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Logo de Meta (Tony Avelar/AP)
Logo de Meta (Tony Avelar/AP)

¿Puede Facebook verificar toda la desinformación que se publica?

Por: Ernesto Eimil ReigosaPublicado: 27 de mayo de 2024 - Actualizado: 27 de mayo de 2024

Si tienes poco tiempo...

  • Principalmente, la compañía propiedad de Meta se sustenta en verificadores independientes. Estos verificadores han pasado por un riguroso proceso de selección y están afiliados a las regulaciones de la International Fact Checking Network

  • Cuando se detecta una información falsa o engañosa, la plataforma pone una advertencia sobre la publicación.

Para muchas personas, Facebook constituye el principal medio de consumo de información. La plataforma creada en 2004 por Mark Zuckerberg sabe esto: comprende que es más que una red social donde se comparten recuerdos familiares o las últimas fotos de un viaje. Así que para intentar evitar la propagación de información falsa y asegurar contenido de calidad y confiable, la red ha implementado varias medidas para fortalecer sus capacidades de verificación.

Pero, ¿cómo funciona el programa de verificación de Facebook?

Principalmente, la plataforma propiedad de Meta se sustenta en verificadores independientes. Estos verificadores han pasado por un riguroso proceso de selección y están afiliados a las regulaciones de la International Fact Checking Network, una organización no partidista con altos estándares periodísticos.

En Latinoamérica, por ejemplo, están asociados con Chequeado, uno de los verificadores con más prestigio de la región. Esta alianza está vigente desde 2018.

Cuando se detecta una información FALSA o ENGAÑOSA, la plataforma pone una advertencia sobre la publicación. Si das clic sobre el mensaje de alerta, se te dirigirá al sitio web del chequeador para que puedas leer la verificación. En la siguiente imagen podrás ver cómo clasificó una desinformación compartida por una de las páginas de difusión de propaganda del régimen cubano. Esta página aseguró que en Estados Unidos se había prohibido cantar un lema propalestino.

Collage RC falta contexto

Básicamente, el proceso de revisión de Meta se divide en cuatro fases.

Paso 1: Identificación de noticias falsas

La detección de posibles fuentes de desinformación se realiza tanto por verificadores independientes como por usuarios. Estas fuentes se pasan a un equipo de verificación.

Paso 2: Revisión de fuentes potenciales de desinformación

Verificadores independientes revisan la exactitud del contenido a través de diversas metodologías. Estos procesos incluyen el chequeo con expertos o datos públicos. Puedes consultar la metodología de Martí Verifica aquí.

Paso 3: Etiquetado e información del contenido

Si se demuestra que la publicación manipula información, Meta etiqueta el contenido verificado y, si es necesario, proporciona contexto adicional. También notifica a los usuarios que han compartido dicho contenido.

Paso 4: Penalización del contenido falso

Para limitar la difusión de contenido falso, este aparece más abajo en las noticias de los usuarios. Aquellos que repetidamente publican contenido desinformador pueden enfrentar penalizaciones de monetización, visibilidad y publicidad en sus cuentas.

¿Puede Meta combatir tanta desinformación sin comprometer la libertad de expresión?

A pesar de que, según Meta, este sistema está en continúo perfeccionamiento, existen preocupaciones sobre la posible censura de ciertas voces y los sesgos de los verificadores. La línea entre combatir la desinformación y proteger la libertad de expresión es delgada y requiere atención continua.

Por otro lado, la red social está en busca de recuperar la confianza perdida por el escándalo Cambridge Analytica, que se destapó en 2018. En aquel momento se descubrió que la mencionada empresa había comprado los datos de millones de usuarios.

Entre los principales problemas detectados en este artículo de Originality AI está el de la gran cantidad y volumen de información existente para chequear. Cada día se comparten en la plataforma millones de publicaciones. Actualmente, es imposible revisar todo este contenido, por lo que algunas desinformaciones pueden pasar desapercibidas.

Christian Espinosa, director del medio Cobertura Digital, coincidió en que estos verificadores externos no han sido «lo suficientemente rápidos». El periodista consideró que uno de los mayores inconvenientes es que actualmente «hay menos contenido en tiempo real que se vuelve más difícil para verificar»

Ante esto, el profesor de la Universidad de Cambridge, Sander Van der Linden, cree que es importante «inocular» a los usuarios ante este tipo de contenidos. «Para la mayoría de las personas, que no tienen actitudes extremas, el fact-checking y el desmontaje reducen la posibilidad de caer en falsedades, pero no elimina esta posibilidad al completo», explicó el experto. 

Para Van der Linden, esta «inoculación» o «predesmontaje» se trata de construir resiliencia en las personas a base de suministrarles «dosis preventivas» de los recursos que utilizan los desinformadores. De esta forma, al encontrar publicaciones que desinforman en Facebook y otras redes sociales, los usuarios estarían listos para combatirlas.

Puedes consultar los consejos o recomendaciones para entrenar el «predesmontaje» en el siguiente enlace.

Otra limitante de Facebook sería la barrera idiomática. Por ejemplo, durante las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos, la desinformación política se difundió más en español que en inglés. Solo el 30 % de la información manipulada en español fue etiquetada, en comparación al 70 % de la que fue clasificada en inglés. 

Otro desafío consiste en que, aunque la compañía penaliza a quienes comparten desinformación, estas medidas pueden no ser lo suficientemente disuasorias. Verificar o eliminar contenido falso no impide que la gente siga publicando noticias falsas. La rapidez con la que se difunde la desinformación en redes sociales implica que Facebook debe encontrar formas más efectivas de sancionar incluso los casos menores de desinformación antes de que se conviertan en problemas mayores.

Mientras más, mejor

El programa de verificadores externos de Meta, iniciado en 2016, cuenta ya con más de 80 organizaciones de verificación asociadas que trabajan en más de 60 idiomas. Y no solamente estos fact-checkers fiscalizan Facebook, sino también WhatsApp e Instagram, que también son propiedad de Meta.

Estas alianzas permiten un mejor escrutinio de estas otras redes. En WhatsApp, por ejemplo, durante la pandemia de covid-19 la empresa tomó medidas para limitar la proliferación de mensajes falsos. Al parecer, después de la emergencia sanitaria mundial del coronavirus, Meta (y otras compañías de redes sociales) se tomó más en serio el asunto del fact-checking.

Con estos esfuerzos en curso para apoyar la verificación de hechos y la transparencia, la empresa está trabajando para que los usuarios se informen mejor sobre las noticias que consumen. Sin embargo, no hay que desconocer que los retos y deficiencias persisten y que se requiere un compromiso continuo para mejorar estos procesos.


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