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Alexander Alazo Baró durante el ataque a la embajada de Cuba en EE. UU. en 2020. Fotomontaje: Martí Verifica/Imágenes del Departamento de Justicia.
Alexander Alazo Baró durante el ataque a la embajada de Cuba en EE. UU. en 2020. Fotomontaje: Martí Verifica/Imágenes del Departamento de Justicia.

Absolución judicial del atacante a embajada de Cuba en EE. UU: lo que sabemos

Por: Marleidy MuñozPublicado: 14 de mayo de 2024 - Actualizado: 14 de mayo de 2024

Si tienes poco tiempo...

  • El tribunal ordenó que Alazo, en prisión preventiva desde su detención el 30 de abril de 2020, continuará bajo custodia de la Oficina Federal de Prisiones hasta que sea «designado un centro médico federal adecuado».

  • Alazo, quien emigró de Cuba a EE.UU., había sido evaluado psiquiátricamente antes del ataque y sufría de trastorno delirante, según las autoridades y reportes médicos.

El 1º de mayo de 2024 un tribunal federal de los Estados Unidos declaró «no culpable» a Alexander Alazo Baró, la persona imputada por un tiroteo contra la Embajada de Cuba en Washington D.C., ocurrido en abril de 2020.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex), emitió un comunicado en el que afirma que el veredicto envía un mensaje de «impunidad».

¿Qué decidió el Tribunal? 

La jueza federal  Amy Berman Jackson, de la Corte para el Distrito de Columbia de los Estados Unidos, ordenó la absolución de Alazo Baró por «razones mentales», según el dictamen al que tuvo acceso Martí Verifica. 

El acusado fue declarado inocente de los cargos Uno, Dos, Tres y Cuatro, y determinó que debe ser hospitalizado para un tratamiento psiquiátrico o examen psicológico que determine si presenta un riesgo sustancial de lesiones corporales a otra persona o de daños graves a cualquier propiedad de otro, debido a su enfermedad o daño mental presente, escribió la jueza.

Los cargos imputados eran: 

  • Ataque violento a un local oficial utilizando un arma mortal o peligrosa;

  • herir o dañar intencionalmente una propiedad ocupada por un gobierno extranjero, organización internacional, funcionario extranjero o funcionario invitado;

  • transporte interestatal de un arma de fuego y municiones con la intención de cometer un delito grave; y

  • disparar un arma de fuego durante un delito de violencia.

El fallo del tribunal consideró una evaluación médica en la que consta que «en el momento de la comisión de los actos constitutivos del delito, el acusado, como resultado de una enfermedad o deficiencia mental, se encontraba en un estado de salud mental grave y era incapaz de apreciar la naturaleza y magnitud ilícita de sus actos». 

se declaró «no culpable». 

La jueza ordenó que Alazo, en prisión preventiva desde su detención el 30 de abril de 2020, continuará bajo custodia de la Oficina Federal de Prisiones hasta que sea «designado un centro médico federal adecuado».

Anteriormente, Berman Jackson había señalado que el expediente del caso estaba «lleno de situaciones en las que el abogado defensor no respondió con prontitud a consultas que simplemente pedían su disponibilidad, así como a repetidas solicitudes de prórroga de las fechas que se habían fijado originalmente con concurrencia de los abogados. Es hora de que este caso pase al primer plano y de que las partes inviertan el tiempo necesario para llevarlo a una conclusión justa». 

Tras la sentencia: ¿qué declaró el régimen cubano? 

Al informarse sobre la absolución de Alazo Baró, nacido en Cuba y emigrado a EE. UU., el Gobierno cubano expresó su inconformidad por la decisión del Tribunal. 

En un comunicado oficial emitido por la Cancillería, el régimen de La Habana manifestó haber conocido «con profunda preocupación la decisión» de liberar al responsable del supuesto «ataque terrorista» contra la embajada de Cuba en EE. UU; y acusó a las autoridades estadounidenses de dar un «peligroso mensaje de impunidad» a quienes ejecuten acciones violentas contra sedes diplomáticas en Washington. 

«Luego de cuatro años de los hechos y en un proceso penal cargado de opacidad, el juez acogió un informe conjunto de la Fiscalía y la defensa del terrorista Alexander Alazo Baró, que presenta al perpetrador como alguien que, al momento de ocurrir los hechos, no estaba en posesión de sus facultades mentales y, por consiguiente, lo declara inocente», cuestionaron las autoridades cubanas. 

¿Cómo fueron los hechos?

El 30 de abril de 2020 alrededor de las 2:10 a.m., la sede diplomática cubana fue atacada por un hombre con un fusil semiautomático AK-47. El edificio ubicado en la calle 16th Northwest, recibió 32 disparos que dejaron marcas en las columnas de la entrada, una farola, vidrios, molduras del frontis y una escultura de José Martí. 

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El atacante también intentó quemar una bandera cubana –previamente untada con gasolina–, pero estaba lloviendo y no lo logró. Luego tomó una bandera de Estados Unidos y gritó «soy americano», «soy un yanqui». 

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Oficiales del Departamento de la Policía Metropolitana llegaron a la ubicación minutos después del ataque, que no causó heridos, y detuvieron a Alexander Alazo Baró.

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El canciller cubano Bruno Rodríguez Padilla dijo entonces que, en el momento del ataque, había en las instalaciones una decena de funcionarios y diplomáticos.

De acuerdo con una declaración de una portavoz del Servicio Secreto de EE. UU., encargado de la protección de las sedes diplomáticas, el sospechoso fue arrestado «por estar en posesión de un arma de fuego y de municiones no autorizadas:, por asalto con intención de matar y por posesión de un cargador de alta capacidad». 

¿Qué se conoce de Alexander Alazo Baró? 

Alazo Baró emigró de Cuba hacia México en 2003 con una visa religiosa. Cuatro años después cruzó la frontera y solicitó asilo político en Estados Unidos. Cuando ocurrió el ataque a la embajada cubana, tenía entonces 42 años y era residente en Texas. 

De acuerdo a un memorándum presentado por el Gobierno estadounidense en apoyo de la detención preventiva (previa al juicio) del atacante, disponible en PACER — servicio de acceso público a los registros electrónicos de tribunales de Estados Unidos— junto a otros archivos relacionados con el caso, Alazo Baró sirvió en el ejército cubano y solicitó asilo político en Estados Unidos en 2007. 

En una entrevista realizada por agentes del Servicio Secreto y detectives de la Policía Metropolitana declaró que, antes de los hechos, había sido evaluado en marzo de 2020 en un hospital psiquiátrico, donde recibió el diagnóstico de «trastorno delirante». Le prescribieron un antipsicótico, pero no estaba completamente de acuerdo con el tratamiento, y admitió que ocasionalmente se saltaba dosis de medicamentos. 

Su esposa, la enfermera cubana Marianys Alazo Delgado, le aconsejó buscar ayuda médica pues estaba «escuchando voces», principalmente después de que su mejor amigo de la primaria fuera asesinado en 2016. La mujer estaba casada con él desde 2011 y tienen dos hijos. 

Alazo Baró declaró que dos noches antes del 30 de abril de 2020 escuchó voces que le aconsejaban «proteger a su familia» y decidió «ocuparse de quienes lo perseguían antes de que se ocuparan de él». Hacía referencia a una «organización cubana de crimen organizado», que según él lo amenazaba desde 2014 cuando pasó una temporada predicando en una iglesia evangélica en Cuba.

Las autoridades cubanas aseguran que Alazo Baró viajó en ocho ocasiones a la isla hasta 2015. 

La Policía también conoció que el acusado llevaba nueve meses durmiendo en su auto. Un mes antes de los hechos en la Embajada cambió una pistola Glock 19 comprada en Texas por el fusil AK-47. 

Gran parte del relato de Alazo Baró fue corroborado por su esposa, tras ser interrogada por el Servicio Secreto de los Estados Unidos. La mujer relató que en diez años vivieron en diferentes ciudades, y en ocasiones estuvieron sin hogar y vivieron en su vehículo. También confirmó los delirios del acusado y dijo que se sentía constantemente perseguido y temía que «varios hombres negros grandes con tatuajes vinieran a matarlo delante de su familia».

Un reporte del Diario Las Américas describió a Alazo como un hombre que padece esquizofrenia y que ha estado obsesionado con que lo persigue la Seguridad del Estado cubano. La publicación citó a un pastor evangélico residente en el sur de Florida —cuya identidad no se reveló—, quien aseguró conocer al detenido.

Otros datos. ¿Quién es la magistrada que absolvió a Alexander Alazo?

Amy Berman Jackson es una jueza titular nombrada en 2011 por el presidente Barack Obama, y tuvo aprobación unánime por el Senado. 

Según The Washington Post, tras «tres décadas como abogada y jueza analizando casos delicados de corrupción política y delitos de cuello blanco en la capital del país», volvió al centro de atención por el caso de Paul Manafort, después de participar en las acusaciones contra Roger Stone, exasesor y amigo de Donald Trump. 

En su ejecutoria, la magistrada también ha tenido a su cargo la demanda contra Hillary Clinton por la muerte de dos estadounidenses en Bengasi, Libia, en 2012; así como el caso de la Arquidiócesis de Washington contra el Departamento de Salud y Servicios Públicos por la cobertura de contracepción bajo Obamacare.

Puede leer a continuación el fallo del Tribunal federal sobre Alexander Alazo Baró:

Fuentes consultadas

Fallo del Tribunal federal sobre Alexander Alazo Baró (pdf disponible en el texto)

BBC: Embajada de Cuba en EE.UU.: qué se sabe del ataque de un hombre armado contra la sede diplomática en Washington que La Habana califica como "terrorismo"Diario de Cuba: El presunto atacante de la Embajada de Cuba en EEUU sufre de esquizofrenia

elTOQUE:EL ATAQUE A LA EMBAJADA CUBANA EN WASHINGTON CONTADA DESDE LOS DOCUMENTOS JUDICIALES

Periodismo de Barrio:Estados Unidos de América vs. Alexander Alazo

Cuba Minrex: Estados Unidos continúa protegiendo a terroristas

Granma: Cuba denuncia grave agresión terrorista perpetrada contra su Embajada en Estados Unidos

PACER

The Washington Post: Paul Manafort is about to face another sentencing judge: Amy Berman Jackson

 

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