Cuba: ¿cómo sigue afectando la crisis de combustible a la ciudadanía?

La escasez de combustible en Cuba obligó a las autoridades de la provincia de Pinar del Río a tomar medidas drásticas que afectan el transporte público en ese territorio del occidente del país. 

A partir del sábado 14 de septiembre se implementaron las siguientes restricciones, según informó en un comunicado la Dirección Provincial de Transporte: 

-Se suspendió todo el transporte público en la ciudad de Pinar del Río, capital de la provincia.

-Las rutas intermunicipales que conectan la capital con otros territorios quedaron paralizadas hasta nuevo aviso.

-El servicio de tren que cubre la ruta hasta La Habana también se ha suspendido.

La última salida del servicio ferroviario entre la ciudad capital pinareña y el municipio de Guane se efectuó el pasado 12 de septiembre, para el traslado de estudiantes que este lunes 16 comenzaron el nuevo curso escolar en la educación superior, reportó Diario de Cuba. Este mismo día, el tren realizó la ruta inversa, Guane-Pinar, aunque no se informó sobre la periodicidad que mantendrá en lo adelante esta ruta. 

Las medidas fueron provocadas por la “insuficiente disponibilidad de combustibles” que enfrenta el país, de acuerdo con las autoridades y la reanudación de los servicios dependerá de la mejora en el suministro.

“Y todas las personas que trabajan en hospitales, policlínicos, escuelas y centros de importancia, ¿qué van a hacer?”, cuestionó una ciudadana en la página de Facebook del Gobierno provincial. “Este país está en quiebra y no lo piensan decir. Ya no da más”, escribió otro usuario de la red social.

¿Qué ha ocurrido en otras provincias? 

En La Habana, de los 894 ómnibus del servicio público que tenía la Empresa Provincial de Transporte a mediados de 2023, sólo el 34 % se encontraba operativo. El escenario fue descrito como una “crítica situación” en el pódcast Desde la Presidencia, por el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, durante una conversación con el gobernante Miguel Díaz-Canel transmitida el 18 de abril de 2024. 

“Ya ni me molesto en esperar una guagua (bus). El transporte está tan malo que normalmente voy al trabajo a pie, aunque me tome una hora”, declaró a la agencia IPS Cristina López, de 57 años y residente en la capital del país. 

En mayo pasado, el diario independiente 14ymedio, reportó: “las colas han regresado a las gasolineras de La Habana, donde los vehículos vuelven a ocupar más de cinco cuadras, en una imagen que no se veía desde hacía meses.

En otras provincias y comunidades rurales es aún más alarmante. En Granma, por ejemplo, IPS constató que dentro de la ciudad de Bayamo, la capital provincial, el transporte principal para la población son los coches tirados por caballos, a 0,15 dólares la ruta. 

Más del 50 % de las rutas provinciales están paralizadas

El transporte público en Cuba movió en el primer semestre de 2024 a 48.860.000 pasajeros menos que en igual periodo que el año anterior, informó el pasado agosto en su perfil de Facebook, el ministro del sector.

Según el funcionario, "se estima cerrar el año con alrededor de 930 millones de pasajeros transportados, menos de la mitad de lo alcanzado en los años previos a la COVID-19".

Rodríguez Dávila señaló además, que “la evolución de la transportación de pasajeros desde 2017 hasta la fecha muestra resultados decrecientes, a consecuencia fundamentalmente las limitaciones con el combustible y la disminución de la disponibilidad técnica por la no adquisición oportuna de las partes, piezas y agregados, incluyendo neumáticos y baterías, lo que ha provocado el deterioro progresivo de los medios que se encuentran en explotación”. 

El ministro admitió que "la situación de los servicios en las empresas provinciales de transporte, pertenecientes a los gobiernos locales, es crítica", toda vez que "alcanza solo un 39 % de lo planificado". 

Dijo, también, que el 52 % de las rutas están paralizadas, mientras que "los servicios de uso diario para la población solo se cumplen en un 44 %", enfatizó. De las rutas activas, solo el 86 % efectúa un viaje en la mañana y otro en la tarde.

El funcionario reconoció que el Gobierno cubano no cuenta con los ingresos y el combustible necesarios para resolver el problema. 

Ante la crisis económica y la escasez de combustible en la isla, el régimen de La Habana anunció a inicios de años, nuevas medidas como el aumento generalizado en los precios de la gasolina, que subió 20 centavos de dólar por galón, a 1,10 dólares. Un incremento del 428 % sobre el precio original. La medida entró en vigor desde el 1 de marzo. 

“El objetivo es lograr el reaprovisionamiento de los combustibles y el ahorro en los que consumen más”, declaró el ministro de Energías y Minas cubano, Vicente de la O Levy, a través de su cuenta de X el pasado 28 de febrero.

Se suma la crisis energética

Los prolongados cortes eléctricos en Cuba se agudizaron en los meses de julio y agosto, con más de 900 horas de “afectaciones” del servicio eléctrico.

A finales de agosto hubo cortes de electricidad de hasta 12 horas, admitió Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas (Minem), en el programa televisivo Mesa Redonda transmitido el 4 de septiembre.

El funcionario reconoció que durante el primer semestre del año se sobrepasaron las estimaciones oficiales de 4 horas de apagones programados por los mantenimientos a las viejas termoeléctricas cubanas, de más de 40 y 50 años de explotación, según las autoridades.

El ministro aseguró que el agravamiento de la crisis en los meses recientes se debe a un crecimiento “extremadamente alto” de la demanda, la escasez de combustible importado, las roturas en las centrales de generación y la falta de piezas de repuesto para solucionarla, entre otras causas.

“Nosotros al menos vamos a tener un minuto el año que viene, en el que no vamos a consumir combustible importado”, fue el pronóstico de Vicente de la O Levy, quien prometió que ese sería un punto de partida para limitar la dependencia de combustible foráneo.

¿Por qué no hay combustible? 

De la O Levy informó a inicios de este mes en la televisión estatal que “Cuba consume hoy ocho millones de toneladas de combustibles, de los cuales se producen nacionalmente tres millones de toneladas. El resto del combustible lo teníamos asegurado por distintas vías (alianzas, acuerdos, suministros a largo plazo, financiamiento); sin embargo, hoy ya no tenemos esa posibilidad”. El ministro de Energía y Minas no ofreció otros detalles. 

Las exportaciones en abril desde el país sudameticano cayeron un 38 % con respecto a marzo –que ya había registrado un fuerte descenso–. Sin embargo, los envíos por parte de Venezuela subieron en el mes de mayo respecto al mes anterior. Según el reporte habitual de Reuters, las entregas pasaron a ser de unos 70.000 barriles por día (bpd) frente a los 23.000 bpd de abril, tres veces más.

Diario de Cuba también advierte sobre los "barcos fantasma", que hacen trasiegos de buque a buque, fuera del radar y en aguas abiertas, lejos de cualquier verificación, 

Por otro lado, desde 2023, La Habana ha estado recibiendo cargamentos millonarios de México y han arribado a la isla tanqueros con combustible de Rusia y otros embarques comprados en el mercado internacional.

Entre las causas de la grave situación energética en Cuba las autoridades del régimen cubano mencionan en primer lugar al embargo de Estados Unidos “que dificulta muchísimo conseguir barcos para transportar el combustible, buscar los financiamientos, cumplir con algunos requisitos que son normales en los contratos de combustibles”, declaró el pasado año el titular de Energía y Minas, quien también, sin especificar, se refirió a incumplimientos de los suministradores.

Expertos advierten que la falta de suministros puede ser un problema menor que la infraestructura interna, la logística y las políticas gubernamentales.