La inflación en Cuba no se detiene: ¿cómo afecta la crisis agropecuaria?

La inflación se dispara en Cuba en 2025: “se aceleró en los últimos 5 meses, indicando que sigue fuera de control”, advirtió en redes sociales el 22 de febrero el Doctor en Economía, Pedro Monreal. 

Según el experto, la inflación en el primer mes del año tuvo “un incremento mensual de 2,06%, equivalente a una tasa anualizada de 27,7%, un nivel muy alto que indica la incapacidad gubernamental para proveer el necesario equilibrio macroeconómico”. 

Monreal precisó, además, que “no pocos economistas consideran que la medición oficial cubana subvalora el nivel real de la inflación del país”, por lo que los indicadores podrían ser peores. 

Los análisis de Monreal toman como referencia el informe oficial del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), publicado la semana pasada.

En economía, la inflación es el aumento generalizado de los precios de los bienes y servicios en un periodo de tiempo, lo que equivale a la desvalorización de la moneda. 

Aumento del precio de los alimentos: ¿cuál es el efecto de la crisis agropecuaria? 

Aunque desde la propaganda oficial se ha hablado de un supuesto “oxígeno” que estaría tomando la economía nacional, y el Gobierno cubano estimó un ligero “crecimiento” de 1 % para 2025, las cifras correspondientes al año 2024, expuestas en la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) el pasado diciembre, muestran la profundidad de la crisis en la isla.

En Cuba todavía “hay estanflación y continúa deteriorándose el nivel de vida de los hogares”, apuntó entonces Monreal. 

Según datos ofrecidos en el Parlamento por Joaquín Alonso Vázquez, titular del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), “no se cumplieron las producciones agrícolas, con los peores resultados en viandas, carnes y hortalizas”. El funcionario calificó de “limitada” la “recuperación en los productos nacionales”.

En los últimos cinco años, Cuba ha perdido más del 85 % de la producción de carne de cerdo, y su precio se ha disparado hasta volverse inalcanzable para muchos residentes en la isla.

Entre 2017 y 2023, la producción de carne de cerdo disminuyó de 200.000 toneladas a 13.300 toneladas, marcando un mínimo histórico, de acuerdo con datos presentados en el programa televisivo oficial Mesa Redonda.

El cerdo no es el único alimento escaso en la isla. De acuerdo con cifras presentadas en la Asamblea Nacional, se incumplieron los planes de producción de alimentos básicos como la leche, el huevo, la carne y el maíz. Y aunque, supuestamente, “sí se lograron los planes de arroz, frijoles, hortalizas y viandas”, estas producciones no alcanzaron para cubrir la demanda de la ciudadanía.

Los números oficiales recogidos por la estatal ONEI en el capítulo de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca del Anuario Estadístico de Cuba 2023, también muestran una reducción de la existencia de ganado vacuno [de un total (por miles de cabezas) de 3 817,3 en 2019 a 3 252,4 en 2023]; y de la producción de leche de vaca (512 Mt en 2019 a 230,8 en 2023). 

La producción de arroz, un alimento básico en la dieta de los cubanos, también sufrió una caída en 2023 reflejada en un -59,1%. El precio del arroz en el mercado informal cubano ronda los 300 pesos la libra y el que se vende por la libreta tiene meses de falta, según conoció Martí Noticias esta semana. 

La producción de huevos también descendió. Además, fueron negativos los indicadores de captura de pescado, aunque en este sector la mayoría de la pesca está destinada al sector del turismo o importación. 

En este contexto, Monreal señala que “la inflación es 'halada' principalmente por el aumento del precio de los alimentos, reflejando la grave crisis agropecuaria del país”. 

En medio de la escasez generalizada en la isla, “comer se ha convertido en el centro de la atención y de las preocupaciones familiares desde hace tiempo”, reportó el medio independiente elTOQUE. 

Según un monitoreo del citado medio independiente de algunos alimentos “para final de 2024, en La Habana, un cartón de 30 huevos podía costar 3 200 CUP; un paquete de 5 kg de muslos de pollo alrededor de 1 200 CUP; 1 lb de pierna de cerdo 900 CUP (con hueso y pellejo), si era carne limpia llegó a 1 200 CUP; un paquete de salchichas 400 CUP, un paquete de coditos o espaguetis 300 CUP; y 1 lb de frijol negro se podía comprar por 350 CUP. Los precios pudieron ser más altos”.

No obstante, el medio advierte que, en el país, abordar el tema de los precios resulta complejo, ya que estos fluctúan considerablemente según la región, el tipo de mercado, la disponibilidad de productos e incluso su origen, ya sea nacional o importado. 

Por su parte, otro dato que destaca Monreal es el aumento en enero del 22,72 % en los precios de bebidas alcohólicas y tabaco, lo que tuvo un impacto significativo en la inflación mensual.

El economista explica que, si bien estos productos no son considerados de primera necesidad, su consumo es bastante extendido y, en esta ocasión, el principal impacto en la inflación provino de los productos del tabaco.

¿Es sostenible el control de precios en Cuba frente a la inflación?

La inflación ha triplicado los precios en la isla desde 2020, según las propias estadísticas oficiales. 

De acuerdo con el índice de precios al consumo IPC de la ONEI, la inflación interanual oficial de Cuba se situó al cierre de 2024 en el 24,88 %, la tasa mensual más baja en años.

En 2021 cerró por encima del 77 %, mientras que en 2022 se situó en el 39,07 % y en 2023, en el 31,34 %.

Monreal advierte que desde noviembre de 2023 la inflación se ha mantenido entre un 20 % y un 32 %, un rango elevado que contradice el discurso oficial de avances en el control de precios.

Las autoridades anunciaron a inicios de julio de 2024, el tope de precios máximos para seis productos básicos comercializados por el sector privado: pollo troceado, aceite vegetal, salchicha, leche en polvo, pasta alimenticia y detergente. La medida no se aplica en los comercios estatales, una de las principales críticas de su implementación.

El economista Omar Everleny Pérez dijo que “se están topando precios al mercado minorista más dinámico de la actualidad, el no estatal. Este representó en 2023 el 44 % de las ventas de bienes y servicios, y aun con una mayor probabilidad de crecimiento en el futuro inmediato”.  Según Everleny, los precios topados han mostrado ser ineficientes porque contribuyen al desabastecimiento y al crecimiento del mercado informal.

Por su parte, Monreal añadió que “más allá del relato oficial sobre 'topes' y 'contrataciones' de precios, el dique que parece estar conteniendo una inflación aun mayor es la 'normalización' de una pobreza masiva relacionada con la compresión brutal del peso de la remuneración del trabajo como % del PIB [Producto Interno Bruto]”. 

¿Cómo afecta la inflación a la pobreza en Cuba?

Los expertos coinciden en que la pobreza en Cuba —que no es cuantificada oficialmente —, es un problema estructural respecto al cual no se vislumbra una respuesta adecuada.  

Una investigación del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) —realizada en todas las provincias del país—reveló que en 2024 la pobreza extrema afecta, al menos, al 89 % de la población encuestada.

La organización también advirtió tras el estudio sobre la creciente preocupación por la seguridad alimentaria en el país y las carencias para adquirir productos básicos.  “Siete de cada diez personas tuvieron que dejar de desayunar, almorzar o cenar”.

Entre los datos clave del estudio se incluyen: “La extrema pobreza se ubica en el 89% de la población cubana. La crisis alimentaria es el principal problema social con un 72%, le siguen los apagones con un 55% y la inflación o costo de la vida con un 50%. Después están los salarios, la sanidad o salud pública y la corrupción”.

“En Cuba no solamente se violan los derechos civiles y políticos, sino -entre otros- los sociales. Por eso siempre decimos que el régimen cubano no solamente reprime, sino que también empobrece”, declaró el abogado Yaxys Cires, director de Estrategias del OCDH. 

Según explica el economista cubano Pavel Vidal, profesor en la Universidad Javeriana de Cali (Colombia), que “los pensionados y los asalariados del Estado que dependen de un ingreso fijo en pesos cubanos que no se ha ajustado a la inflación... no hay datos oficiales, pero yo creo que ahí las cifras de pobreza son alarmantes. Sobre todo, en este sector de jubilados, cuya situación se ve agravada por el envejecimiento de la población. Ahí hay una situación muy complicada”.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) también incluyó a Cuba por primera vez en su informe “La pobreza alimentaria infantil. Privación nutricional en la primera infancia”, publicado a inicios de junio de 2024.

El texto señala que el 9 % de la población infantil en la isla sufre de pobreza grave: solo tendrían acceso a dos de los ocho alimentos considerados necesarios para una vida sana.

Además, en el documento se indica que el 33 % de los menores en edades hasta los cinco años padecen pobreza moderada.

El Food Monitor Program y el OCDH, organizaciones de derechos humanos con sedes en Bogotá y Madrid, respectivamente, advirtieron en un reporte, que el dato emitido por la Unicef de un 9 % de pobreza infantil grave en Cuba “podría estar muy por debajo de la realidad”.

Las organizaciones independientes advierten que “muchas instituciones internacionales se guían por estadísticas aportadas por el Gobierno cubano, las cuales suelen estar desactualizadas o sesgadas”. Además, señalan que el Estado cubano “no suele publicar información que resulte sensible para su proyección política internacional”. 

Por ejemplo, “Cuba continúa retrasando el censo poblacional previsto desde hace dos años, un conteo necesario ante el aumento considerable de los niveles de desigualdad y vulnerabilidad”.

En febrero de 2024 Cuba también solicitó por primera vez ayuda al Programa Mundial de Alimentos (PMA) ante las “dificultades para distribuir leche subvencionada a los menores de 7 años”, según la dirección ejecutiva de la organización humanitaria.

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