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La información errónea en las redes sociales y medios de comunicación puede tener efectos adversos en la salud pública. (Foto: VOA)
La información errónea en las redes sociales y medios de comunicación puede tener efectos adversos en la salud pública. (Foto: VOA)

¿Cómo evitar caer en desinformaciones sobre ciencia y salud? Aquí las claves

Por: Marleidy MuñozPublicado: 20 de febrero de 2024 - Actualizado: 29 de febrero de 2024

Si tienes poco tiempo...

  • Según una encuesta realizada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), internet y las redes sociales son el medio más usado para informarse sobre temas científicos. El estudio arrojó que al menos una de cada cuatro personas (el 27,2% de los encuestados) reciben desinformación sobre ciencia y salud. 

  • Florencia Ballarino, periodista científica y editora de Chequeado, advirtió que algunas de las prácticas engañosas más comunes para desinformar en ciencia son el cherry picking —selección de datos en función de la conveniencia propia—, las pruebas anecdóticas, generalizaciones apresuradas y las falacias de autoridad.   

La desinformación es un problema significativo que tradicionalmente fue asociado a los medios de comunicación. Sus efectos impactan en el ámbito político y la seguridad de muchos países.

Sin embargo, en la actualidad es una cuestión que ha trascendido a los medios periodísticos y se extiende a las redes sociales y las aplicaciones de mensajería, donde la ausencia de filtros informativos propicia el aumento de la circulación de contenidos falsos. 

La desinformación no sólo crece en el ámbito de las supuestas noticias de actualidad, sino también en lo científico, médico y sanitario, al igual que con temas relacionados con el cambio climático, como se menciona en el informe «Entender y combatir la desinformación sobre Ciencia y Salud», de la Universidad de Navarra (España).

Según una encuesta realizada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), internet y las redes sociales son el medio más usado para informarse sobre temas científicos. El estudio arrojó que al menos una de cada cuatro personas (el 27,2% de los encuestados) reciben desinformación sobre ciencia y salud. 

Gráfico desinformación

Prácticas engañosas más comunes para desinformar sobre ciencia y salud

Florencia Ballarino, periodista científica y editora de Chequeado, señaló en el seminario web «Cómo verificar la desinformación en temas complejos» (junio, 2022) que, si bien la desinformación en temas de salud y ciencia no es una problemática nueva, la pandemia del coronavirus permitió identificar cinco grandes ejes temáticos sobre los que circularon bulos:

  • Teorías conspirativas con respecto al origen del virus.

  • Formas de contagio y transmisión del virus.

  • Supuestas curas o tratamientos.

  • Falsas medidas o alcances distintos a los dispuestos por los gobiernos.

  • Contenidos falsos sobre las vacunas.

«No se puede olvidar que la ciencia es un derecho humano —artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos— que habla de la importancia que todas las personas participen en el progreso científico. En ese sentido la mayoría de las personas se informan sobre los avances de la ciencia y medicina a través de los medios de comunicación y las redes sociales»,  declaró la editora de Chequeado

«Por eso es muy importante el rol de los periodistas para promover y defender el acceso a la información calificada y oportuna, y que esa información sea clave para que las personas tomen conductas basadas en la evidencia científica y puedan cuidarse», agregó. 

Ballarino advirtió que algunas de las prácticas engañosas más comunes para desinformar en ciencia son el cherry picking —selección de datos en función de la conveniencia propia—, las pruebas anecdóticas, generalizaciones apresuradas y las falacias de autoridad.   

En el informe de la Universidad de Navarra citado anteriormente sobre «Entender y combatir la desinformación sobre Ciencia y Salud», también se recomienda: 

  • Promover una cultura de transparencia desde las instituciones públicas y privadas.

  • Activar sistemas de alerta temprana y respuesta rápida ante la desinformación. 

  • Impulsar la alfabetización mediática. 

  • Impulsar estudios multidisciplinares sobre la desinformación.

Para coberturas periodísticas: herramientas

Fabiola Torres, directora de Salud con lupa, sostuvo que ante las mentiras, la mejor respuesta será siempre la información basada en evidencia.

«La desesperación, el miedo y el asombro han permitido el avance de las pseudociencias. La desinformación no es un tema nuevo: cuando aparecieron las vacunas decían que los hombres se iban a convertir en vacas y que era un peligro vacunarse. Hay que tener cuidado con el negacionismo porque genera muertes», dijo Torres, cuyo reportaje «Amarakaeri: la carretera que cruza el corazón de la Amazonía», recibió el premio (2017) de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en la categoría Medio Ambiente. 

La periodista señaló que «hay que recuperar la confianza en la ciencia, pero no asumir que los científicos son infalibles. Necesitamos ayudar a generar hábitos de consumo de noticias sobre salud y ciencia con mentalidad crítica y ayudar a comprender a nuestras audiencias de forma sencilla cómo funciona la ciencia, y qué hay detrás de las desinformaciones o los mitos». 

Por su parte, Ballarino compartió algunas recomendaciones prácticas: 

  1. No difundir desinformaciones y evitar amplificar el relato de los movimientos negacionistas de la ciencia.

  2. Garantizar la diversidad de género. En la región el 46 % de los investigadores son mujeres, pero muchas siguen experimentando el efecto de techo de cristal. Propender por cubrimientos más equitativos. 

  3. No auspiciar debates o polémicas entre «dos campanas». Evitar la falsa equivalencia —o falso equilibrio— entre evidencia científica de calidad y opiniones sin respaldo.

  4. Ante un estudio científico dudar y preguntarse dónde fue publicado, quiénes son sus autores, quiénes sus financiadores y qué alcance tiene.

  5. Ser cautelosos a la hora de dar resultados de un preprintDejar claro que son resultados preliminares.

  6. Incluir en el artículo la opinión de un científico independiente que pueda decir si el estudio realmente aporta algo nuevo.

  7. No quedarse con el comunicado de prensa que envió la universidad o el centro de investigación: leer las conclusiones del paper.

  8. Desconfiar de los hallazgos que representan una «revolución», un «gran avance» o un «cambio de paradigma».

  9. Contextualizar datos: No caer en la trampa de pensar que un número es significativo en sí mismo. Es necesario explicar, describir y contextualizar para no conducir a conclusiones falsas.

«¿Cómo comunicar ciencia y mitigar la desinformación sobre salud?», es una guía práctica realizada por Chequeado desde una perspectiva de fact-checking, «para mejorar las coberturas periodísticas sobre temas vinculados a ciencia y salud. Se incluyen ejemplos y herramientas útiles para evitar y contrarrestar la desinformación».

En la guía se advierte que «la desinformación puede perjudicar la salud física y mental de las personas, incrementar la estigmatización, amenazar los valiosos logros conseguidos en materia de salud y estimular el incumplimiento de las medidas de salud pública». 

Medios recomendados por su tratamiento de temas científicos y de salud en la región: 

Salud con lupa: un medio nativo digital dedicado a la salud pública en Perú y con alcance en América Latina que pertenece a la Asociación de Periodismo con Lupa.

Latam Chequea-Coronavirus: es una iniciativa transnacional surgida «frente a la “infodemia”, la difusión de rumores y contenidos falsos». Diversos chequeadores de Latinoamérica crearon esta alianza «para compartir la información que producimos y, al unir esfuerzos, brindar mejor información a nuestras comunidades. Las desinformaciones que circulan en muchos casos son las mismas en distintos países y poder contar con el trabajo de otros ayuda a desmentir más rápidamente las falsedades y evitar su propagación».

Chequeado:  el primer medio (Argentina) de verificación en América Latina (2010) y el hemisferio sur, y uno de los diez primeros fact-checkers del mundo. 

Lupa: agencia de fact-checking brasileña. 

Colombia Check: un proyecto de Consejo de Redacción, que reúne a más de 100 periodistas asociados en Colombia para promover el periodismo de investigación. 

En 2021, tras la ola de desinformación que desató la pandemia del coronavirus, Salud con lupa y la red Latam Chequea crearon «Desinformantes», una plataforma que identificó a algunos de los principales difusores de mensajes falsos relacionados con la salud pública.

«Desinformantes», incluye fichas en las que se señalan las afirmaciones erróneas o engañosas de temas que se relacionan, sobre todo, con el origen y la propagación de la covid-19, las vacunas y falsas terapias. También tiene enlaces a verificaciones hechas por los equipos de fact-checking que conforman Latam Chequea. 


Fuentes consultadas

Informe «Entender y combatir la desinformación sobre Ciencia y Salud»

Encuesta realizada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT)

Chequeado: Guía ¿Cómo comunicar ciencia y mitigar la desinformación sobre salud?

VIDEO Fundación Gabo: Cómo verificar la desinformación en ciencia y salud

Newtral: El 60% de los encuestados asegura haber visto bulos sobre ciencia y salud en redes sociales, según un estudio

«Desinformantes»

Declaración Universal de los Derechos Humanos

Seminario web «Cómo verificar la desinformación en temas complejos»

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