Cancillería cubana desinforma culpando a EE. UU. del mayor éxodo migratorio de la historia de Cuba

Johana Tablada de la Torre, subdirectora de la Dirección General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex), aseguró el 15 de abril de 2024 en una conferencia de prensa en La Habana que «el bloqueo [embargo de EE. UU.] es lo que más pesa en la situación migratoria bilateral», reportó la agencia de noticias Reuters. 

Es FALSA la declaración de la representante de la Cancillería cubana, expresada en el contexto de las conversaciones sobre la implementación de los Acuerdos Migratorios entre Estados Unidos y Cuba, que sostuvieron funcionarios de ambos países esta semana en Washington.

«El impacto de estas medidas extremas e inhumanas en nuestra población constituye el incentivo principal que explica el incremento inédito del flujo migratorio actual, que es desproporcionado y que es, en esencia, la ola migratoria más grande de la historia de Cuba», añadió Tablada. 

Loraine Morales Pino, doctora en Estudios de Migración, declaró a Martí Verifica que, «aun cuando el embargo de Estados Unidos tiene un impacto real en algunos rubros de la economía cubana, hay otros elementos de peso, como las erradas medidas gubernamentales en el ámbito económico y el impacto de la pandemia de coronavirus, que están relacionadas directamente con las causas subyacentes por las cuales las personas deciden emigrar del país». 

De acuerdo con Morales Pino, al analizar las causas del éxodo no se puede obviar el efecto de políticas específicas implementadas por las autoridades cubanas.

«Tras la llamada Tarea Ordenamiento y la dolarización de la economía, se vio como se agravaron aceleradamente las condiciones de vida de los cubanos. Durante la pandemia, en julio de 2021, también ocurrieron las mayores protestas masivas en el país. Hubo reclamos por la escasez de alimentos, medicinas y la falta de electricidad, pero también tuvieron un matiz antigubernamental y la respuesta fue el encarcelamiento de más de mil personas», agregó. 

«¿Qué vieron los cubanos? Que no tienen esperanza en su país y deciden emigrar. Y no sólo estamos viendo como salen de la isla los jóvenes, emigran personas de todas las edades», dijo Morales Pino. 

La periodista y migrantóloga cubana, radicada en México, advierte que, a pesar de las afectaciones que dice tener el Gobierno cubano por las sanciones, «no existe un fundamento metodológico ni fáctico que demuestre cuánto efectivamente ha perdido Cuba por cuenta del embargo».

La narrativa del régimen del Partido Comunista de Cuba de culpar a Estados Unidos por la crisis migratoria, la peor en la historia de Cuba, no es nueva. Afirmaciones similares a la de Johana Tablada han sido repetidas por el gobernante Miguel Díaz-Canel y la prensa estatal. 

«El bloqueo constituye el principal obstáculo al desarrollo de Cuba y, por tanto, deteriora el nivel de vida del pueblo cubano; convirtiéndose, además, en causa fundamental de la migración», publicó Díaz-Canel en X en enero de 2023. 

Mientras, La Habana omite los problemas sistémicos y estructurales que han llevado al país a una grave crisis política, económica y social, y han provocado niveles récord de emigración.

El éxodo de los últimos dos años es mayor que los del Mariel en 1980, cuando partieron 130 000 cubanos, sumado a la crisis de los «balseros» con 35 000 en 1994. Tras la llegada de Fidel Castro al poder en 1959, salieron del país unos 300 000 cubanos entre 1960 y 1963. 

Los cubanos continúan yéndose del país por todos los medios. Embarcándose incluso en peligrosas rutas migratorias por tierra y por mar, para buscar nuevas oportunidades. Sólo a Estados Unidos han llegado más de medio millón (538 670) desde diciembre de 2021, según cifras oficiales. 

Cuba y sus múltiples crisis

Familias cubanas enteras emigran de la isla hacia cualquier punto del planeta tras la persistente crisis económica, inflación, escasez generalizada, prolongados apagones, y la falta de derechos y libertades fundamentales, como demandan activistas y organizaciones de la sociedad civil. 

«Cuba se enfrenta a la peor crisis económica desde el Periodo Especial», advertía ya a inicios de 2023 el economista cubano Carmelo Mesa-Lago, en un artículo publicado por el Cuban Research Institute de la Universidad Internacional de Florida.

En este contexto, también aumentó la «exclusión y  desigualdad social» de personas vulnerables, lo que ha provocado el crecimiento de la pobreza y que se vean más personas en situación de calle en Cuba.

Al respecto, la socióloga e investigadora Elaine Acosta declaró a Martí Verifica: «En el caso cubano, la compleja crisis estructural y sistémica explica, en buena medida, el aumento de las personas en esta situación de calle, debido -entre otras razones- a la disminución de la participación del Estado en la protección social. También incide la agudización de la crisis migratoria, las crisis del sistema escolar y de salud; el empobrecimiento creciente y generalizado; la crisis estructural de la vivienda que ha padecido Cuba a lo largo de muchos años».

Por su parte, Mauricio de Miranda Parrondo, doctor en Economía Internacional y Desarrollo,  ha declarado a Martí Verifica que, entre las causas principales de la crisis económica en Cuba, están «los problemas estructurales generados por políticas económicas fallidas acumuladas en el tiempo; restricciones al emprendimiento privado y al funcionamiento del mercado; mantenimiento de los mecanismos centralizados en las decisiones económicas; déficit capacidad de ahorro que limita el crecimiento de la inversión; inversiones estatales inadecuadamente localizadas sectorialmente; inserción económica internacional deficiente y alta vulnerabilidad externa, entre otras».

De Miranda Parrondo, profesor titular de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali (Colombia), señaló que «el Gobierno [cubano] insiste en que las sanciones estadounidenses son la principal causa de la crisis. No estoy de acuerdo con ello. Las sanciones afectan a la sociedad pero no son la causa de la parálisis en la que se encuentra el país».

El Gobierno cubano sostiene que las seis décadas de embargo económico de Estados Unidos «estrangulan» la economía del país. Según sus cálculos, sólo entre marzo de 2022 y febrero de 2023, las sanciones  habrían provocado pérdidas por casi 5 mil millones de dólares e impidieron, supuestamente, que el PIB creciera un 9 %. En total, el régimen de La Habana asegura haber sufrido pérdidas de más de 159 000 millones de dólares.

Las sanciones limitan las inversiones, las transacciones financieras, el acceso a créditos bancarios, las remesas y los vuelos a Cuba. Pero «no son responsables de que Cuba tenga que importar pollo de los propios EE. UU. y no lo produzca, ni de la debacle de la industria azucarera», apuntó Mauricio de Miranda a DW.

Las sanciones norteamericanas al Gobierno cubano tienen exenciones para la exportación y donación de suministros, equipos médicos y medicamentos. En 2023 las exportaciones de alimentos y productos agrícolas a Cuba alcanzaron los 342.6 millones de dólares, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Además, se hicieron donaciones humanitarias por un valor de 36.6 millones de dólares, superior al año 2022, cuando la isla había recibido 30.08 millones.

En 2022 EE. UU. fue el sexto país del mundo con mayor volumen de exportaciones a la Mayor de las Antillas, según reveló el Anuario Estadístico de Cuba, en un informe oficial citado por Martí Noticias.

Miguel Alejandro Hayes, economista e investigador, en declaraciones a Martí Verifica señaló que, de suponer que las cifras que reporta La Habana sobre el impacto de las sanciones fueran «reales», Cuba tuviera la capacidad de generar un PIB (Producto Interno Bruto) mayor que el de muchos países desarrollados. Sin embargo, Hayes considera que no se lograría una salida a la crisis con el sistema imperante en el país: «autoritario, verticalista, que garantiza al poder el control sobre todo lo que ocurre en el país, con una economía centralizada, que no favorece la productividad y eficiencia; sin un enfoque transversal». «Son sanciones a un sistema político», añadió. 

El embargo se eliminará «cuando se hayan cumplido los criterios legales»

La Cancillería cubana también culpó a Washington en octubre de 2023 de alentar la migración «irregular y desordenada» al supuestamente agudizar la crisis económica del país a través de sanciones y beneficiar a los cubanos con políticas migratorias diferenciadas a su llegada a EE. UU. 

Un portavoz del Departamento de Estado respondió entonces a una consulta de la Voz de América sobre el tema: «Apoyamos al pueblo cubano y buscamos apoyar su búsqueda de derechos humanos, libertad, prosperidad y un futuro de mayor dignidad». Recordó, además, a los «aproximadamente 1000 presos políticos» que permanecen tras las rejas en la isla.

«Creemos que el sector privado es la mejor esperanza de Cuba para generar desarrollo económico y empleo para mejorar los niveles de vida del pueblo cubano y reducir los altos niveles actuales de migración», insistió el Departamento de Estado sobre las nuevas medidas.

Sobre el embargo, el portavoz subrayó que lleva mucho tiempo codificado como ley y sólo va a terminar «mediante una acción del Congreso o cuando se hayan cumplido los criterios legales para poner fin al embargo».

Sólo el Congreso de Estados Unidos tiene la autoridad de eliminar el embargo. En marzo de 1996, en el Capitolio se codificó el embargo con la aprobación de la Ley Helms-Burton, donde se establece que las sanciones serán levantadas tras la celebración de elecciones libres, el reconocimiento y respeto de la libertad de prensa y la liberación de todos los presos políticos.

La «fuga» de una isla

En marzo de este año, llegaron a EE. UU. 19 571 migrantes cubanos, lo que representa un promedio de 631 al día, según la más reciente actualización estadística de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés). Ascienden a 538 670 los cubanos que han llegado desde diciembre de 2021. 

En noviembre de ese año, Nicaragua -aliado del régimen de La Habana- eliminó el requisito de visa para cubanos. Esto impactó casi de inmediato en la dinámica de la migración cubana. Managua se convirtió en un puente aéreo que permite evitar a los migrantes irregulares las peligrosas rutas marítimas o la dura travesía por la selva del Tapón del Darién, en Panamá. 

«Una vez en Managua, el gobierno de [Daniel] Ortega y [Rosario] Murillo se lucra de las tasas de entrada arbitrarias antes de permitir que las redes de tráfico lleven a los inmigrantes a la frontera con Honduras», reportó la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés)

En 2023, una media de 50 vuelos chárter al mes transportaron a 100.000 personas de La Habana a Managua, según datos del rastreador de vuelos FlightAware, obtenidos por el Diálogo Interamericano. 

El gobierno estadounidense anunció el pasado febrero una serie de acciones encaminadas a sancionar a las compañías de transporte aéreo, marítimo y terrestre utilizado con el propósito de facilitar la migración irregular a los Estados Unidos. Entre estas empresas están las de los vuelos chárter de Cuba a Managua. 

Según datos oficiales, en el año fiscal 2023, que concluyó el pasado 30 de septiembre, arribaron a las fronteras de EE. UU. 200 287 cubanos. Los cruces ilegales desde México alcanzaron un máximo histórico en diciembre de ese año, la mayoría lo hizo desde Tucson, Arizona; Del Río, Texas y San Diego.

CBP informó, además, que 81 000 cubanos ya han sido procesados en el programa parole humanitario, de los cuales 79 000 ya están en territorio estadounidense. 

Por otra parte, unos 13 000 migrantes cubanos fueron interceptados en el mar en los años fiscales 2022 y 2023. 

En la investigación «Migrar: una decisión de vida y muerte», elTOQUE  ha documentado la muerte de al menos 252 personas y más de 636 desapariciones en la travesía de Cuba a Estados Unidos, desde 2014. 

Además, unos 36 000 cubanos presentaron solicitudes de asilo en México entre enero de 2022 y noviembre de 2023. «En conjunto, estas cifras representan más del cuatro por ciento de la población cubana, lo que equivale a vaciar provincias enteras de la isla en solo dos años. Estas asombrosas cifras no tienen en cuenta los miles más que se han dirigido a Brasil, Rusia, Uruguay y otros países durante el mismo período», publicó WOLA.