Historia incompleta (y mal contada) de Granma sobre crisis diplomática entre Trump y Petro

“La tormenta de política exterior con Estados Unidos más grande y breve de la historia reciente”, así calificó el medio colombiano La Silla Vacía a la crisis diplomática exprés que se desató este domingo 26 de enero entre el país sudamericano y EE.UU. 

El diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), publicó el 27 de enero un reporte que hace alusión a lo ocurrido. La nota se difundió un día después del choque entre los presidentes de EE.UU., Donald Trump, y su homólogo de Colombia, Gustavo Petro, que tensó las relaciones entre ambos países.  

Sin embargo, el citado texto omite cuál fue el desenlace de la disputa e información relevante de contexto. 

El reporte de Granma cierra con un tuit del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, publicado el domingo 26 de enero a las 11:12 p.m., en el que el designado por Raúl Castro para ocupar la presidencia, transmite su apoyo a Petro “en su digna defensa de los derechos de los colombianos y su respuesta al tratamiento discriminatorio y al chantaje con el que se pretende presionar a su pueblo y a Nuestra América”.

A esa hora, ya el Gobierno colombiano y la Casa Blanca habían informado que se logró un “acuerdo” entre ambos países. 

Horas antes de la publicación de Díaz-Canel, las autoridades colombianas informaron que se había superado el “impasse” con EE.UU. Sin embargo, el medio oficial cubano no hace ninguna mención sobre esto. 

“Petro recula con los vuelos de migrantes deportados de Trump y EEUU no impondrá aranceles a Colombia”; “Ridículo de Gustavo Petro: declara la guerra comercial a Donald Trump y recula pocas horas después”; “Colombia recula y Trump convierte a Petro en el ejemplo de lo que pasa si 'levantas' la cabeza”, son algunos titulares de medios de prensa internacionales en español.  

¿Qué ocurrió y cómo lo contó Granma? 

Gustavo Petro no permitió el aterrizaje de dos vuelos que transportaban a unos 160 migrantes deportados, por estar en el país norteamericano de manera “ilegal”, según informó el Gobierno estadounidense.

El secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó en un comunicado que “el presidente colombiano Petro había autorizado los vuelos y proporcionado todas las autorizaciones necesarias, pero luego canceló su autorización cuando los aviones ya estaban en el aire”.

Esta información no fue mencionada por el medio del PCC.

Petro, y así lo reportó Granma, criticó que los migrantes supuestamente no eran tratados de forma “digna”, estaban “esposados” y eran trasladados en aviones militares, una medida anunciada previamente por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Ya otros países de la región habían recibido inmigrantes. 

Carolina Jiménez Sandoval, presidente de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), señaló en redes sociales que “lamentablemente, el uso de esposas es una práctica común”, que ya ha sido criticada por otros Gobiernos como Brasil, e indicó que la “novedad es el uso de aviones militares”.

Granma subraya que en “un comunicado oficial de la Oficina de la Presidencia, trascendió que el mandatario dispuso el avión presidencial para facilitar el 'retorno digno' a los connacionales deportados”. Este 28 de enero medios internacionales informan que ya llegó a Colombia un grupo de migrantes en una aeronave militar dispuesta por el Gobierno del país sudamericano. Según se ve en las imágenes los repatriados aparentemente no están esposados. 

Según Jiménez Sandoval, “los vuelos de deportación a Colombia y muchos otros países son una medida que lleva años ocurriendo”. 

La presidente de WOLA agregó que, “de 2020 a 2024, Colombia aceptó 475 vuelos de deportación desde EE.UU. (siendo el 5to país receptor de estos vuelos). En 2024 aceptó 124”. Estos datos también son omitidos por el diario Granma.

La decisión del presidente colombiano de no recibir los aviones con deportados desencadenó por parte de EE.UU. el anuncio de sanciones económicas y restricciones migratorias, que afectarían tanto a sectores comerciales como a funcionarios del gobierno colombiano. 

Tanto las medidas que impondría EE.UU. como las respuestas económicas que también anunció Petro, fueron mencionadas por Granma, esencialmente citando al mandatario colombiano, exguerrillero del grupo M-19, una de las tantas organizaciones armadas que operaron en la región en la segunda mitad del siglo XX, influenciados por la llamada “Revolución cubana”.

En Colombia, Petro fue criticado por su postura frente al conflicto con Trump. 

Por ejemplo, José Manuel Restrepo, exministro de Comercio de Colombia y rector de la Universidad EIA, advirtió: “La afectación económica puede ser severa. Estamos jugando con fuego”.

“Si Colombia realmente entra en una guerra comercial con Estados Unidos, es probable que en el corto plazo atraviese una recesión económica”, dijo, por su parte, Adam Isaacson de WOLA. 

El expresidente colombiano Juan Manuel Santos (2010-2018) también declaró sobre la repentina crisis diplomática: “Hacemos un llamado a la moderación que tanto recomendaba George Washington y al diálogo. Las relaciones entre países, especialmente entre socios cercanos como Colombia y EE.UU, no pueden conducirse a base de amenazas y acusaciones”.

Del otro lado, se sitúan los defensores de Petro, que incluyen a miembros de su alianza política, el Pacto Histórico, y apoyan sus reclamos; a pesar de quienes condenan la actitud contestataria del presidente ante el principal aliado comercial y estratégico de Colombia. 

Sandra Borda, profesora del Departamento de Ciencia Política y Estudios Globales de la Universidad de los Andes de Colombia, declaró a BBC sobre cómo queda la imagen de Petro tras esta marcha atrás en su posición que parece indicar la Casa Blanca: “Diría que fue un intento muy poco estratégico y mal calculado de Petro por establecer unos términos de relacionamiento con Estados Unidos. Salió muy mal”.