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Las principales demandas actuales de las mujeres cubanas siguen postergadas. Ilustración Mary Esther Lemus.
Las principales demandas actuales de las mujeres cubanas siguen postergadas. Ilustración Mary Esther Lemus.

Ni representación, ni garantías legales para las mujeres: narrativas desinformantes en Cuba

Por: Marleidy MuñozPublicado: 29 de julio de 2024 - Actualizado: 29 de julio de 2024

Si tienes poco tiempo...

  • Existe una intención  de la propaganda gubernamental de utilizar los supuestos logros de equidad y respeto a los derechos humanos como banderas del sistema. Cuba se presenta como ejemplo a nivel regional y mundial, a partir de cifras y descripciones sobre los «avances» en materia de género en el país, que ocultan o tergiversan la realidad. Este discurso se articula en  narrativas desinformantes que se imponen como verdades políticas. 

  • A diferencia de una desinformación puntual, estas narrativas forman parte de una lógica discursiva del Estado, preparada intencionalmente y que muestra una perspectiva sesgada y engañosa. Esto dificulta el acceso a información de calidad y el debate público.



«Necesitamos ayuda», gritaron varias madres cubanas frente a la residencia del gobernante Miguel Díaz-Canel a finales de abril de 2024. Luego fueron amenazadas con cárcel. Unos días antes, otras mujeres salieron con sus hijos a las calles a reclamar: «corriente, comida y libertad».

El pasado 28 de abril la presa política María de Jesús Terrás Díaz, «Cuquita», cumplió en la cárcel sus 40 años, enferma y separada de su hijo adolescente. Otras cubanas, más de 60, según la organización Justicia 11J, también permanecen detenidas por motivos políticos, la mayoría de ellas sentenciadas por las protestas de julio de 2021 (puede consultar este LISTADO).

El 5 de junio de 2024, Katia Ortiz Figueredo, de 25 años, murió en una vía pública de la ciudad de Las Tunas, a manos de una expareja con antecedentes de violencia machista contra ella. Ese día también se registró el feminicidio de Aniuska Hernández Ginard, una mujer de 49 años que murió en la ciudad de Guantánamo, a manos de un conocido con antecedentes penales por violencia machista. Organizaciones independientes han registrado al menos 30 feminicidios en la isla, en lo que va de 2024.

Las plataformas feministas Yo Sí Te Creo en Cuba (YSTCC) y Observatorio de Género de Alas Tensas (OGAT) también llamaron  la atención en junio de 2024, sobre la reincidencia de feminicidas y agresores, a partir del enfoque punitivista. El pasado 15 de junio se reportó en la ciudad de Pinar del Río el feminicidio de Jessica Castillo, presuntamente a manos de un agresor reincidente, que se encontraba en libertad condicional. «Este había cumplido alrededor de siete años de una sentencia de 20 años de privación de libertad por el feminicidio en 2011 de Emelinda Hernández Santiago» de 16 años de edad, alertaron YSTCC y OGAT. «Feminicidas reincidentes ante ausencia de prevención estatal en Cuba», advirtieron las organizaciones independientes en redes sociales. 

Estos temas no forman parte de la agenda de los medios oficiales y no son cubiertos por la prensa estatal, controlada por el Partido Comunista de Cuba (PCC). Tampoco aparecen reflejados en los informes gubernamentales en materia de género, ni son el foco de atención de la organización paraestatal Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Por el contrario, en medio de una crisis económica persistente, con escasez de alimentos y medicinas, falta de médicos y docentes, con el mayor éxodo registrado en la historia de Cuba; la falta de estadísticas sobre hogares monomarentales, la feminización de la pobreza y un reciente informe de Unicef que advierte por vez primera que el 9 % de la población infantil en la isla sufre de pobreza grave (la cifra puede ser mayor); los funcionarios y voceros del Estado desinforman sobre las principales demandas actuales de las mujeres cubanas en la isla.

El oficialismo no habla de  la exclusión de una ley integral contra la violencia de género en el actual cronograma legislativo —que se extiende hasta 2028—; la criminalización del activismo feminista independiente del Estado; y la ausencia de refugios para mujeres víctimas de violencia, entre otros temas de urgente debate.

En cambio, existe una intención  de la propaganda gubernamental de utilizar los supuestos logros de equidad y respeto a los derechos humanos como banderas del sistema. Cuba se presenta como ejemplo a nivel regional y mundial, a partir de cifras y descripciones sobre los «avances» en materia de género en el país, que ocultan o tergiversan la realidad. Este discurso se articula en  narrativas desinformantes que se imponen como verdades políticas. 

Estas narrativas son líneas argumentales que se han alimentado por  diversas desinformaciones y son difundidas —de forma constante y reiterada— por diferentes funcionarios gubernamentales, en la prensa estatal, en perfiles oficiales en redes sociales o ante Naciones Unidas, donde el Estado cubano tiene una silla en el Consejo de Derechos Humanos, a pesar de las denuncias de organizaciones internacionales sobre la violación de derechos fundamentales. 

A diferencia de una desinformación puntual, estas narrativas forman parte de una lógica discursiva del Estado, preparada intencionalmente y que muestra una perspectiva sesgada y engañosa. Esto dificulta el acceso a información de calidad y el debate público.

Hemos identificado tres  narrativas engañosas que reitera el poder cubano y analizamos por qué son desinformantes: 

  1. «alta representatividad» de las mujeres en las estructuras de poder; 

  2. «protección» y «garantías» de las mujeres cubanas tras «avances legislativos»; 

  3. y el aparente «fortalecimiento» del «Programa de Atención Materno Infantil».

1. Supuesta «alta representatividad» de las mujeres en los diferentes niveles del poder político en Cuba 

Los medios estatales y funcionarios cubanos han difundido de forma reiterada, como muestra de un supuesto «progresismo», que el 55,74 %  de quienes integran la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular en Cuba son mujeres. 

«Cuba exhibe, a nivel mundial, una alta proporción de féminas ocupando escaños parlamentarios», informó en julio de 2023 la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN). 

Los parlamentos con más mujeres

El sitio web del Parlamento Cubano publicó en julio de 2022: «La Unión Interparlamentaria (UIP) colocó nuevamente a Cuba como el segundo de los cinco países del mundo que alcanzan en la actualidad la clasificación de paridad de género en el Parlamento y el segundo a nivel planetario con mayor proporción de mujeres diputadas».

Los medios estatales Cubadebate, Granma, Revista Bohemia, las emisoras nacionales, periódicos locales y sitios digitales de instituciones gubernamentales, también han replicado esta información en los últimos años.  La mayoría de las notas están firmadas por las redacciones de los medios. Además, ha sido un tema difundido por diferentes funcionarios.

Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la FMC, destacó la presencia de las mujeres en las estructuras de poder estatal, durante su intervención en la 68ª Sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, en Nueva York, el 12 de marzo de 2024.

Este dato ha sido destacado, además, por el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, y aparece reflejado en el último informe oficial presentado por Cuba a la CEDAW (Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, en la ONU), en 2022.

El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, Esteban Lazo Hernandez, subrayó durante un intercambio con Ha Thi Nga, presidenta de la Unión de Mujeres de Vietnam, en La Habana, que «es efectiva la participación de la mujer en los principales programas y tareas del país, en todos los sectores de nuestra sociedad, y la composición del legislativo cubano, donde más del 50 % de este órgano está integrado por féminas».

Lazo, un funcionario de 80 años, con décadas de servicio al PCC, también reiteró el tema en redes sociales. 

Como podemos ver, no se trata de desinformaciones específicas compartidas en una plataforma particular, sino de discursos públicos de varios altos funcionarios, la prensa estatal e informes oficiales, que coinciden para «construir una narrativa» a favor de la propaganda gubernamental. Este discurso omite información relevante del contexto y es ENGAÑOSO: el poder cubano sigue controlado por hombres.

La cantidad no significa paridad efectiva, ni que las mujeres cubanas disfruten de un lugar garantizado en las estructuras reales de poder, como explica el abogado y analista Eloy Viera Cañive.  

Falsa representatividad

La presencia numérica de mujeres en las diferentes estructuras de gobierno es presentada por las autoridades cubanas como un «logro» del sistema, pero se omite cuál es el poder de decisión real que tienen.

La intelectual Hilda Landrove, doctora en Estudios Mesoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advierte que «la participación política no puede limitarse a una estadística vacía que desconozca las prácticas reales a las que están asociadas. En Cuba lo que debería ser representación política se reduce a una mera pose cuando la desprovee de su contenido pragmático (capacidad real de proponer leyes y discutir agendas). La reducción de una representación efectiva a una meramente simbólica debería advertir sobre la instrumentalización implícita, de más de 50 % de mujeres en el Parlamento cubano».

Además, que las mujeres ocupen cargos públicos de relativa importancia facilita un primer nivel de acceso al poder, esto no garantiza que respondan o impulsen necesariamente una agenda de género.

Otro aspecto relevante es el doble filtro: en ninguna de las instancias del poder político imperante en Cuba caben representantes que no sigan la ideología del PCC.

«Hemos visto a personas que tenían intención de postularse como candidatos alternativos en las asambleas de nominación ser detenidos con cualquier excusa», comentó Jesús Delgado Valery, director ejecutivo de Transparencia Electoral. Para este experto, al impedir la participación de voces críticas, el poder se asegura la representación total.

El abogado Eloy Viera Cañive,  en el artículo «Las silla vitalicias del Parlamento Cubano»,  señaló que «la Asamblea Nacional es un órgano simbólico, no de poder real. El hecho de que más del 50 % de sus miembros sean mujeres no es per se un indicativo de empoderamiento político». 

«El poder real en el archipiélago descansa en las estructuras partidistas, en las Fuerzas Armadas y en los órganos de Gobierno», advirtió Viera Cañive. «Al mirar hacia allí se podrá apreciar que el poder cubano sigue estando controlado por hombres», concluyó el jurista.

Aunque, como hemos destacado, el tema va más allá de las cifras (el régimen pondera principalmente el dato de las mujeres en la Asamblea Nacional), en otras estructuras de poder, ni siquiera desde una perspectiva numérica se logra paridad. 

El Consejo de Ministros tiene 27 miembros, cuatro son mujeres. El presidente del país, el primer ministro y el secretario, son hombres. De los seis funcionarios con rango de viceprimer ministro, solo una es mujer. 

Consejo de ministros Cuba 2024 resaltando muejeres

El Buró Político del Comité Central del PCC tiene 14 integrantes, solo 3 son mujeres. 

PCC Buró político

Otras entidades de primer nivel en el ámbito político están presididas por hombres, como las presidencias del Consejo de Defensa Nacional (Miguel Díaz Canel); el Tribunal Supremo (Rubén Remigio Ferro); la jefatura de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (General de División Roberto Legrá Sotolongo); el Ministerio del Interior (General de División Lázaro Alberto Álvarez Casas). Y tras 14 años en el cargo, en julio de 2024 Gladys María Bejerano Portela fue sustituida como Contralora General por Mirian Marbán González. El cambio se conoció luego de que Bejerano Portela, declarara a la prensa que la entidad que dirigía no puede auditar al emporio militar Gaesa, que maneja los sectores claves y más lucrativos de la economía del país.

La FMC: vocera gubernamental

El tema de la falsa representatividad también se extiende a la oficialista Federación de Mujeres Cubanas (FMC). No es una entidad independiente del Estado cubano, aunque en redes sociales la organización se define como «no gubernamental».

Su secretaria general, Teresa Amarelle Boué, es miembro del Buró Político y del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), el único permitido. También es diputada en la Asamblea Nacional del Poder Popular desde el 2010 y miembro del Consejo de Estado desde el 2013.

«La Federación de Mujeres Cubanas fue creada por el Estado cubano y responde a sus intereses, por definición no es una organización de la sociedad civil», declaró a Martí Verifica la investigadora Hilda Landrove. Añadió que «es el tipo de organización que el régimen totalitario de Cuba tiene prevista para incidir en determinados grupos de la sociedad e impedir la capacidad de acción real y efectiva desde la sociedad civil». Sobre cómo desinforma la FMC puede conocer en esta verificación. 

La periodista y activista cubana Marta María Ramírez señala además la participación de la FMC en los mítines de odio (conocidos como actos de repudio), una forma de acoso y hostigamiento político hacia quienes disienten del régimen cubano. 

2. Supuestas «garantías» legislativas 

Aunque no ha llegado al Parlamento cubano la discusión sobre una Ley Integral contra la Violencia de Género en Cuba, el diario Granma publicó el 10 de abril de 2024 un artículo para intentar demostrar que la Ley del Proceso Penal, aprobada en 2021, «protege» a las mujeres. 

En el periódico oficial del Partido Comunista se afirma que las normativas existentes ofrecen «garantías a las mujeres» y la comunidad LGBTQ+.  Esta ha sido otra narrativa reiterada por la propaganda gubernamental, para rechazar que sea necesaria una legislación específica sobre el tema.

Sin embargo, «numerosas evidencias demuestran que, en la práctica, esas garantías no funcionan», denunció tras la publicación el citado texto, el Observatorio de Género de la revista independiente Alas Tensas.

Cuba tiene siete documentos que tratan en alguno de sus puntos la violencia de género, la eficacia en su aplicación y su posterior monitoreo, pero esos temas continúan como tareas pendientes. Los documentos son: 

  • La Constitución

  • El Programa Nacional de Adelanto para la Mujer

  • La Estrategia Integral contra la Violencia de Género

  • El Código de las Familias

  • El Código Penal

  • El informe del Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género

  • El Protocolo de Actuación ante situaciones de discriminación, violencia y acoso en el ámbito laboral

Díaz-Canel niega la existencia de feminicidios en Cuba

El 8 de marzo de 2024, Día Internacional de la Mujer, Miguel Díaz-Canel negó la existencia de feminicidios en Cuba, en un discurso visibilizado por la televisión nacional.

«Las plataformas subversivas anticubanas intentan imponer la matriz de que en Cuba existe feminicidio, término que indica supuesta inacción estatal ante hechos violentos por razón de género. Podemos asegurar aquí, categóricamente, que esa es una construcción mediática ajena por completo a la realidad cubana», aseguró el gobernante. La afirmación de Díaz-Canel es FALSA. 

La jurista especializada en la defensa y protección de los derechos humanos, Adilia de las Mercedes, señala que «el feminicidio es el asesinato de las mujeres por el hecho de ser mujeres, y en los únicos crímenes que se mata a las personas por lo que son es en los crímenes de odio».

La investigadora guatemalteca del feminicidio y la violencia sexual, sostiene además, que siempre hay responsabilidad estatal, porque el Estado no ha sido capaz de romper con la brecha de género que produce esa violencia feminicida y que concluye con los feminicidios. «El Estado es una persona jurídica y como tal hay que exigirle las responsabilidades que tiene», apuntó.

Tanto YSTCC como el Observatorio de Género de Alas Tensas (OGAT) registraron en 2023 al menos 89 asesinatos por razones de género. El pasado año fue el más letal desde 2019, cuando comenzaron a publicar estos reportes.

La cifra aportada por ambas organizaciones puede diferir de la estadística oficial —que no está publicada— debido a la imposibilidad de las plataformas de acceder a fuentes policiales o de medicina legal. Este conteo resulta, por tanto, un subregistro; el número de víctimas totales podría ser mayor.

«Nuestra postura es de señalamiento al Estado por su inacción a la hora de implementar medidas directas de la violencia de género, dígase protocolos específicos para las personas afectadas en los sistemas de justicia, sanitarios y de trabajo social, así como refugios para personas en situación de peligro para sus vidas y sus descendientes menores de edad», dijo a Martí Verifica la plataforma feminista independiente YoSíTeCreo (YSTCC).

Laura Roque Valero, doctora en Historia de Iberoamérica e investigadora del discurso público de las autoridades cubanas, declaró a Martí Verifica que «el régimen de La Habana omite con regularidad información relevante sobre los feminicidios en Cuba. Por ejemplo, no informa detallada, cuidadosa y sistemáticamente sobre las muertes de mujeres por razón de género y suele limitar a quienes en los medios estatales intentan actualizar sobre un problema que las mayoría de las veces la población ya conoce por el boca a boca y, en años recientes, por las redes sociales». 

Son varios los ejemplos de mujeres fallecidas por «inacción estatal». Martí Verifica realizó una cronología donde están detallados todos los feminicidios registrados en 2023 por las organizaciones independientes. De las 89 víctimas mortales verificadas, al menos nueve habían denunciado a sus agresores, como mostró Diario de Cuba en un análisis. 

Melani García Lorenzo, de 16 años, fue víctima de feminicidio en diciembre de 2023. Su madre relató al medio independiente CubaNet que llamó 22 veces a la Policía Nacional Revolucionaria cuando el agresor se llevó por la fuerza a su hija y a su nieto de dos años. La policía solo apareció cuando era demasiado tarde.

«Creo que el Estado cubano es feminicida porque promueve la inamovilidad total de sus instituciones, y también porque criminaliza el activismo que lucha contra la violencia de género. Si el Estado obstaculiza todas las vías de prevención que se pueden construir o no las impulsa y no colabora con actores de la sociedad civil que conocen el contexto y trabajan en el terreno, si no tiene voluntad para solucionar el problema, es un Estado feminicida», declaró la activista Yanelys Núñez.

Tras negar ante la prensa extranjera la existencia de feminicidios en Cuba, Mariela Castro Espín, diputada al Parlamento cubano y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), propuso en mayo de 2022 tipificar el delito de «femicidio» en el Código Penal. La FMC desestimó públicamente la iniciativa presentada por la hija del general Raúl Castro. Según Teresa Amarelle, secretaria general de la organización, la inclusión no era necesaria porque  su «interpretación» sí estaba recogida en el Código Penal. 

El presidente del Tribunal Supremo Popular (TSP) de Cuba, Rubén Remigio Ferro, también se negó a tipificar el feminicidio porque «rompía con la tradición y la coherencia respecto a las figuras delictivas» que buscaba la nueva legislación. Finalmente, el «asesinato de mujeres por razones de violencia de género» quedó establecido en la ley, no como un delito, sino como agravante de asesinato, en su artículo 345.2. 

Es FALSO que en Cuba se cumplen las Reglas Bangkok para mujeres en prisión

En el Examen Periódico Universal de Naciones Unidas (EPU 2023), Luis Emilio Cadaval, el jefe del Cuerpo de investigación penal especializado en delitos comunes del Ministerio del Interior (Minint), también afirmó que «Cuba cumple con las Reglas de Bangkok», establecidas por la ONU para «el tratamiento de reclusas y sus hijos». Esto es FALSO. 

Las presas políticas son las mujeres más violentadas por el sistema penitenciario cubano, como se profundiza en este explicador publicado por Árbol Invertido. 

Según el informe de la organización de derechos humanos Prisoners Defenders (PD) «La tortura en Cuba - Primer estudio integral 2023», del conjunto de 181 víctimas de torturas y malos tratos estudiados, 17 son mujeres, incluida dos mujeres trans.

Las Reglas de Bangkok recomiendan reducir el encarcelamiento de mujeres con alternativas no privativas de libertad (Regla 58), Sin embargo, tras las masivas protestas de julio de 2021, decenas de mujeres fueron arrestadas y muchas de ellas son madres. Ni siquiera por esa razón les permitieron comunicarse con sus familias para avisarles de su detención, ni accedieron a abogados de manera inmediata.


Además, debido a las pocas instalaciones carcelarias de mujeres en el país, varias han sido recluidas lejos de su hogar. Expertos internacionales y las propias Reglas de Bangkok desaprueban esta tendencia.


Un caso es el de la presa política Aymara Nieto, quien estaba encarcelada desde antes de las protestas del 11J por pertenecer al grupo opositor Damas de Blanco. En marzo de 2021, Aymara fue trasladada desde la cárcel conocida como El Guatao, donde cumplía su sanción ampliada de 5 años y cuatro meses, a la prisión «El manatí», en la provincia de Las Tunas, casi a 700 kilómetros de La Habana, donde viven sus dos hijas y esposo.


Sí hay detenciones arbitrarias en Cuba; la mayoría  contra mujeres

Durante el EPU 2023, Cadaval aseguró además, que «la ley prohíbe las detenciones arbitrarias y establece las condiciones para la detención de una persona». 

El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció que según los datos recabados por la red de observadores en la isla,  en 2023 el 45 % de los actos represivos fueron contra mujeres, de modo general. 

«Por ejemplo, el 67 % de las detenciones arbitrarias fueron contra mujeres, así como el 52 % de las retenciones ilegales en viviendas», informó el OCDH.

Cuba «no cumple a cabalidad con los estándares mínimos para la eliminación de la trata»

La subdirectora general de la Dirección de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), Johana Tablada, expresó en Facebook, el 15 de junio de 2023, que «Cuba tiene una política de tolerancia cero ante cualquier modalidad de trata de personas».

La publicación de la funcionaria fue una respuesta al Informe sobre la Trata de Personas, presentado por el Departamento de Estado de EE. UU., en el que se advierte que el Gobierno cubano «no cumple a cabalidad con los estándares mínimos para la eliminación de la trata».

La afirmación de la funcionaria es ENGAÑOSA. Si bien las autoridades cubanas son estrictas en la judicialización de los casos que procesan como trata, persisten otras carencias como la ausencia de protocolos para asesorar a víctimas que se encuentran en otros países. Puede conocer más en esta verificación. 

3. Supuesto «fortalecimiento» del «Programa de Atención Materno Infantil»

Uno de los «avances» descritos por el Estado cubano de forma reiterada es el «fortalecimiento» del «Programa de Atención Materno Infantil (PAMI)», como una «prioridad en el sector de la Salud». Así aparece reflejado en el último informe oficial entregado a la CEDAW.

El tema se reporta, además, de forma constante en la prensa estatal (medios locales y nacionales) y en sitios gubernamentales. También se trata reiteradamente en la página web de Unicef Cuba. 

En un artículo de la Revista Médica Electrónica que publica el sitio oficial Infomed se asegura que «la atención a la salud materno-infantil se sustenta en la prioridad que le otorga el Estado» y «la ejecución del PAMI». 

Solo en 2024, por ejemplo, ha sido un tema que ha relacionado la prensa oficialista con la gestión de Díaz-Canel, la FMC y otros funcionarios. Sin embargo, en los últimos años se registra un incremento de la Tasa de Mortalidad Infantil: 7.6 por cada mil nacidos vivos (2021), 7.5 (2022) y de 7.9 (de enero a junio de 2023), esta última la más elevada en décadas.

Sobre la mortalidad materna, el Ministerio de Salud Pública (Minsap) informó que «durante 2021 ocurrió un incremento desproporcionado, en lo que incidió la pandemia de covid-19, y se registró una tasa de 176,6 por 100 mil nacidos vivos». Al cierre de 2022, la tasa de mortalidad materna total fue de 40,9 por 100 mil nacidos vivos.

No obstante, la investigadora Hilda Landrove señala que «la información que brindan las instituciones gubernamentales es escasa y está marcada por la necesidad de demostrar el avance del Gobierno en temas de género. Desde la sociedad civil se producen algunas estadísticas, limitadas por las condiciones del contexto, pero reveladoras de la gravedad de los problemas».

La investigación periodística «Partos Rotos», reconocida por la Red Global de Periodismo de Investigación, recogió la experiencia de parto de 514 mujeres. Una de las conclusiones del proyecto es que muchas madres recuerdan el día en que dieron a luz como un episodio traumático, donde fueron violentadas, ignoradas y maltratadas.

La investigación «describe de manera conmovedora la violencia obstétrica en Cuba, a través de diversos testimonios de mujeres que han sido impactadas por estas prácticas (…) logra retratar la magnitud de una problemática que permanecía oculta por la falta de información y el hermetismo del Estado», declaró el jurado del Premio Roche (2023).

También hay un aumento de los embarazos adolescentes. Especialistas del Centro de Estudios Demográficos (Cedem) de la Universidad de La Habana, advirtieron sobre el aumento de la fecundidad adolescente en el país, durante un encuentro de la comisión gubernamental para la atención a la dinámica demográfica realizado a finales de enero.

Matilde Molina Cintra, subdirectora del citado centro de la casa de altos estudios, alertó: «Hay dos municipios en el país donde el grupo de 15-19 años es el primer grupo que está hoy aportando a la fecundidad. Y hay 19 municipios en los cuales es el segundo grupo que aporta a la fecundidad. Es decir, hay 21 municipios a los cuales hay que ponerle una mirada directa para ver qué pasa», reportó el pasado 29 de enero la televisión cubana (VIDEO, min. 0.40).

El descenso de la fecundidad, contrasta con el aumento de las gestaciones en edades tempranas, «por encima de lo esperado y deseado», según dijo la viceministra primera de Salud Pública, Tania Cruz Hernández.


En una reunión del grupo gubernamental que atiende el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM), Cruz Hernández señaló que esto «constituye una de las principales preocupaciones del organismo».


Sin embargo, en otro chequeo publicado por Martí Verifica, la periodista y activista cubana Marta María Ramírez, señaló que «fue vergonzosa la manera en que el Parlamento culpabilizó a las adolescentes que tuvieron embarazos en este último periodo, y las calificó como “afrodescendientes, pobres y de espacios rurales”. El Estado se quitó toda la responsabilidad y la depositó en manos de niñas». 

De acuerdo con Ramírez, las autoridades no proponen una estrategia intersectorial que disminuya la vulnerabilidad de las adolescentes.


Por otro lado, cada vez es más frecuente ver en redes sociales las denuncias de cubanos que atribuyen la muerte de seres queridos, entre ellos no pocos niños, a presuntas negligencias médicas o a la falta de recursos. Puede conocer más en este VIDEO. 


En 2023, las plataformas feministas cubanas independientes también denunciaron la muerte de Aniuvis de la Caridad Delgado Acosta (27 años) en el hospital Abel Santamaría de Pinar del Río, presuntamente de una sepsis generalizada por no recibir la atención requerida después de haber tenido una cesárea el día 18. Murió a unos 10 días de tener a su bebé.


Según la activista Diasniurka Salcedo Verdecia la joven «había hecho una eclampsia y le dieron el alta sin darse cuenta [de que] tenía una infección que después fue imposible controlar». Fue al hospital varias veces porque se sentía mal y siempre la regresaban para la casa, refirió. 


En el glosario publicado por Alas Tensas, se define «feminicidio ginecobstétrico como:  el asesinato de una mujer que se genera en el ámbito de los servicios de salud y que consiste en cualquier acción u omisión, por parte del personal de salud, durante el embarazo, parto y posparto. Se incluyen muertes por complicaciones derivadas de abortos y partos clandestinos/inseguros».

Cuba: desinformación y propaganda en un contexto autoritario

La periodista Jessica Domínguez Delgado, editora de la unidad de verificación DeFacto, señala que en los contextos comunicativos restrictivos —como el cubano— la propaganda es el tipo de comunicación preponderante. «La desinformación puede entenderse como una de las técnicas que utiliza la propaganda para llegar a sus fines», dijo a Martí Verifica.  

Por su parte, Laura Roque Valero explicó que «la apropiación de los medios de comunicación y el control del discurso público, le han permitido al régimen cubano dominar el relato sobre la realidad social en la isla, y gestionar cómo quiere presentarse ante los cubanos y el mundo».

Apuntó que, «al eliminar del debate público los temas que no encajan en su esquema ideológico, evita que nuevos cuestionamientos y preocupaciones se posicionen en la conversación pública. La actuación internacional del Gobierno no está muy alejada de esta realidad interna».

Según la periodista, «el discurso oficial en Cuba está muy desconectado de las demandas de los movimientos feministas de la región. La desactualización no es solo en cuanto a conceptos, a perspectivas y prioridades, sino que prevalece una falta de empatía y de reconocimiento de las necesidades actuales de las mujeres cubanas. Por otra parte, existe una estigmatización de los activistas por los derechos humanos en Cuba. La propaganda gubernamental se ha encargado de menospreciar, ningunear y correr de la esfera pública sus demandas».

«La falta de democratización en la isla lacera cualquier abordaje que el Gobierno cubano intente realizar sobre equidad y derechos humanos porque no son cuestiones compatibles con el autoritarismo y el control ideológico que prevalecen en la Cuba actual», concluyó. 

Los datos que emplea la propaganda estatal para hacer creer que hay movimientos en las estructuras políticas en el país, en pos de la equidad de género y el progreso, no son un síntoma de cambio real. Las principales demandas actuales de las mujeres cubanas siguen postergadas, mientras lo que se muestra a la comunidad internacional y en la prensa oficialistas, son narrativas desinformantes. 

***Esta investigación fue ganadora de una beca del colectivo de activistas y mujeres periodistas Casa Palanca.


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