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Carteles con la imagen de Fidel Castro, Raúl Castro, Nicolás Maduro y Hugo Chávez cuelgan en una carnicería en La Habana, Cuba. Foto: AP/Desmond Boylan.
Carteles con la imagen de Fidel Castro, Raúl Castro, Nicolás Maduro y Hugo Chávez cuelgan en una carnicería en La Habana, Cuba. Foto: AP/Desmond Boylan.

¿Qué es la propaganda, altavoz de los regímenes totalitarios?

Por: Marleidy MuñozPublicado: 27 de noviembre de 2024 - Actualizado: 27 de noviembre de 2024

Si tienes poco tiempo...

  • La propaganda utiliza un lenguaje seductor y profético para influir en el público.

  • Es una estrategia que ha sustentado a sistemas autoritarios desde el nazismo hasta la actualidad en Cuba, donde el Estado controla estrictamente los medios de comunicación, limita la libertad de expresión y criminaliza el disenso.

La propaganda es una de las características que define a los totalitarismos. Bajo la apariencia de un lenguaje lógico, se esconde en los discursos públicos “un lenguaje profético para crear un imaginario más seductor para el público que el mundo real”, como se describe en una entrevista radial con Ricardo López Göttig, Doctor en Historia (Universidad Karlova de Praga), escritor, y profesor universitario.


Al final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), cuando fueron liberados los campos de concentración nazis, el mundo entero descubrió los horrores del régimen de Adolf Hitler, y se entendió más como la propaganda fue un elemento clave para que el nazismo y el fascismo pudieran difundir sus ideas políticas.


Cuando hablamos de propaganda política, el objetivo que se persigue es vincular al ciudadano con un determinado partido, postura, ideología o sistema.

En la actualidad, la propaganda sigue ayudando a sostener a los regímenes totalitarios, como es en Latinoamérica el caso de Cuba. 

En la isla caribeña, el Estado ejerce el control total de los medios para difundir determinadas ideas entre la población mediante el adoctrinamiento (medios de comunicación, editoriales, sedes de exhibición artísticas, escuelas…); limita la libertad de prensa; censura el arte contestario; y criminaliza cualquier voz disidente.

Mientras los medios, publicaciones y periodistas independientes están bajo la lupa del régimen, la propaganda gubernamental busca influir en el sistema de valores y en la conducta de las personas en función del sostenimiento del poder imperante. 

¿Qué es la propaganda? 

Según se describe en el sitio digital Concepto, la propaganda “es un conjunto de técnicas de comunicación cuyo objetivo es influir de manera determinante en el ánimo o la opinión de un grupo social o población, normalmente a través de la difusión de contenidos diseñados para producir una reacción emocional. Dichos contenidos pueden consistir en información objetiva, rumores, medias verdades, argumentos e incluso mentiras, y su fin último es propiciar o perjudicar algún tipo de causa, ideología o movimiento”.


Se entiende, además, como el conjunto de técnicas persuasivas, elaboradas de forma intencional y sistemática, para influir en los pensamientos, las actitudes y las opiniones de un público en concreto.

Origen del término

Esta palabra proviene del verbo latino propagare (“propagar” o “difundir”), que está compuesto por las voces pro- (“hacia adelante” o “a favor”) y pagus (“pueblo” o “aldea”).


De acuerdo con un estudio publicado en Repositorio digital, “propaganda” tiene su origen en el latín y el término fue difundido por el Papa Gregorio XV en 1622, cuando estableció De propaganda fide, con la finalidad de profundizar y extender la evangelización de los pueblos paganos. 


“Durante la Segunda Guerra Mundial, el vocablo propaganda, asociado directamente al fascismo italiano, al stalinismo y al nacionalsocialismo alemán, adquirió una connotación autoritaria, negativa, que motivó durante la postguerra su sustitución por Publicidad Política, apropiándose de los métodos de la publicidad comercial y avanzando hacia el marketing político, actualmente caracterizado por la mediatización y la videopolítica”, se refiere en la investigación “La Propaganda en Próximo Oriente Antiguo: rescate y valoración de un tema estigmatizado”.


No obstante, en el texto “Propaganda. La manipulación de las masas en el mundo contemporáneo”, de David Colon, se señala que “la propaganda es hija de la democracia”. 


“La experiencia totalitaria de una propaganda llevada a su paroxismo, confiriendo a esta palabra una connotación peyorativa, ha ocultado esta realidad durante mucho tiempo: fue en la democracia ateniense y en la República romana donde apareció la primera forma de propaganda -como un 'esfuerzo organizado para propagar una creencia o doctrina particular'-, fue la Revolución Francesa la que sentó las bases de la propaganda política moderna, y fueron las democracias en guerra entre 1914 y 1918 las que inventaron la propaganda en masa, más tarde retomada por regímenes autoritarios y totalitarios. Por tanto, la propaganda no es exclusiva de los regímenes autoritarios, y mucho menos el reverso de la democracia”, explica el autor.

Propaganda v/s Publicidad

Los términos “propaganda” y “publicidad” pueden ser más o menos equivalentes en determinados contextos, pero en general se emplean de manera muy diferenciada.


“La propaganda busca adeptos, la publicidad comercial busca clientes. La primera no habla con la verdad y la segunda habla con honestidad. La propaganda de cualquier manera, busca convencer a la gente inclinando la opinión general de las masas, la publicidad informa a las personas. Debido a esto, la información transmitida por la propaganda es a menudo presentada con una alta carga emocional, apelando comúnmente a la afectividad, en especial a sentimientos patrióticos y algunas veces mágicos; apelando a argumentos emocionales más que racionales y como característica particular, no tiene ánimo de lucro”, se señala en un artículo del profesor y Magíster en Publicidad, Jairo Sojo publicado en la revista P&M.

Características de la propaganda

En general, se caracteriza por lo siguiente, resumido en el citado artículo de la revista Concepto. 

  • Se compone de texto, imágenes o combinaciones multimediáticas, dispuestos de manera tal de provocar un efecto rápido y emocional en el espectador.

  • Su cometido es fomentar el apoyo o el rechazo a una causa de algún tipo.

  • Es emitida por algún organismo, institución o colectividad organizada, pero no siempre se identifica el autor mediante una firma o logotipo. La propaganda moralmente cuestionable suele ser anónima.

  • Se trata de textos informativos y/o argumentativos, cuyo contenido puede ser más o menos veraz y, por ende, más o menos lícito. Puede tener fines románticos y revolucionarios, o formar parte de campañas de censura y discriminación.

  • Emplea diferentes técnicas de manipulación, que pueden ir desde la argumentación emocional hasta los mensajes subliminales y otras formas de influencia psicológica.

Existen formas de propaganda legales y aceptadas, y otras ilegales y prohibidas. Dependiendo de este criterio, puede hablarse de tres formas de propaganda:


Propaganda blanca, cuando el emisor está claramente identificado y el contenido y la intención de su mensaje son evidentes.

  • Propaganda gris, cuando el emisor del mensaje permanece oculto, pero el contenido y la intención del mensaje son evidentes.

  • Propaganda negra, cuando el emisor del mensaje permanece oculto y no resultan evidentes ni el contenido ni la intención del mensaje, por lo que puede tratarse de un bando haciéndose pasar por sus rivales para desprestigiarlos.

Periodismo, no propaganda 

Cuando la salida en noviembre de 2023 de Martí Verifica, la unidad de fact-checking de Martí Noticias, un medio de comunicación que por casi 40 años ha intentado romper el muro de censura en Cuba, subrayamos en un editorial que nuestro proyecto surgía a los dos años de las protestas antigubernamentales que ocurrieron en julio de 2021 a lo largo de casi todo el país, con un saldo de un muerto a manos de la policía y más de mil personas detenidas

“El caudal de noticias y desinformaciones cruzadas que aparecieron en las redes por aquellos días, y las narrativas oficiales que todavía hoy intentan desvirtuar los espontáneos gritos de los cubanos que pedían libertad y una vida digna, prueban la necesidad de un medio de verificación como el que iniciamos y otros, que desde el periodismo independiente arrojan luz sobre la niebla que provocan los propagandistas del PCC”, señalamos entonces. 

 

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Fuentes consultadas

Entrevista radial con Ricardo López Göttig

Concepto

Estudio: La Propaganda en Próximo Oriente Antiguo: rescate y valoración de un tema estigmatizado

Texto: “Propaganda. La manipulación de las masas en el mundo contemporáneo”

 Revista P&M

Editorial de Martí Verifica

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