Inteligencia Artificial: ¿qué es el «dividendo del mentiroso»?

En agosto de 2023, una encuesta encontró que el 85 % de los estadounidenses estaban «muy preocupados» o «algo preocupados» por la difusión de audios y videos manipulados. El crecimiento de los deepfakes, que son imágenes falsas muy realistas recreadas por tecnología especializada, hace que muchas personas sientan desconfianza de las noticias que ven en los medios de comunicación.

Existe la posibilidad de que usuarios de redes sociales se aprovechen de esta desconfianza para afirmar que contenido verdadero es generado por inteligencia artificial (IA). Cada vez más personas saben que la IA puede recrear voces y gestos faciales. Por tanto, es comprensible que la ciudadanía sospeche de la información que consume.

Los académicos Bob Chesney y Danielle Citron llamaron a esta dinámica «el dividendo del mentiroso». Básicamente, lo que sugieren es que hay individuos que se benefician de un ambiente saturado de desinformación para sembrar dudas sobre la veracidad de eventos reales.

En los medios podemos observar casos recientes. Según informes sobre el conflicto entre Israel y Hamas, la «mera posibilidad de que contenido generado por inteligencia artificial esté circulando está llevando a las personas a descartar imágenes, videos y audios genuinos como no auténticos». El periódico The New York Times publicó una nota al respecto.

Se han hecho afirmaciones similares en política. Un artículo académico, citado por el Centro Brennan de Estados Unidos, examina el «dividendo del mentiroso», destacando varios ejemplos de funcionarios que niegan la autenticidad de contenido audiovisual.

Por ejemplo, el exministro de Asuntos Exteriores de España, Alfonso Dastis, afirmó que las imágenes de violencia policial en Cataluña eran «fotos falsas», algo que demostró no ser cierto. Al otro lado del Atlántico, el alcalde estadounidense Jim Fouts llamó «falsas, cintas manipuladas» a las grabaciones de audio en las que se le escuchaba haciendo comentarios despectivos hacia las mujeres y las personas racializadas. Expertos confirmaron la veracidad de las cintas.

En julio de 2023, el periodista Nilesh Christopher cubrió un caso en el que un político indio insistió en que un audio suyo había sido generado por IA. Equipos de investigación estuvieron de acuerdo en que al menos uno de los clips era auténtico.

El medio anti-desinformación venezolano Cazadores de Fake News realizó un panel el 24 de marzo sobre las potencialidades, estrategias y desafíos que la IA supone para el periodismo. «Lo que estamos viendo con la inteligencia artificial es una amplificación de la crisis de confianza; ya no sabemos qué es real y qué no», dijo Jacobo Castellanos, coordinador de oportunidades y amenazas tecnológicas de la organización WITNESS, refiriéndose al dividendo del mentiroso.

De acuerdo con Cazadores de Fake News, los periodistas se enfrentan a un escenario desventajoso, donde no solo deben combatir la manipulación, sino también lidiar con la percepción de que toda información puede ser potencialmente falsa.

Pero, ¿qué se puede hacer?

El panel de especialistas, compuesto además por Héctor Mazzarri y Joseph Poliszuk, dio estrategias para contrarrestar los impactos negativos de la IA en el ámbito periodístico. Estos incluyen la capacitación en herramientas digitales, que se erigen como soluciones fundamentales. Castellanos resaltó la capacidad de la IA para hacer tareas repetitivas y su impacto transformador para dar un servicio de calidad.

Un entrenamiento en esta materia posibilitaría que los profesionales de la comunicación se adapten a las nuevas tecnologías y las empleen en su beneficio. Asimismo, es importante darle a los lectores transparencia sobre los métodos de verificación y la generación de contenido, ya que es esencial para restaurar y mantener la confianza.

Los tres expertos coincidieron en la necesidad de establecer normativas éticas y pautas para la aplicación de la IA en el periodismo. La colaboración entre periodistas, expertos en tecnología y organizaciones de derechos humanos puede facilitar la creación de un marco de trabajo que combine la innovación tecnológica con la responsabilidad social.