Propaganda oficial presenta visión incompleta de «desaceleración» de la inflación en Cuba

En una reciente reunión del Consejo de Ministros de Cuba,  el titular del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), Joaquín Alonso Vázquez, dijo que «la inflación mensual mostró en abril una ligera desaceleración: de 4,07 en marzo a 2,13. Con respecto a marzo de 2023, la inflación interanual, que alcanzó un 46,4 %, se ha venido desacelerando», según reseñó el diario estatal Granma el 5 de junio de 2024. 

Este «resultado», aclaró el funcionario, «no significa que bajen los precios. Siguen creciendo, pero a menor ritmo».

Tras la publicación en el periódico oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), replicada en otras páginas gubernamentales, el Doctor en Economía, Pedro Monreal, advirtió en su perfil en X que la «información oficial sobre el reciente Consejo de Ministros presenta una visión incompleta de la “desaceleración” de la inflación en Cuba». 

La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios durante un periodo de tiempo, por lo que se reduce el poder adquisitivo. Es decir, que la inflación (moderada, galopante o la hiperinflación…) refleja la disminución del poder adquisitivo de la moneda, según se explica en el sitio web elEconomista.  

Cuando oímos que hay inflación significa que los precios han subido o se han «inflado», de ahí su nombre. Consiste, básicamente, en la pérdida del valor del dinero. 

El índice de medición de la inflación es el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que está compuesto por grupos de bienes y servicios, desde alimentos, ropa, medicinas hasta comunicaciones, transporte, vivienda y ocio.

En el caso de Cuba, los datos oficiales recopilados y divulgados por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), no pueden ser verificados por entidades independientes al Estado. 

Teniendo en cuenta las propias cifras oficiales, el economista e investigador Pedro Monreal precisó en un hilo en esta red social, que «el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se desaceleró en abril de 2024 respecto a marzo, pero se aceleró en los 4 primeros meses de 2024 respecto a igual período de 2023».

«La inflación “acumulada” en 2024 es mayor y eso es preocupante», añadió Monreal. 

Según el experto, «en términos interanuales, la inflación oficial ha entrado desde noviembre de 2023 en una “meseta” ubicada entre 31 y 34 % de crecimiento. El dato cuestiona el relato oficial de que se “avanza” en la estabilidad macroeconómica». 

«El incremento de precios de los alimentos sigue liderando, por amplio margen, el aumento general de los precios al consumidor. Explica más del 50 %. Sin aumento de oferta de alimentos es difícil asumir que se reduciría sustancialmente la inflación en Cuba», puntualizó. 

Monreal agregó que supuestamente el Consejo de Ministros debe entender lo que los datos oficiales indican: «hasta ahora ha naufragado el componente antinflacionario del paquete económico de 2024».

El experto concluyó: «Cabe asumir entonces que lo dicho sobre la “desaceleración” de la inflación es “agitación y propaganda”». 

El economista cubano Carmelo Mesa-Lago, miembro de la Academia Nacional de Seguridad Social de Estados Unidos y de la Academia de Ciencias de América Latina, declaró en una reciente entrevista con El País: «si tú miras todos los años de esa crisis [durante el llamado Periodo Especial], los peores fueron 1992 y 1993. Ahora, de acuerdo con las cifras del Gobierno, estamos hablando de casi 1000% en el año 2022». 

«Todas las estimaciones que han hecho economistas extranjeros sitúan la inflación en tres dígitos, 700%, 500%, de manera que es la peor inflación que ha habido. Fuera de Venezuela, la peor inflación que hay en América Latina es la de Cuba, y está entre las más altas del mundo», añadió el experto. 

El economista e investigador Miguel Alejandro Hayes declaró a Martí Verifica que según «el dato oficial la inflación crece más lenta, pero sigue creciendo. Seguimos yendo al abismo, pero más lento».

«Lo importante no es detener la inflación, sino revertirla», apuntó Hayes. 

Según el medio de verificación argentino Chequeado, «no existe una receta única para contener el proceso inflacionario, y la aplicación de medidas depende, entre otras cosas, de los niveles de incremento de precios que experimente un país».

No obstante, agrega Chequeado en el explicador «¿Cómo hicieron otros países para reducir la inflación?», que «los especialistas coinciden en resaltar, en base a experiencias de otros países, que un proceso de desinflación exitoso debe generar credibilidad y equilibrar las cuentas fiscales para calmar las expectativas del mercado».

Por su parte, Mauricio de Miranda Parrondo, Doctor en Economía Internacional y Desarrollo, explicó a Martí Verifica, en declaraciones para un texto anterior, que en Cuba «la crisis afecta el nivel de vida de la sociedad», pero «a diferencia de las crisis de otros países no se refleja en el incremento del nivel de desempleo». 

Sin embargo, explicó el especialista, la crisis cubana tiene visos estanflacionarios «porque combina elementos de estancamiento económico con inflación y esta es el peor impuesto para los pobres».

De Miranda Parrondo señala que en la isla la pobreza, «aunque no es oficial y públicamente medida, alcanza niveles muy altos si la consideramos como incapacidad para asegurar las necesidades básicas con los ingresos. Es evidente que los niveles de ingresos de la población no alcanzan para asegurar este tipo de necesidades».

Cuba entró en recesión económica en 2023 con una caída del PIB [Producto Interno Bruto] de entre 1 % y 2 %.

Pese a los diagnósticos precisos de varios expertos, el régimen cubano no parece tomar nota con la velocidad y la apertura que demanda la situación. Miguel Alejandro Hayes afirma que «el Gobierno cubano no tiene una imagen a futuro de cómo poner a funcionar bien la economía, el sistema político en sí mismo no permite generar alternativas que no sean otras que tributen a la lógica reproducción del poder».