea Nacional, se incumplieron los planes de producción de alimentos básicos como la leche, el huevo, la carne y el maíz. Y aunque, supuestamente, “sí se lograron los planes de arroz, frijoles, hortalizas y viandas”, estas producciones no alcanzaron para cubrir la demanda de la ciudadanía.
El economista cubano Pedro Monreal ha señalado la opacidad en la información actualizada sobre la producción de alimentos. En su opinión, hubo una “escueta mención a la agricultura en la nota de prensa [oficial] sobre la intervención del ministro de economía de Cuba en la comisión económica del Parlamento. Sumado al apagón estadístico sobre el tema, es razonable asumir que se oculta el fracaso del programa de 'las 63 medidas' de 2021”.
El experto añadió que “la solución a la tremenda crisis agropecuaria de Cuba necesita transformaciones de propiedad, empresa privada, énfasis en mercado, una institucionalidad de apoyo, inversión nacional/ extranjera y garantías jurídicas al privado, pero eso no parece estar en la agenda oficial”.
Afectaciones en servicios públicos: sin transporte, agua y medicinas
De acuerdo con el oficialismo, entre enero y septiembre de 2024 el transporte de carga cayó un 38 % y el transporte público por ómnibus bajó un 31.4 %.
En cuanto a los recursos hidráulicos, entre el 60 % y el 70 % de las afectaciones en el servicio de agua se deben a la falta de electricidad, según autoridades del sector. Además, hay unas 11 000 fosas de vertimiento pendientes de limpieza y persisten las denuncias sobre los problemas en la recogida de desechos.
Por su parte, el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, detalló que “de los 292 medicamentos del cuadro básico, el 62 % son producidos por la industria nacional”.
Actualmente sólo hay un 24 % de disponibilidad, dijo el funcionario.
Pese al pobre desempeño de 2024, las autoridades estimaron que para 2025 habría un crecimiento del 1 % del PIB. Los expertos tienen una visión más sombría sobre el futuro económico del país.
Mauricio de Miranda Parrondo señala que “lo que está detrás de los vaivenes pendulares que caracterizan a la política económica desde hace décadas, es la renuencia de la clase burocrática a ceder los más mínimos espacios de poder”.
De acuerdo con el especialista, las autoridades cubanas creen que “la regulación que debe tener todo Estado moderno” en la economía nacional, consiste en un “reforzamiento de los mecanismos de control y discrecionalidad en la toma de decisiones”.
Mientras tanto, opina el economista en un artículo reciente, “se refuerza la sensación de incertidumbre que frena las necesarias inversiones que podrían provenir de fuentes privadas si existiera un adecuado clima para los negocios, que es una de las condiciones imprescindibles para intentar remontar la crisis”.
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