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Cubanos hacen cola en una oficina de cambio de moneda local en La Habana, el 26 de octubre de 2004. Foto: REUTERS/Claudia Daut CD/HB.
Cubanos hacen cola en una oficina de cambio de moneda local en La Habana, el 26 de octubre de 2004. Foto: REUTERS/Claudia Daut CD/HB.

Anuncian nuevo régimen cambiario para el mercado de divisas en Cuba: ¿habrá una “flexibilidad” real?

Por: Marleidy MuñozPublicado: 23 de diciembre de 2024 - Actualizado: 23 de diciembre de 2024

Si tienes poco tiempo...

  • Expertos muestran escepticismo sobre la resolución de problemas estructurales y la efectividad del régimen anunciado, viéndolo más como una continuación de prácticas anteriores que como una solución innovadora.

  • La sostenibilidad del sistema propuesto genera dudas, dada la falta de independencia del Banco Central, la posible no disponibilidad de divisas para venta y otras limitaciones institucionales y tecnológicas.

Según se anunció el 18 de diciembre en la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral cubano), un nuevo régimen cambiario de divisas, con una tasa “flotante” actualizada por las autoridades bancarias, se implementaría en Cuba, frente al actual sistema que tiene un cambio fijo oficial. 

El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, declaró que se establecerá “una tasa al día” y la medida va a permitir “mayor flexibilidad”, para competir con el mercado de divisas informal, donde los precios del dólar y el euro suelen ser mayores y hay más disponibilidad de efectivo que en las instituciones estatales. 

Con el principal objetivo de captar divisas que circulan fuera del mercado oficial,  mitigar la inflación y en general aliviar la crisis económica en el país, las autoridades aspiran a que el sistema bancario (estatal) pueda “competir” con la compraventa informal de divisas. 

Marrero Cruz también aseguró que el Gobierno aprobará que las empresas puedan cobrar sus productos y servicios en divisas, con previa autorización estatal. 

Aunque el funcionario aseguró que “esto ya se aprobó” al interior del régimen cubano, no precisó cuándo entrará en vigor este sistema ni cuál será el tipo de cambio inicial entre el peso cubano (CUP) y el dólar estadounidense (USD).

¿Cómo funciona el mercado de divisas en Cuba hoy?

Cuba tiene actualmente dos tipos de cambio oficiales, uno para personas jurídicas (1 USD = 24 CUP) y otro para personas físicas (1 USD = 120 CUP). Este último rige en las Casas de Cambio (Cadeca), entidades del Estado cubano para la compraventa de divisas. 

Mientras tanto, en la calle  la moneda estadounidense se está cambiando este lunes 23 de diciembre por unos 310 CUP (registró un descenso en los últimos días), según la tasa referencial del medio independiente elTOQUE, que monitorea en tiempo real el mercado informal de divisas en el país. 

Desde el “ordenamiento” de 2021 hasta hoy: ¿se resuelve el problema del régimen cambiario en Cuba? 

Tras el anuncio oficial de una supuesta tasa flotante para el cambio de divisas, varios expertos han expresado dudas sobre su implementación y advierten que no resolvería las causas estructurales de la crisis económica ni fomentaría un mercado equilibrado.

El Doctor en Economía, Pedro Monreal, resumió en una publicación en redes sociales que desde la llamada “Tarea Ordenamiento” -un conjunto de reformas qué fracasó-, de enero de 2021 y hasta el 3 de agosto de 2022,operó en el país esencialmente un régimen cambiario oficial de tipo fijo 1 USD=24 CUP. 

A partir del 4 de agosto de 2022, el Gobierno cubano agregó un componente “flexible” con tasa 1 USD=120 CUP para el “sector población y no estatal”, similar al que había estado presente en el mercado informal, estigmatizado por las autoridades.

La presidencia del Banco Central informó que se trataba de un tipo de cambio “económicamente fundamentado”, próximo a la tasa informal de 1 USD=115 CUP. 

El entonces ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, quien luego sería destituido y detenido por presunta corrupción, también informó que no era “un tipo de cambio de equilibrio, es un cambio que estimula la compra”. De hecho, comenzó exclusivamente con operaciones de compra estatal de divisas.

De acuerdo con el economista Pedro Monreal, “posteriormente se agregó la venta estatal de divisas, pero mediante un embrollado proceso con demoras y restricciones que es precisamente un factor clave para que el mercado informal haya funcionado con mayor dinamismo”. 

¿Cuán “nuevo” será el régimen cambiario anunciado para Cuba en 2025?

El experto Pedro Monreal señaló que, esencialmente, en la nueva estrategia oficial se mantendría el régimen cambiario de tipo fijo, con variación de su componente secundario de cambio para el “sector población y no estatal”. 

“Un régimen cambiario consiste en reglas que describen la función del Banco Central en la determinación del tipo de cambio de la moneda nacional y en un país como Cuba, economía abierta con predominio de entidades estatales, son estas el sujeto central de aquellas reglas”, explicó el economista cubano. 

En este contexto se ha hecho referencia por parte de las autoridades y la prensa estatal cubana del término “tasa flotante” (floating rate), que es cuando la tasa de cambio o interés no está definida a priori, sino que depende del mercado. 

Según advierte Monreal “la utilización del término 'tasa flotante' pudiera enturbiar, en vez de aclarar, lo que se ha propuesto oficialmente. Pudiera responder a una decisión política de darle opacidad a algo que no es un régimen cambiario 'nuevo' ni que incluye una 'flexibilidad' inédita”.

El economista considera que, “por el momento, permanece enigmático el uso oficial del término 'tasa flotante'”. 

En opinión de Monreal, “no queda claro si sería una 'flotación limpia' (acción libre de mercado) o una 'flotación sucia' (flexibilidad con posible intervención estatal)”. 

El experto concluyó que “se mantendrá esencialmente en Cuba un régimen cambiario de tipo fijo con modificación en su componente secundario de operaciones con el 'sector población y no estatal', principalmente para recaudar divisas y no como mercado cambiario propiamente dicho”.

Por otra parte, el economista e investigador Miguel Alejandro Hayes también señaló en sus redes sociales que “lo que viene tiene todas las papeletas para ser un remake (la continuidad es un bucle) de la medida de agosto del [año] 22”.

“Al igual que en aquel entonces, lo que buscan no es crear un mercado cambiario oficial, sino competir con los privados por los dólares de turistas y remesas vía tasa de cambio. Guerra de tasa de cambio anunciada”, agregó. 

De acuerdo con Hayes, lo anunciado recientemente “no es un mercado cambiario, porque apenas habrá venta de los dólares que adquiriera el Estado”, sino “la enésima y aburrida operación de extracción de remesas porque les urge”. 

¿El Gobierno cubano podrá garantizar la sostenibilidad del mercado de divisas formalizado? 

Pavel Vidal, Doctor en Ciencias Económicas y profesor de la Universidad Javeriana de Cali (Colombia), dijo al medio independiente el TOQUE, que “la pregunta del millón es: ¿esto va a ser sostenible?”

Según Vidal, investigador principal del Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba (OMFi), “hay varios elementos institucionales, tecnológicos, y políticos, que pueden atentar contra la sostenibilidad de este mecanismo cambiario que se va a crear”. 

El experto señala, en primer lugar, “la falta de autonomía del Banco Central” de Cuba (BCC), que limitaría su independencia “para mover la tasa de cambio en una dirección u otra, sobre todo hacia la depreciación por motivos políticos”. 

De acuerdo con los escenarios trazados por Vidal, quien se desempeñó como analista en la División de Política Monetaria del BCC, “el Gobierno puede decir: 'creemos que no es el momento más adecuado' para la depreciación, porque eso puede crear malestar social, protestas (…) hay que ver si el Gobierno está dispuesto a asumir ese costo político de la depreciación. Como el Banco Central y el sistema financiero en general, no son independientes, pues no va a ser posible que se mueva la tasa de cambio solo basado en criterios técnicos”. 

El profesor Vidal señala además, que “no estamos seguros que se va a garantizar que los dólares y euros que compren los bancos y las Cadecas se vayan a vender [a la población]. Con una economía en crisis, y el gobierno sin poder pagar sus deudas, comprar alimentos, medicinas… es una tentación ver la disponibilidad de (...) cientos de miles de dólares, y podrían utilizar esas divisas para financiar importaciones o determinadas empresas estatales, lo cual sería el fracaso rotundo, porque no es ese el objetivo del mercado cambiario formal”. 

Si lo anterior está entre las intenciones reales del régimen cubano al tomar esta medida, Pavel Vidal advierte que “ese mecanismo no va a funcionar”. Por el contrario, podría generar “un desequilibrio entre la compra y venta y una depreciación muy significativa de la tasa de cambio, lo que va a generar una emisión de pesos cubanos y mayor inflación”.

En resumen, el economista apunta que, “si este mecanismo se usa para obtener divisas, va a ser un mecanismo inflacionario que va a promover más la desigualdad y la pobreza en la sociedad cubana”. 

Además, en el contexto cubano influyen otras cuestiones como las insuficiencias tecnológicas del sistema bancario estatal; el déficit de fuerza de trabajo, entre otras causas por la emigración de los últimos años; así como la falta de sucursales y cajeros automáticos. 

Por su parte el economista y profesor cubano Mauricio De Miranda Parrondo, Doctor en Economía Internacional y Desarrollo, también comentó en una reciente entrevista que “el sector privado debería operar los mercados cambiarios, pero la política económica del Gobierno ha tenido como divisa fundamental a lo largo de muchísimas décadas, y como prioridad esencial: mantener el control, el monopolio, tenerlo todo controlado. Eso no resuelve los problemas de la economía cubana”.


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