Mariela Castro vuelve a dar declaraciones ENGAÑOSAS: atribuye al Partido Comunista «liderazgo» en derechos LGBTIQ+

Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) y diputada de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento cubano), en una aparición el 11 de diciembre en el programa oficial Mesa Redonda, atribuyó los «avances» en los derechos LGBTIQ+ en Cuba al «liderazgo» del Partido Comunista. 

La hija del general de Ejército Raúl Castro, afirmó que «la gente identifica al Cenesex solo con los temas LGBT; sin embargo, los temas de la educación de la sexualidad son muy amplios. Nosotros aprendimos de todos los avances que han ido alcanzando las mujeres, para también lograrlos en los derechos de las personas LGBTIQ+ desde la política y desde el liderazgo de nuestro Partido Comunista».

Esta afirmación es ENGAÑOSA porque, si bien en los últimos años se han reconocido derechos a las personas LGBTIQ+, Mariela Castro omite la historia de persecución y discriminación a dicha comunidad que se hizo una práctica sistémica durante las primeras décadas del régimen liderado por su tío Fidel Castro. Tampoco es la primera vez que la activista y funcionaria intenta manipular los hechos a favor del régimen.

A pesar de la afirmación de Castro Espín, el liderazgo del PCC decidió internar a parte de esa comunidad en campos de trabajos forzados en los años 60, los condenó al ostracismo social en los 70, con el llamado «proceso de parametración», los excluyó de profesiones y estudios universitarios y los criminalizó por años.

Las palabras de Fidel Castro, líder de la llamada «Revolución cubana» y del PCC durante décadas, son elocuentes de lo que pensaba la dirigencia comunista de los homosexuales. Castro aseguró en 1965 en una entrevista concedida al periodista Lee Lockwood y publicada en el libro Castro’s Cuba: «Nunca hemos creído que un homosexual pueda personificar las condiciones y requisitos de conducta que nos permita considerarlo un verdadero revolucionario, un verdadero comunista». 

Castro agregó que «una desviación de esta naturaleza choca con el concepto que tenemos de lo que debe ser un militante comunista (…). No creo que nadie tenga una respuesta definitiva sobre la causa de la homosexualidad. (...) Pero seré sincero y diré que los homosexuales no deben ser permitidos en cargos donde puedan influenciar a los jóvenes».  

En 1974, cuando entonces era Primer Ministro, Castro firmó la Ley 1267, que a su vez modificó a la Ley de Justicia Laboral y en la que se calificaba en su inciso j al «homosexualismo ostensible» como «socialmente reprobable». Este inciso señalaba particularmente a personas LGBT que «incidieran» en la niñez y la juventud.

Cuarenta años más tarde, en 2014, la propia Castro Espín lamentó que el nuevo Código de Trabajo no prohibiera la discriminación por identidad de género. Esta legislación sí prohibió la discrimación por orientación sexual. 

Cenesex hace «lavado de cara de la comunidad LGBT dentro de Cuba»

Adel Bonne Gamboa, activista cubano por los derechos humanos, y parte de la comunidad LGBTIQ+, declaró a Martí Verifica que Mariela Castro está «tratando de manipular» los hechos para favorecer al sistema político que representa. «Como parte de la cúpula del régimen está “haciendo bien su trabajo”: otorgándole estrellas al Partido Comunista», dijo Bonne.

El activista señaló que el Cenesex es «el lavado de cara de la comunidad LGBT dentro de Cuba, y ha intentado, a través de los años, hacer entender que ellos son pro-gays, después de haber acabado prácticamente con toda la comunidad metiéndolos en campos de trabajo forzosos. Ahora [Mariela Castro] habla de “liderazgo”, pero los pocos avances que ha tenido la comunidad LGBT han sido desde la lucha independiente. Recordemos que cuando el 11 de mayo [de 2019] la comunidad LGBT salió a la calle a exigir un derecho que después vino en su Código de Familia, el matrimonio igualitario, reprimieron porque no era una marcha que salió del Cenesex».

Bonne también denunció que en el país «siguen ocurriendo crímenes de odio; en las instituciones comunistas son homofóbicos con la comunidad LGBT y no le dan trabajo; los represores policías siguen siendo homofóbicos en los lugares públicos que frecuentamos» y que «el activismo independiente es el que ha denunciado todo esto que ocurre en la isla».

Además, apuntó que después del «apartheid que siempre ha habido con la comunidad LGBT», ahora «tratan de manipular» su historia, y advirtió sobre el Código de la Familia, que «como todas las leyes en Cuba, están ahí, pero funcionan a conveniencia de cuando ellos [las autoridades] entiendan».

Por su parte, la periodista y activista cubana Marta María Ramírez dijo a Martí Verifica que «quisiera poder definir a qué avances en la comunidad LGBT se refiere [Mariela Castro]».

«En cualquier caso, lo que se reconoce como “avances”, fueron derechos postergados en la sociedad cubana. Quisiera entender, si estos “avances” se debieran al “liderazgo” del Partido Comunista, por qué el PCC los dilató durante tanto tiempo y negó la posibilidad del matrimonio igualitario, diciendo que solo podría ser si se cambiaba la Constitución, lo que terminó siendo una de las grandes mentiras del Partido», señaló.

En vez de impulsar los derechos de las personas LGBT+, el Partido Comunista de Cuba (PCC) ha reprimido a la comunidad en el pasado, y en años recientes ha sido retardadora de cambios. Por ejemplo, Ramírez cuestionó «por qué fue tan postergado el Código de las Familia, que administrativamente ni siquiera sabemos cómo se traduce y ya pasó un año de su aprobación». 

«Salvo los matrimonios igualitarios, ¿cuáles son esos otros “impactos” que se pueden traducir a partir de las estrategias legislativas que terminan siendo un lavado de cara hacia el exterior a partir de toda la presión que ha hecho el activismo y el periodismo independientes?», agregó Ramírez. 

La activista plantea otras interrogantes: «¿Si es voluntad del Partido, por qué no acaban de legislar una Norma integral para la atención de las personas transexuales y se ha quedado sólo en los pronunciamientos del Cenesex y la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (SOCUMES). ¿Por qué se quedaron durante la pandemia las personas trans sin acceso a servicios de salud que deberían estar garantizados durante sus procesos identitarios? ¿Qué pasa con las poblaciones envejecidas de la comunidad que viven solos y en  condiciones muy precarias? ¿Cómo se implementan los programas de reproducción asistida para mujeres lesbianas, dónde están los programas públicos de atención a las mujeres lesbianas para la detección del cáncer cérvico uterino, los de detección de cáncer de mamás en personas trans; dónde están sus garantías? ¿Dónde están los registros de crímenes de odio? ¿Por qué no hay parlamentarios con agenda LGBTIQA+ y el único que lo intentó no sobrevivió dentro de la Asamblea? La misma pregunta para el PCC en sus altas esferas. ¿Por qué son mujeres cis y heterosexuales quienes hablan en nombre de un colectivo al que no pertenecen? Entonces, no hay voluntad política»

En sus declaraciones Mariela Castro sostuvo, además, que «la educación de la sexualidad es uno de los recursos ideológicos para realizar un trabajo de transformación cultural profundo necesario en un proceso de transición socialista». 

A pesar de las actuales declaraciones de la sexóloga Mariela Castro, en 2010 ella reconocía que en el Partido Comunista se discriminaba a los homosexuales. En ese entonces, dijo a periodistas en La Habana: «Estoy preparando una carta para la dirección del Partido, donde estoy solicitando que también dentro del Partido Comunista de Cuba estos elementos sean tratados y las personas no sean discriminadas por su orientación sexual e identidad de género».

No fue hasta 2014 que el Partido Comunista de Cuba recogió en sus estatutos la obligación de sus militantes de enfrentarse a los prejuicios y conductas discriminatorias por diversas causas, entre ellas la «orientación sexual».

Otra versión ENGAÑOSA de Mariela Castro sobre campos de trabajo para homosexuales en Cuba

Mariela Castro Espín, aseguró en una entrevista publicada el 29 de junio con la política mexicana María Clemente: «[No hubo] ningún campo de concentración en Cuba contra los LGBT, era el Servicio Militar Obligatorio». Esta afirmación también es ENGAÑOSA.

Expresó estas palabras para referirse a las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), que existieron en la isla de 1965 a 1968, principalmente en la región de Camagüey.

Las investigaciones consultadas recogen que las UMAP sí fueron campos de concentración y de trabajos forzados, como los calificara la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 1967, aunque no exclusivos para la comunidad LGBTIQ. También allí fueron internados contra su voluntad personas religiosas, opositores al Gobierno, ciudadanos con antecedentes penales y objetores de conciencia, entre otros.

«Para la comunidad LGBTQ quedó claro que [Fidel Castro] fue el principal responsable del emplazamiento de las UMAP, aquellos infames campos de trabajo forzado adonde fueron enviados miles de jóvenes, entre ellos, cientos de homosexuales», declaró en una entrevista concedida a Letras Libres, el ensayista e historiador Abel Sierra Madero.

Incluso, en el año 2010 Fidel Castro admitió su responsabilidad en la persecución a homosexuales, en una entrevista publicada por el diario mexicano La jornada.

Mensaje de presa política trans Brenda Díaz a Mariela Castro: «Estoy cansada de tanta falacia»

La prisión política de la mujer trans Brenda Díaz, es un caso paradigmático que interpela la narrativa de Mariela Castro sobre el supuesto liderazgo del PCC a favor de las personas LGBTIQ+. En mayo de este año, Díaz, condenada a 14 años de prisión por las protestas antigubernamentales de julio de 2021, envió desde su encierro un mensaje a Mariela Castro, tras las declaraciones sobre su situación que dio la directora del Cenesex a la prensa extranjera.

Durante la presentación de las XVI Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, Mariela Castro, fue cuestionada sobre las violaciones de derechos humanos en prisión denunciadas por los familiares de Brenda Díaz. «Brenda está muy bien ahí (…) [ella] no sabe que es una figura mediática que han inventado contra Cuba. (...) Es una historia sobredimensionada y llena de fantasías», comentó la hija de Raúl Castro. 

Por su parte, Díaz dijo estar cansada de «las falacias que le tienen metidas a ella y a todo el personal de este país sobre esta prisión (...) La comida aquí es sancocho, no hay quién se la coma (...) No hay ni siquiera una duralgina para darme», y «estoy ahora mismo volada en fiebre».

Ana María García, madre de Brenda, también desmintió a Mariela Castro. «Todas las cosas que Brenda ha pasado en la prisión han sido reales. Brenda no ha sido atendida médicamente y ahí no le dan ningún tipo de medicamento (...) Y los retrovirales ahora se los están dando, porque yo tuve también que llevarle hace tres meses», denunció. 

Brenda Díaz, fue condenada a 14 años y siete meses de prisión por cargos de supuesto sabotaje, desórdenes públicos y desacato. Luego le fue impuesta otra sanción adicional de 7 meses, por la acusación de presunto desacato, tras un incidente con un guardia de la prisión donde se encuentra (una cárcel para portadores del VIH en Güines, Mayabeque). Según afirma Ana María García, Brenda fue la víctima en dicho incidente y fue golpeada.

Además, la presa política está internada con hombres y no en una sección de mujeres, fue rapada y ha sido golpeada en repetidas ocasiones. Dichas represalias son la respuesta de las autoridades por su oposición al PCC.

Joven homosexual fue expulsado de su trabajo por no querer ingresar al PCC

En abril de 2013, Jose Alberto Martínez Ramos fue expulsado de su centro de trabajo tras negarse a ingresar al Partido Comunista, reportó el medio CubaNet. El joven residente en el municipio especial Isla de la Juventud, fue despedido de la Empresa del Tabaco, donde trabajaba desde hacía 12 años. En el proceso de despido Martínez Ramos recibió insultos homofóbicos, según contó.

Al siguiente año, la directora del Cenesex también lamentó que el nuevo Código del Trabajo no proscribiera la discriminación por orientación sexual. «Sigo sosteniendo que la discriminación por identidad de género queda pendiente en nuestra legislación», señaló en una declaración publicada en el sitio web del Centro Nacional de Educación Sexual. 

Sin embargo, esta realidad prevalece. Otros casos como el de José Alberto Martínez Ramos han sido documentados por el Observatorio Cubano de los Derechos LGBT (OBCUD LGBT); que advierte que el verdadero motivo de la expulsión es la orientación sexual de las víctimas. 

También Daniel Rodríguez Álvarez dijo que fue obligado a pedir la baja de la carrera de Medicina por su condición homosexual, después de haber estudiado en la Escuela Militar Camilo Cienfuegos. Daniel refirió que fue amenazado con «baja deshonrosa» y nunca llegó a graduarse.

En mayo de 2021, el cubano Ricardo Vázquez Morales también denunció ser víctima de acoso por la Seguridad del Estado debido a su condición de opositor y homosexual, según refirió en un video divulgado por el proyecto audiovisual Delibera, del periodista independiente Yuri Valle Roca.

Cuba es signatario de los Principios de Yogyakarta que extienden explícitamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos a las personas homosexuales, bisexuales, transexuales y transgénero.