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Un cubano revisa las redes sociales (AFP Archivo)
Un cubano revisa las redes sociales (AFP Archivo)

Manipulación digital: ¿cómo coloca el Gobierno cubano su propaganda en Internet?

Por: Ernesto Eimil ReigosaPublicado: 15 de diciembre de 2023 - Actualizado: 15 de diciembre de 2023

Si tienes poco tiempo...

  • El Gobierno cubano tiene un amplio historial de manipulación del debate público en Internet mediante su propaganda. Algunos de estos métodos están prohibidos por el reglamento de las redes sociales.

  • El poder utiliza fundamentalmente dos estrategias: los llamados troles de Internet (conocidos en la isla como «ciberclarias») y bots, programas informáticos que hacen tareas repetitivas y automatizadas.

La empresa de ciberseguridad Mandiant (asociada a Google)publicó en su blog en agosto de 2023 que identificó un uso creciente de la inteligencia artificial (IA) para manipular la información en Internet. Mandiant señaló que, aunque su influencia aún es muy limitada, varios grupos alineados con gobiernos, entre ellos el cubano, habían lanzado campañas apoyadas en la IA para imponer su narrativa en redes sociales.

La IA puede utilizarse, por ejemplo, para crear fotografías de personas que no existen. Se ha documentado que algunos de estos perfiles fabricados se hacen pasar por personas reales que apoyan al régimen en redes.

El Gobierno cubano tiene un amplio historial de manipulación del debate público en Internet mediante su propaganda. La difusión de propaganda en sí no es un hecho extraño. Es algo que hacen muchas organizaciones y gobiernos en el mundo. La diferencia es que el poder en la isla emplea métodos ilegales, que pueden ser penalizados.

Y el probable uso de la IA no es la única estrategia utilizada. Periodistas independientes e iniciativas que luchan contra la manipulación digital han documentado varias de estas prácticas.

Principalmente son dos: el uso de los llamados troles de Internet (conocidos en la isla como «ciberclarias») y de bots, programas informáticos que hacen tareas repetitivas y automatizadas.

Te explicamos cómo operan estos perfiles y la manera de combatir la desinformación generada por ellos.

¿Qué son y cómo operan las ciberclarias?

La palabra trol es empleada para describir a personas, en la mayoría de los casos de identidad desconocida, que publican mensajes intencionalmente polémicos u ofensivos para generar malestar en una comunidad virtual. No está muy claro cuándo o cómo se popularizó el término local «ciberclaria», que hace referencia a un tipo de pez considerado una especie invasora en el país.

Las «ciberclarias» suelen estar organizadas alrededor de las cuentas oficiales de funcionarios o figuras públicas vinculadas al Gobierno, de instituciones o de políticos. Su principal objetivo parece ser comentar y amplificar los contenidos divulgados por estos perfiles. Aunque también han creado grupos y espacios donde difundir su propaganda y acosar a personas que disienten en Cuba.

Es importante matizar que crear un grupo en una red social para hablar de política no es algo censurable. Si es ilegal, en cambio, utilizar ese espacio para coordinar y promover acciones de acoso contra personas.

El activista Adel Bonne explicó a Martí Noticias que uno de esos grupos filtró su número de teléfono en el sitio de venta Revolico. Crearon un anuncio falso de venta de dólares y dieron su móvil como contacto. La compraventa de dólares es una actividad penada en Cuba.

Un estudio publicado por la Universidad de Stanford en 2020 reveló que en esos grupos intentan posicionar temas de interés para el poder. «El diálogo temático en general se alineó con las posturas políticas e ideológicas del gobierno cubano. Las cuentas generalmente tuitearon contenido de apoyo al presidente Miguel Díaz-Canel y a los ex presidentes Fidel y Raúl Castro», explicó el estudio.

Además de la difusión de propaganda, una parte de la ciudadanía cubana ha denunciado recibir ciberacoso y ciberamenazas de estas cuentas. Los ejemplos de esto son varios y van desde la difamación hasta las amenazas de muerte, pasando por el discurso de odio.

Una de las cuentas vinculadas al gobierno que promueve el ciberacoso es la del Guerrero cubano. Según reportes de la prensa independiente su contenido ha sido penalizado en redes sociales en varias ocasiones, una de ellas por «bullying». Este perfil ejerció violencia de género en su canal contra activistas.

Otra práctica común es la de exponer a personas en redes sociales. El periodista Nelsón Álvarez compartió que una cuenta sin foto de perfil publicó su información de contacto en grupos de citas. «Perfiles falsos exponen mi sexualidad y se burlan de mi identidad de género», denunció.

¿Qué implica que el gobierno utilice bots?

La segunda de las estrategias utilizadas por el gobierno es el uso de bots para aparentar un apoyo masivo en redes. La organización venezolana ProBox, que se encarga principalmente de monitorear la conversación digital en esa nación, sacó un informe que investigó cómo se comportó la agenda pública ciudadana de Cuba en X y la propaganda oficialista en 2022.

ProBox analizó 731 tendencias en X. De esas, 597 fueron impulsadas por perfiles vinculados al gobierno, 67 eran temáticas relacionadas con Venezuela y Nicaragua y solo 53 salieron de la sociedad civil cubana. Los perfiles oficialistas generaron 15,5 millones de posteos y la sociedad civil poco más de un millón (generalmente centrados en protestas sociales y la libertad de presos políticos).

La diferencia tan abismal se debe en parte a la utilización de bots. Los bots se hacen pasar por usuarios reales y replican un mismo mensaje cientos de veces, lo que da la sensación de un apoyo superlativo.

Para probar esto, se utilizan herramientas que se encargan de medir la probable actividad bot en tendencias de redes sociales. Por ejemplo, el 11 de julio de 2022, en el contexto del primer aniversario de las protestas del 11J, otra organización venezolana llamada Cazadores de Fake News detectó que varias cuentas vinculadas con el oficialismo posicionaron la etiqueta #CubaPorLaPaz, en contraposición a la etiqueta #SOSCuba, de la sociedad civil.

Cazadores de Fake News encontró grandes evidencias de actividad bot en #CubaPorLaPaz. Debido a esto, el crecimiento de la tendencia fue inorgánico.

Es usual que el poder en Cuba participe en este tipo de «batallas de etiquetas» en redes sociales. Es una táctica a la que parece recurrir para acallar los reclamos ciudadanos en Internet. También lo hizo en junio de 2019 (#CubaInformatiza, del poder, contra #Bajenlospreciosdeinternet, de la ciudadania), septiembre de 2020 (#1GirasolParaCuba, gubernamental, contra #LaRevolucionDeLosGirasoles) y en el verano de 2021 (varias del gobierno contra #SOSCuba).

¿Qué pueden hacer los usuarios reales?

Hay que tener algo claro: algunas de las formas en las que el gobierno difunde su propaganda están prohibida por el reglamento de las redes sociales. En la red social X, una de las que más ha utilizado históricamente para fines políticos, no está permitido «amplificar ni obstaculizar de forma artificial las conversaciones mediante el uso de varias cuentas o coordinando con otros para incumplir las Reglas de X ».

Tampoco es permitido:

·     Operar varias cuentas que interactúan con contenido o cuentas de Twitter iguales o sustancialmente similares para inflar o manipular la importancia del contenido o de las cuentas, por ejemplo:

·      No crear varias cuentas para «aplicar boost» a las tendencias o hashtags

·  No crear varias cuentas para interactuar con los mismos tweets, cuentas o encuestas

· No crear varias cuentas para hacer mal uso de la característica de mención/respuesta

·  No crear varias cuentas para impulsar o amplificar una de tus propias cuentas mediante el mal uso de características de interacción (Me gusta, Retweets)

·   Operar varias cuentas que publiquen contenido idéntico o sustancialmente similar entre sí, por ejemplo:

·    No compartir la publicación de contenido en varias cuentas; se permite compartir la publicación de contenido, pero localizado en otro idioma.

·  No compartir la publicación de contenido similar o duplicar contenido en las mismas tendencias o hashtags

La plataforma advierte que puede suspender las cuentas que incumplan las reglas anteriores. Pero lo cierto es que no siempre lo hace. Las veces que sí lo ha hecho, ha recibido quejas y reclamaciones por parte del oficialismo cubano.

En octubre de 2020 suspendió 526 cuentas vinculadas al gobierno, específicamente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

En octubre de 2022 fue Facebook quien aplicó el borrado de cuentas. Durante esas fechas, también X y YouTube recalcaron los vínculos con el poder de algunos medios de prensa del régimen cubano (con la advertencia de «medio afiliado al gobierno» en X y «parcial o enteramente financiado por el estado» en YouTube).

Pero lo cierto es que, este tipo de acciones no son tan frecuentes como deberían. Además, muchas de las cuentas suspendidas pueden reaparecer con otro nombre o con el nombre ligeramente cambiado.

Si quieres denunciar una cuenta en redes puedes encontrar más información en el siguiente enlace para Facebook y en este para X.

En algunas ocasiones se puede llevar la denuncia por la utilización de imágenes sin el consentimiento de su dueño. Se han dado casos en que las «ciberclarias» se apropian de imágenes de personas reales y se construyen un perfil falso, afín ideológicamente al Gobierno cubano.

En caso de que la denuncia no fructifique, recomendamos que dudes si una cuenta en redes comparte un mensaje que difame a una persona, manipule un hecho trágico como una muerte para fines políticos o ignore datos o hechos fundamentales para entender un fenómeno. Es probable que ese mensaje haya sido creado con esa intención. 

Hasta ahora no hay mucho más que se pueda hacer para eliminar de las redes a las «ciberclarias», los bots utilizados para manipular o la información falsa que circula en la propaganda. Lo que sí pueden hacer los usuarios es aprender a identificarlos y exponerlos públicamente, de esa manera otras personas tendrán una oportunidad de combatir la desinformación.


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