Asegura ministro que “se empieza a oxigenar la economía” cubana. Es FALSO

El nuevo ministro de Economía y Planificación de Cuba, Joaquín Alonso Vázquez, aseguró que “se empieza a oxigenar la economía” del país, reportó la televisión estatal el 14 de noviembre. Las declaraciones del titular del sector son FALSAS. 

Según Pedro Monreal, doctor en Ciencias Económicas, se trata de un “diagnóstico delirante”. 

Por su parte, el Doctor en Economía Internacional y Desarrollo, Mauricio de Miranda Parrondo añadió: “me gustaría decirlo alto y claro. La economía cubana no tiene oxígeno alguno y en gran medida eso es consecuencia de la adopción de medidas de política económica fallidas”.

En un contexto de escasez de alimentos, medicinas e insumos médicos, combustible y productos básicos; precios disparados, crisis energética, una población en declive; y la declaración de distintos funcionarios de que Cuba estaría bajo una “economía de guerra”, Alonso Velásquez sostuvo que la economía cubana se está “oxigenando” aunque “intuye” que no crecerá en 2024. 

En medio de la crisis generalizada, y sin contabilizarse aún oficialmente los daños de dos huracanes y dos sismos registrados en las últimas cuatro semanas, el ministro también afirmó: “vamos avanzando”. Su narrativa fue desmontada por expertos. 

“La economía cubana requiere 'respiración asistida'”

El experto cubano Pedro Monreal, señaló en X que “lejos de 'oxigenarse', la economía cubana continúa sofocada con una estanflación que la aleja de la senda de crecimiento, con una crisis estructural que impide una trayectoria de desarrollo y con una política económica notoriamente incompetente”. 

“Lo que no dice el ministro de economía de Cuba es que la supuesta 'mejoría' de los parámetros macroecómicos se apoya, en gran medida, en una brutal compresión de la remuneración de los trabajadores, empeorando el nivel de vida de los hogares cubanos”, añadió. 

El economista e investigador cubano Miguel Alejandro Hayes explicó a Martí Verifica que las autoridades refieren que “hay saldos positivos en las balanzas monetarias en pesos cubanos”, pero “eso no resuelve nada porque una reducción de dicho déficit se logra con un aumento de los ingresos del Estado o un recorte de los gastos del Estado; y ninguno de estos elementos implica un mejoramiento de las condiciones productivas o de infraestructura de la economía cubana”. 

“Verdaderos signos de mejoría serían: el aumento de las ofertas de manera significativa; la reducción de precios; mayor producción; restauración de la infraestructura del país; mejoría en el saldo de las divisas; y eso no está ocurriendo, sino lo contrario a partir de la caída del turismo, de la rentabilidad del sector y el desplome de la infraestructura”, añadió.

El economista cubano Mauricio de Miranda Parrondo, profesor titular de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali (Colombia), cuestionó en sus redes sociales tras las declaraciones del ministro: 

¿Cuál estabilización macroeconómica cuando la inflación se mantiene por las nubes y lo más importante con unos niveles de precio inaccesibles para los ingresos monetarios relacionados con el trabajo de la inmensa mayoría de cubanos?

¿Cuál estabilización macroeconómica si el déficit fiscal sigue siendo atendido solo con emisión monetaria?

¿Cuál estabilización macroeconómica si el país carece de un mercado cambiario legal y transparente y el gobierno insiste en no hacer absolutamente nada para establecerlo?

Pero ¿de qué clase de oxigenación está hablando el ministro cubano? ¿Con una industria paralizada? ¿Con una agricultura en coma? ¿Con unos ingresos por turismo que son considerablemente menores que en los años anteriores a 2018? ¿Con un sistema de transporte paralizado? ¿Con dos apagones generalizados en todo el país? ¿Con ancianos que no pueden asegurar sus condiciones de subsistencia con sus magras jubilaciones? ¿Con un país que está dependiendo de la FE (Familiares en el Exterior)? El silencio siempre es la mejor opción antes de decir un disparate. Respete al pueblo, señor ministro.

El profesor Mauricio de Miranda Parrondo concluyó que “la economía cubana requiere 'respiración asistida'. Lo he dicho muchas veces, estamos ante la necesidad de una especie de Plan Marshall, pero si alguna vez logramos que eso ocurra no debería ser este gobierno quien lo administre. Sencillamente, no son confiables y no son competentes. Necesitamos un gobierno elegido democráticamente. Así de claro”. 

Según los expertos este será otro año de decrecimiento para la economía cubana, “a menos que maquillen las cifras”. 

La estatal Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei) reportó el pasado viernes que octubre tuvo el valor más bajo en años de la inflación interanual y la segunda vez en dos meses en la que se encuentra por debajo del 30%.

Las autoridades del régimen anticiparon que el Producto Interno Bruto (PIB) sufrirá una contracción en 2024, se trataría de la segunda caída anual consecutiva, tras la contracción del 1,9 % de 2023. El Gobierno había previsto para este año un crecimiento del 2 %.

Este año también se inició un extenso “programa de ajuste económico” que incluyó, entre otras medidas, importantes recortes en el gasto público y un aumento de más del 400 % en el precio de los combustibles. 

Por otro lado, el turismo, la llamada locomotora de la economía cubana, sigue en declive en 2024. 

El exdirector del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC) en La Habana, Omar Everleny Pérez, comparó al turismo en la isla hoy con “una locomotora sin vagones”: con un “modelo de crecimiento extensivo”, una oferta turística “aún baja” y servicios que “han perdido calidad en comparación con otros destinos caribeños”.

El arribo de turistas al país de enero a octubre de 2024 fue un 48,23% menor que en el mismo periodo del 2019, antes del inicio de la pandemia.

Al cierre de octubre de 2019 llegaron a la isla 3.563.494 turistas, mientras que en igual periodo de 2024 —cinco años después— la cifra fue de 1.844.858 viajeros.

Las cifras reflejan la muerte lenta que está teniendo la industria”, concluyó el economista Emilio Morales, presidente de Havana Consulting Group.  

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