¿Quién es Eamon Gilmore y por qué su visita a Cuba es importante para las relaciones con la UE?

El irlandés Eamon Gilmore (1955), representante de la Unión Europea (UE) para los Derechos Humanos, visita Cuba entre el 22 y el 25 de noviembre para evaluar la situación de los DD.HH en la isla, según lo pactado bilateralmente en el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (PDCA, en inglés), firmado el 12 de diciembre de 2016. 

El político socialdemócrata llega al país en la misma semana en que falleció bajo custodia del Estado, el preso político Luis Barrios Díaz, detenido tras las protestas antigubernamentales de julio de 2021. Según información del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), el joven de 36 años murió tras complicaciones respiratorias agravadas por decisión de las autoridades carcelarias de no mantenerlo ingresado en un hospital. 

Gilmore también viaja a La Habana una semana después  de realizarse  el IV Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra (Suiza), donde la delegación oficial cubana expuso un discurso en ocasiones manipulador y desinformador. Algunas de las afirmaciones FALSAS o ENGAÑOSAS que Martí Verifica identificó del discurso público de representantes del régimen cubano, están relacionadas con los presos políticos, la situación en las cárceles de la isla, el nuevo Código Penal, la protección de los derechos de las mujeres y la falta de libertad de expresión, entre otras violaciones de derechos humanos en el país.  

De acuerdo  con un artículo publicado en Deutsche Welle (DW) por la periodista cubana Yoani Sánchez, «el contexto nacional en el que llega el funcionario no puede ser más adverso. En medio del éxodo masivo más significativo de las últimas décadas, con más de mil presos políticos y una profunda crisis económica, la isla le dará múltiples dolores de cabeza al enviado de Josep Borrell [alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad]».

Sánchez comentó que el mayor reto del viaje de Gilmore  a Cuba, «será de esquivar la abrumadora agenda que el régimen de La Habana le prepara para evitar que mire hacia las zonas más problemáticas y dolidas de la realidad cubana».

El acuerdo que entró en vigor en julio de 2017 entre el Gobierno cubano y la Unión Europea puso fin a veinte años de silencio diplomático. La UE se sumó al clima de deshielo entre la Administración Obama y el régimen de Raúl Castro. 

Ambas partes suscribieron el «respeto de los derechos humanos universales consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros instrumentos internacionales pertinentes en materia de derechos humanos». Sin embargo, numerosos informes y denuncias de organizaciones extranjeras y de la sociedad civil cubana evidencian que no hay avances concretos y significativos en Cuba en la mejora de los DD.HH., las libertades fundamentales y las condiciones socioeconómicas de los ciudadanos, como establece el Acuerdo. 

¿Cuál es la trayectoria política de Eamon Gilmore? 

El exlíder del Partido Laborista irlandés (elegido sin oposición para encabezar esa agrupación política en 2007; renunció al cargo en julio de 2014), es profesor adjunto de la Facultad de Derecho de la Universidad de la Ciudad de Dublín, según la información publicada en su página web oficial. 

Gilmore fue nombrado en su país Tánaiste (viceprimer ministro) y ministro de Asuntos Exteriores y Comercio de Irlanda, de 2011 a 2014.

Desde febrero de 2019, el diplomático de 68 años es Representante Especial de la Unión Europea para los Derechos Humanos desde febrero de 2019. Fue enviado especial de la Unión Europea para el Proceso de Paz en Colombia.

¿Qué sabe Gilmore de la crisis de derechos humanos en Cuba? 

En una publicación en X (antes Twitter) de octubre de 2019, Eamon Gilmore dijo haber sostenido un «diálogo de Derechos Humanos con Cuba hoy», al informar sobre un encuentro que sostuvo en Bélgica con varios funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano (Minrex).

El político irlandés añadió que se tomó un momento para mostrarle a Rodolfo Reyes, el entonces director general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional del Minrex, una tienda de cigarros cubanos en Bruselas. «Se discutieron muchos temas importantes durante el día», aseguró Gilmore.

En la imagen que compartió aparecen otras personas, entre ellas Norma Goicochea, exembajadora del régimen cubano ante la Unión Europea, y actual presidenta de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU). Martí Verifica ha chequeado en otra ocasión el discurso desinformador de la funcionaria Goicochea.

Un año después, Gilmore asistió a un encuentro organizado por la diplomacia de la República Checa, donde escuchó a «defensores de derechos humanos de Venezuela, Cuba, Egipto y Kirguistán».

A finales de octubre de 2023, el representante de la Unión Europea se reunió en Bruselas con la historiadora de arte y activista cubana por los derechos humanos, Carolina Barrero. 

«Hablamos de la situación de los presos y perseguidos políticos, del acoso a sus familiares, de las formas de tortura y tratos degradantes a las que son sistemáticamente sometidos, de la falta de acceso a una defensa justa e independiente del Estado, de la criminalización de los derechos civiles y la participación política», detalló Barrero en redes sociales.

En la capital belga, la joven cubana también le transmitió a Gilmore «la preocupación sobre las redes de tráfico humano con participación del régimen, que incluyen el envío de combatientes cubanos a Rusia y las misiones médicas». Barrero comentó además al funcionario europeo sobre el aumento de la violencia contra las mujeres en la isla. 

Sobre la visita a La Habana del representante de la UE para los Derechos Humanos, Barrero declaró a Árbol Invertido que «es un momento en que el régimen va a estar siendo observado, un momento en que los cubanos pueden alzar su voz sabiendo que si los reprimen y encarcelan, el régimen quedará aún más expuesto».

No obstante, Yoani Sánchez advierte que «una cosa es leer todos esos alarmantes reportes y escuchar las historias de los emigrados y otra, muy diferente, oír las voces de las víctimas dentro de Cuba e incluir en su programa el contacto con la parte más silenciada y vulnerada de nuestra sociedad». 

Sánchez, hostigada sistemáticamente por la policía política, sugirió a Gilmore «escurrirse de gestos simbólicos y alfombras rojas», haciendo alusión a la agenda oficial que le prepararán en La Habana, e «ir más allá, escurrirse de los gestos simbólicos y las alfombras rojas para adentrarse en lo que aqueja y atemoriza a una sociedad. En caso de seguir un programa acorde con su cargo (…) no podría dejar de visitar al menos una cárcel cubana». 

Camila Rodríguez, fundadora y directora del Grupo de trabajo sobre detenciones políticas Justicia 11J, también advierte en un artículo publicado en EUobserver, que «la visita de Gilmore corre el riesgo de legitimar al régimen cubano si no adopta una postura pública firme sobre la situación de los derechos humanos y expresa su solidaridad con los defensores de los derechos humanos». 

La también directora de programas de la Iniciativa para la Investigación y la Incidencia, denunció que se trata de «un régimen que ha destruido sistemáticamente la posibilidad de actuar de una sociedad civil independiente, ha fragmentado a una generación de personas honorables, ha destrozado la paz de cientos de hogares y ha desgastado, si es que era posible hacerlo aún más, la esperanza de Democracia y justicia en Cuba».

¿Cuáles han sido otros pedidos a Gilmore de activistas cubanos y organizaciones internacionales? 

El Consejo para la Transición Democrática en Cuba, la Red Femenina de Cuba y el Partido Demócrata Cristiano, pidieron a la Unión Europea (UE) intervenir en el caso de la historiadora y profesora cubana Alina Bárbara López Hernández, sometida a un proceso judicial por «desobediencia» tras negarse a asistir a una citación de la policía política del régimen cubano. 

La solicitud a la UE fue enviada directamente al representante para los Derechos Humanos, Eamon Gilmore, con motivo de su viaje a Cuba.

En mayo, López Hernández sostuvo un encuentro con el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, durante su estancia en la isla.

«La conversación que mantuvieron entre ellos fue franca. En ella la Sra. López Hernández le expuso la difícil situación que se vive en Cuba en todos los ámbitos: social, educativo, político y económico. Esta exposición hecha al Sr. Borrell le ha costado una acusación por un supuesto delito de “desobediencia” y será juzgada (...) el día de su llegada», dice la carta enviada a Gilmore, reportó 14ymedio.

Esta semana, desde la prisión El Típico de la oriental provincia de Las Tunas, el preso político Jorge Luis Gamboa Román, también envió un mensaje a Gilmore, con motivo de su próxima visita oficial.

Amnistía Internacional cuestionó este martes, a propósito de la llegada a Cuba de Eamon Gilmore: «¿Qué puede hacer la UE con relación a la crisis de derechos humanos en el país?». La organización sugirió revisar un informe donde advierte que, en la isla, «se están restringiendo cada vez más la libertad de expresión, de reunión pacífica y de asociación. La UE y sus Estados miembros deben abordar el alcance y la gravedad de la situación».

A inicios de este mes, activistas cubanos y ONG defensoras de derechos humanos que hablaron con Diario de Cuba coincidieron en que el viaje de Gilmore a la isla, es una oportunidad para que la Unión Europea deje de hacer «silencio» y «se incline la balanza ética internacional en favor del pueblo cubano».

La activista política cubana Rosa María Payá, fundadora de la iniciativa ciudadana Cuba Decide, también pidió al relator para los Derechos Humanos de la UE, que visite en prisión a José Daniel Ferrer, el líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), encarcelado desde el 11 de julio de 2021.

«Compruebe usted mismo la realidad de más de mil presos de conciencia en Cuba. Escuche las voces de la alternativa y de las víctimas que la dictadura silencia», escribió Payá en X.

El activista cubano Pedro Albert Sánchez instó a Gilmore en una carta enviada por correo electrónico a pedir la liberación de los presos políticos y le pidió que reciba a un grupo de activistas de la sociedad civil independiente.

«Yo le preguntara: ¿tiene usted la posibilidad de visitar a los familiares de los presos políticos en Cuba y a los presos políticos? Le preguntaría otras cosas: ¿Hasta qué punto, cuando viene algún representante de la Unión Europea a Cuba, logra tener contacto con la verdadera realidad cubana, con los ciudadanos? ¿Y a partir de ahí, se valora, realmente, el cumplimiento de los derechos humanos o la violación a los derechos humanos?», dijo a Martí Noticias Sánchez, en referencia a un hipotético intercambio con el funcionario europeo.

¿Los DD.HH en el centro del acuerdo entre la UE y Cuba?

Un grupo de organizaciones defensoras de DD.HH. pidieron a finales de mayo pasado al jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, poner el tema de los derechos humanos y la cooperación con la sociedad civil independiente, en el centro del diálogo entre la UE y La Habana, a partir del vigente Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la Unión Europea y el Gobierno cubano.

Es «un momento crucial» para los defensores de las libertades en la isla, según destacaron en una carta publicada en el sitio web de Civil Rights Defenders (Suecia), y firmada además por otras siete organizaciones, entre ellas Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW).

Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de HRW, señaló en una audiencia en la Eurocámara, según reportó DW, que «en Cuba hay crisis de derechos civiles y políticos por la represión del disenso masivo en las calles y los cientos de personas encarceladas, entre ellos tres decenas de menores, y procesadas en ese contexto; hay crisis en lo social y en lo económico, medida en el aumento de mortalidad infantil, en escasez de alimentos y medicamentos. Y hay una crisis migratoria: en la frontera terrestre de Estados Unidos se ha interceptado 380.000 ciudadanos cubanos, entre 2020 y lo que va de 2023, lo que representaría un 3,5 por ciento de la población de Cuba». 

Por otro lado, a dos años de las manifestaciones conocidas como 11J, se aprobó una resolución no vinculante del Parlamento Europeo, que critica a Josep Borrell por haber «contribuido» al «blanqueo del régimen cubano» y desaprovechar durante su visita a Cuba, «la oportunidad de apoyar la democracia a través de la sociedad civil cubana»

En el texto se pide la «liberación inmediata e incondicional» de los detenidos por participar en las protestas del 11J y de todos los presos políticos. Además, «envía un mensaje claro sobre las preocupaciones de la Unión en relación con las violaciones de los derechos humanos en Cuba».

Los eurodiputados también pidieron adoptar sanciones contra los responsables de las violaciones de los derechos humanos en Cuba, entre ellos el presidente Miguel Díaz-Canel y otros altos cargos del régimen cubano. La resolución denunció, además, el abierto apoyo de Cuba a Rusia en el contexto de su invasión a Ucrania.

Por su parte, el Parlamento cubano emitió una declaración, en la que calificó al texto que condena las violaciones y abusos sistemáticos de los derechos humanos en Cuba, de «injerencista» y «difamatorio».

En tanto, la activista por los derechos humanos Camila Rodríguez, pide a la Unión Europea que «si el Estado cubano no ofrece garantías de respeto a los derechos humanos y de existencia de una sociedad civil independiente, y mecanismos de evaluación (...) suspenda el acuerdo intergubernamental».

En la resolución se subraya que el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la UE y el Gobierno cubano, incluye una cláusula de derechos humanos y que, en caso de no cumplirse, el Acuerdo puede suspenderse.