Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), al presentar las proyecciones del XI Congreso de la organización paraestatal, declaró el 23 de febrero de 2024: «El Congreso es de todas las mujeres, porque a todas, de una manera u otra, nos impactan las brechas de género».

La FMC no es una entidad independiente del Estado cubano, aunque en redes sociales la organización se define como «no gubernamental». Su secretaria general es miembro del Buró Político y del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), el único permitido. Amarelle Boué también es diputada en la Asamblea Nacional del Poder Popular desde el 2010 y miembro del Consejo de Estado desde el 2013.

El diario Granma, órgano oficial del PCC, sacó de la frase citada un titular y reiteró: «El Congreso es de todas las mujeres cubanas». Pero Amarelle Boué y el medio estatal replicaron información ENGAÑOSA.

Aunque es cierto que las brechas de género impactan al conjunto de mujeres de la isla, en el Congreso de la FMC no estuvieron representadas todas las cubanas.

«La idea promovida durante el Congreso, de que la FMC representa a todas las mujeres cubanas, es falsa. La Federación de Mujeres Cubanas fue creada por el Estado cubano y responde a sus intereses, por definición no es una organización de la sociedad civil», declaró a Martí Verifica la investigadora Hilda Landrove.

De acuerdo con la Doctora en Estudios Mesoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México, la FMC «es el tipo de organización que el régimen totalitario de Cuba tiene prevista para determinados grupos de la sociedad e impedir la capacidad de acción real y efectiva desde la sociedad civil».

Landrove añadió que la FMC «no está más allá de la representación formal, no gestiona las demandas actuales de las cubanas. Esas demandas hay que buscarlas en otro lugar, por ejemplo: en el grupo de mujeres que se organizaron en el 2019 para exigir a la Asamblea Nacional la realización y aprobación de una Ley Integral contra la Violencia de Género».

El más reciente Congreso de la FMC estuvo «dedicado al legado del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz; a Vilma Espín Guillois, eterna presidenta de la FMC, a la juventud cubana, y a Mariana Grajales, la Madre de la Patria». Asistieron «323 delegadas de todas las provincias» y fue clausurado el 8 de marzo por el general Raúl Castro y el designado por él para ocupar la presidencia de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

Teresa Amarelle Boué, quien recibió la Medalla Aniversario 50 de la Fuerzas Armadas, divulga en foros internacionales la narrativa oficial que desinforma sobre la realidad de las mujeres en la isla. El 13 de marzo de 2024, en Nueva York, afirmó durante la 68 Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de las féminas de Naciones Unidas: «los órganos de la administración central del Estado [cubano] y las agencias de cooperación de las Naciones Unidas en Cuba, movilizan recursos financieros e implementan iniciativas, con medidas afirmativas de género, como herramienta para impulsar transformaciones que aseguran el empoderamiento de las mujeres, incluso en contextos de emergencia y promuevan el desarrollo territorial».

Hilda Landrove apunta que «la Federación de Mujeres Cubanas, y otras como los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), son del tipo de organizaciones que, a la hora de pedirle a la Unión Europea dinero para determinados proyectos en el marco del acuerdo de diálogo político con Cuba, se presentan como organizaciones de sociedad civil. Eso es una farsa, son organizaciones creadas por mandato gubernamental y que juegan con esta falsa representatividad de sectores de la sociedad cubana».

Amarelle Boué desinforma sobre la realidad del país en diversos espacios, desde el ámbito local, foros internacionales -como el anteriormente mencionado en la ONU-, la prensa estatal y los perfiles en redes sociales de la FMC.

La FMC en X: uniformada y sin demandas urgentes de las mujeres cubanas

A pesar de que la FMC declara tener «como objetivo la igualdad y la emancipación de la mujer», tanto en el perfil de su secretaria general, como en la cuenta oficial de la organización en X (@FMC_Cuba), prevalecen contenidos de política progubernamental y la exaltación de las figuras masculinas de Miguel Díaz-Canel, Raúl y Fidel Castro, entre otros dirigentes del régimen.

Por ejemplo, en el mes de marzo de 2024, que se celebró el Día Internacional de la Mujer y se realizó el XI Congreso, en la cuenta @FMC_Cuba se aparecen 189 post.

Prevalecen los contenidos relacionados con el gobernante Díaz-Canel. Luego destacan las publicaciones de apoyo a Palestina en el actual conflicto con Israel, y la información compartida de las cuentas del Partido Comunista, funcionarios gubernamentales de alto nivel y otras entidades estatales.

Además, publicaron imágenes de Vilma Espín, la fallecida fundadora de la FMC y exesposa de Raúl Castro, así como referencias a Fidel Castro.

Entre las publicaciones relacionadas con el congreso, predominan imágenes de supuestas delegadas (se repiten fotos de mujeres policías o militares -también hay un post dedicado al aniversario de los Órganos de la Seguridad del Estado- y otros del Tribunal Supremo) e imágenes de las sesiones en el Palacio de las Convenciones. No se exponen detalles de los temas abordados. En sólo un post se pide ayuda para «familias afectadas». Se repite la etiqueta #MujeresenRevolución.

No hay ninguna alusión a las manifestaciones ocurridas en marzo en varias localidades del país, la jornada de protesta más multitudinaria desde las de julio de 2021. Como en las de hace tres años, el detonante fue la crisis económica, cuyas expresiones más graves son los prolongados apagones, desabastecimiento de productos fundamentales, las violaciones de derechos humanos y la falta de libertades en la isla. Muchas de las participantes en estas protestas son mujeres, algunas acompañadas por sus hijos.

Tampoco se menciona ninguno de los reclamos legítimos de la sociedad civil en materia de género:

- La aprobación de una ley integral contra la violencia de género;

- Tipificar los feminicidios como un delito.

- Crear refugios para mujeres víctimas de violencia;

- No criminalizar el activismo feminista independiente del Estado;

- La liberación de los presos políticos, de los cuales más de 60 son mujeres, de acuerdo con registros de organizaciones de derechos humanos; entre otros temas de urgente debate.

«La violencia contra las mujeres en la política no es un hecho aislado en Cuba. Ni siquiera se puede decir que se trata (solo) de una práctica ampliamente tolerada por el Estado (…), pues es justamente el Estado cubano el principal perpetrador de la violencia contra las mujeres», subraya en un artículo Camila Rodríguez, directora del Grupo sobre detenciones políticas Justicia 11J.

La periodista y reconocida activista cubana Marta María Ramírez, declaró a Martí Verifica que en el país no hay políticas públicas efectivas sobre el tema de género con un enfoque de transformación estructural.

«Tampoco hay protocolos específicos para las desapariciones de mujeres y niñas en las que puede mediar la violencia de género», puntualizó Ramírez.

«Es propaganda» la supuesta igualdad plena en Cuba

La investigadora Hilda Landrove señala que «la propaganda gubernamental del régimen cubano en temas de género se ha centrado, en parte, en la idea de que la “revolución” dio un lugar digno a la vida de las mujeres, al eliminar la prostitución y concederles una serie de derechos como la licencia de maternidad, la creación de círculos infantiles para el cuidado de los niños de madres trabajadoras…»

Señala que, aunque en su momento esas «medidas de política social que fueron positivas, al mismo tiempo fueron completamente instrumentadas por el régimen para decir que ya la mujer había alcanzado la igualdad plena; y que, por tanto, los problemas de género en Cuba se habían eliminado». Según Landrove esa ha sido «una gran sombrilla discursiva de la propaganda gubernamental».

La investigadora ejemplifica con que «la encuesta nacional de género que se hizo en 2016 y se publicó en 2019, empieza declarando que su objetivo fundamental es demostrar cómo la “revolución” había resuelto los problemas de la desigualdad de género. Eso te da muy claramente una imagen de este sesgo de confirmación de que todo lo que se produce sobre el tema tiene que terminar en ese lugar común de que “la revolución resolvió los problemas”».

Opina que la posición oficial sobre los feminicidios también está relacionada con la imagen idealizada sobre el tema de género en Cuba, que le interesa difundir al poder.

«No hay reportes oficiales de asesinatos por violencia machista, no hay una respuesta concreta a nivel legislativo que permita tipificar el feminicidio; los observatorios que existen están organizados con la colaboración de mujeres que viven en la diáspora y dentro de Cuba y que operan desde una lógica completamente de sociedad civil, para poder dar testimonios y recoger cifras; pero el gobierno es algo que no ha querido atender».

Sobre la creación en 2023 del Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género, adscrito a la FMC, la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) y otras entidades oficiales, Landrove critíca que «este tampoco recoge las cifras» de feminicidios y que «no haya una capacidad de responder a los problemas emergentes».

La periodista cubana y doctora en Historia de Iberoamérica de la Universidad de Guadalajara (México), Laura Roque Valero, coincide en que «el discurso oficial en Cuba está muy desconectado de las demandas de los movimientos feministas de la región».

Según Roque Valero, quien estudia el discurso público de las autoridades cubanas, la desactualización no es solo en cuanto a conceptos, a perspectivas y prioridades, sino que «prevalece una falta de empatía y de reconocimiento de las necesidades actuales de las mujeres cubanas».

Por otra parte, apunta la investigadora y periodista, «existe una estigmatización de los activistas por los derechos humanos en Cuba. La propaganda gubernamental se ha encargado de menospreciar, ningunear y correr de la esfera pública sus demandas».

La activista y comunicadora feminista Marta María Ramírez, coincide en que «todas las demandas que ha tenido el feminismo en Cuba, el incipiente movimiento feminista, las feministas autónomas, han sido ignoradas» por el poder político.

Martí Verifica ha identificado que, de forma constante y reiterada, las autoridades cubanas han hecho durante los últimos meses, afirmaciones FALSAS o ENGAÑOSAS sobre supuestos avances y reconocimientos a su gestión en materia de género, y han desinformado sobre cómo viven en la isla las mujeres y la comunidad LGBTQ+.

Puede revisar los siguientes textos:

Es FALSA afirmación de Díaz-Canel sobre feminicidios en Cuba

¿Cuba avanza en la protección de los derechos de las mujeres? De lo que dijo Díaz-Canel a la realidad

Mariela Castro vuelve a dar declaraciones ENGAÑOSAS: atribuye al Partido Comunista «liderazgo» en derechos LGBTIQ+

CRONOLOGÍA Y DATOS: Feminicidios en Cuba en 2023

Nuestro medio escribió a la Federación de Mujeres Cubanas pidiendo declaraciones, hasta el momento no ha obtenido respuesta.

#FMC

Factchecking vs. propaganda estatal: así desinforma la Federación de Mujeres Cubanas