Ministro cubano desinforma sobre supuestos “síntomas positivos” en la economía
El "decrecimiento económico previsto en 2024 más una inflación interanual probablemente entre 25-30% lo que indica es estanflación”.
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“Lejos de equilibrarse hay decrecimiento, alta inflación y una política de contracción de la demanda agregada a costa de mermar el ingreso real del trabajo y de reducir bienes y servicios públicos”, explicó el economista cubano Pedro Monreal.
El también economista Pavel Vidal señaló que “a pesar de que los datos oficiales de inflación subvaloran significativamente la verdadera inflación (dado que en su cálculo los mercados no estatales están subrepresentados), el IPC [índice de precios al consumidor] muestra la persistencia de la inestabilidad monetaria y una tendencia sostenida al incremento de los precios que no se ha podido detener".
Joaquín Alonso Vázquez, el titular de Economía y Planificación de Cuba, aseguró en una reunión del Consejo de Ministros transmitida por la televisión estatal el 2 de diciembre, que mejora la condición macroeconómica del país y la inflación. Las declaraciones del ministro son FALSAS.
“En el caso de la inflación de octubre, y hasta octubre, se mantiene la misma tendencia del decrecimiento del índice mensual, y también del interanual, contrayéndose. Sigue bajando, no ha dejado de mantener ese mismo ritmo. Y las medidas que se están aplicando por la vía de las inspecciones de precios, los precios topados, etc., ahí está el indicador del resultado que se está logrando. Insuficiente todavía para que se reduzcan los precios, pero es un síntoma positivo del ordenamiento macroeconómico que se está enfrentando”, dijo el titular del sector.
El Doctor en Economía e investigador cubano Pedro Monreal, señaló en sus redes sociales tras la afirmación de Alonso Vázquez, que es “incorrecto el relato oficial cubano sobre la condición macroeconómica del país”. “Lejos de equilibrarse hay decrecimiento, alta inflación y una política de contracción de la demanda agregada a costa de mermar el ingreso real del trabajo y de reducir bienes y servicios públicos”, puntualizó el experto.
De acuerdo con Monreal, “el gobierno cubano aplica un programa de austeridad para controlar el ritmo inflacionario. No son los topes de precios sino el aplanamiento del poder de compra lo que estaría moderando una inflación, que rondando el 30%, sigue siendo desmedida”.
En otra publicación, el economista explicó que al anunciar supuestos “indicios de un ordenamiento de los temas macroeconómicos”, el Ministerio de Economía de Cuba “distorsiona la realidad: el decrecimiento económico previsto en 2024 más una inflación interanual probablemente entre 25-30% lo que indica es estanflación”.
“La combinación de una contracción del PIB [Producto Interno Bruto] en 2024 y de una inflación de dos dígitos es cualquier cosa menos un indicio de 'ordenamiento' macroeconómico. La inflación de 2024 sería menor que la del año anterior, pero continuaría siendo muy alta, expresando desequilibrio”, detalló Monreal.
El Doctor en Economía, Pavel Vidal, del independiente Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba (OMFI), explicó en un artículo publicado el pasado octubre, que “a pesar de que los datos oficiales de inflación subvaloran significativamente la verdadera inflación (dado que en su cálculo los mercados no estatales están subrepresentados), el IPC [índice de precios al consumidor] muestra la persistencia de la inestabilidad monetaria y una tendencia sostenida al incremento de los precios que no se ha podido detener. Dada la magnitud y permanencia en el incremento de los precios, está claro que las aisladas acciones tomadas por el Gobierno cubano no han sido suficientes para corregir los desequilibrios macroeconómicos que alimentan la inestabilidad monetaria”.
Vidal señaló que “el déficit fiscal ha estado creciendo y financiándose con emisión de dinero sin respaldo en ingresos presupuestarios y producción de bienes y servicios”. “El incremento excesivo de la oferta monetaria ha estado generando una demanda artificial en los mercados de consumo y en el mercado de divisas que mantiene al alza los precios y la tasa de cambio informal. A su vez, la depreciación del peso en los mercados informales (y la devaluación de la tasa oficial en 2021 y en 2022) se han trasladado a los costos de los insumos y bienes importados. Los salarios, en 2021, también generaron otro desequilibrio desestabilizador al aumentar muy por encima de la productividad”, añadió.
Economía cubana necesita “respiración asistida”
El ministro Alonso Vázquez también aseguró a mediados de noviembre: “se empieza a oxigenar la economía” del país.
Se trata de un “diagnóstico delirante”, respondió entonces Pedro Monreal.
Por su parte, el Doctor en Economía Internacional y Desarrollo, Mauricio de Miranda Parrondo añadió: “me gustaría decirlo alto y claro. La economía cubana no tiene oxígeno alguno y en gran medida eso es consecuencia de la adopción de medidas de política económica fallidas”.
En un contexto de escasez de alimentos, medicinas e insumos médicos, combustible y productos básicos; precios disparados, crisis energética, una población en declive; y la declaración de distintos funcionarios de que Cuba estaría bajo una “economía de guerra”, Alonso Velásquez sostuvo que la economía cubana se está “oxigenando”. Su narrativa fue desmontada por expertos. La verificación completa en este enlace.
El funcionario sostuvo además que “vamos avanzando”, cuando aún no se contabilizan oficialmente los daños de dos huracanes y dos sismos registrados en las últimas cuatro semanas.
Este miércoles ocurrió también otro colapso del Sistema Electroenérgetico Nacional (SEN), provocando otro apagón masivo en la isla. Los cortes de electricidad generan afectaciones directas en el suministro de agua y gas; interrupciones en las comunicaciones, y la paralización total de las industrias.
“Verdaderos signos de mejoría serían: el aumento de las ofertas de manera significativa; la reducción de precios; mayor producción; restauración de la infraestructura del país; mejoría en el saldo de las divisas; y eso no está ocurriendo, sino lo contrario a partir de la caída del turismo, de la rentabilidad del sector y el desplome de la infraestructura”, declaró a Martí Verifica el economista cubano e investigador, Miguel Alejandro Hayes.
Las autoridades del régimen anticiparon que el Producto Interno Bruto (PIB) sufrirá una contracción en 2024, se trataría de la segunda caída anual consecutiva, tras la contracción del 1,9 % de 2023. El Gobierno había previsto para este año un crecimiento del 2 %.
“La economía cubana no sale de una recesión para entrar en otra, sin lograr superar de forma definitiva los niveles productivos prepandemia”, concluye Pavel Vidal.
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Fuentes consultadas
Análisis de economistas cubanos Pedro Monreal, Pavel Vidal, Miguel Alejandro Hayes y Mauricio de Miranda Parrondo.
OMFI
Martí Noticias
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