Aumentan los apagones: ¿cuán grave es la crisis energética en Cuba?

«¡Queremos corriente y comida!», gritaron en las calles de la ciudad de Baracoa, en el oriente de Cuba, durante la noche del 16 de mayo, tras más de 14 horas de apagón. En julio de 2021 los prolongados cortes de electricidad, la escasez de alimentos y medicinas, y la falta de libertades en la isla, también desembocaron en grandes manifestaciones antigubernamentales. Luego, el escenario de protesta ha resurgido cada año, con ciudadanos de la isla reclamando en espacios públicos por la falta de energía eléctrica y exigiendo respuestas a las autoridades.

En un pódcast de la emisora estatal Radio Rebelde, también publicado el 17 de mayo de 2024 por Cubadebate, uno de los conductores del espacio reforzó la idea de que la situación energética actual era parte de una gestión programada de arreglos que terminaría el 30 de junio. Sin embargo, la evidencia consultada indica que se trata de una crisis estructural, que lleva varios años y que no parece tener una salida clara.

Ese día, el viernes 17 de mayo, el déficit máximo en el horario de mayor consumo ascendió al 38 %. Dos meses atrás el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, había admitido en la televisión estatal que «prácticamente el país está afectado completamente, incluyendo La Habana con afectaciones importantes».

El funcionario agregó: «Hay regiones que las madrugadas enteras están en apagón y prácticamente todo el día y prácticamente en todo el país».

¿Qué sucede en el contexto actual? ¿Se agrava la crisis energética en el país? ¿Qué dicen las autoridades? ¿Qué esperar de la gestión estatal?

Apagones: ¿cuántas horas sin corriente?

El gobernante Miguel Díaz-Canel también reconoció en una entrevista publicada el 11 de mayo de 2024 que Cuba vive «una situación sumamente compleja en el tema energético». No obstante, habló de «modestos» apagones, un adjetivo que se contradice con la realidad que se vive en la isla.

Por su parte, el Ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, negó en el pódcast de Radio Rebelde el «colapso» del sistema electroenergético nacional. Aseguró  que la situación actual se debe a una «contingencia temporal por los más 700 MW fuera de servicio», una consecuencia de los «mantenimientos programados» de las termoeléctricas y otras averías imprevistas.

Sin embargo, reconoció que en algunas provincias los cortes de electricidad superan las 17 o 18 horas.

Alfredo López Valdés, director general de la Unión Eléctrica (UNE), aseguró que el  fin de semana pasado se produciría «un incremento en la capacidad de generación». Pero, el funcionario aclaró que esto no solucionaría de manera total el problema pero sí permitiría «atenuar los molestos apagones, con un promedio actual de afectaciones de 12 a 16 horas».

Una madre de una niña pequeña que vive en el reparto Tulipán, de la ciudad de Cienfuegos, le confirmó a Martí Verifica que durante varios días apenas han tenido 3 horas de corriente. Otros residentes en Caibarién, provincia Villa Clara, declararon a nuestro medio que los apagones superan las 12 horas.

La Empresa Eléctrica de Matanzas informó el 16 de mayo a través de su canal de Telegram que era necesario establecer una rotación de dos horas de luz y seis de apagón al día. Esto deja un total de seis horas de servicio y 18 de apagones a intervalos.

En Camagüey, el periodista independiente, José Luis Tan Estrada -reprimido por denunciar la realidad que se vive en la isla-, ha ido reportando en sus redes sociales los cortes eléctricos en esa ciudad.

También desde la ciudad de Camagüey, el opositor Indomar Gómez, dijo a Martí Noticias que los apagones allí son de 18 horas. «Desde las seis de la mañana se la llevan y la ponen a las 12 y media de la noche».

Gómez comentó que no puede ni administrar los alimentos que compra para su familia a altos precios, ya que es imposible conservarlos, por la falta de electricidad.

La situación es similar en casi todas las localidades, con la excepción de La Habana.  En la capital del país, por lo general, los cortes son menores; pero han vuelto a registrarse en las mañana y noches como en los peores momentos del julio y agosto de 2022.

¿Se agrava la crisis energética en Cuba?

Una crisis energética es cuando hay un desajuste entre la oferta y la demanda energética, lo que afecta a su vez el costo de vida, influye en la inflación, dificulta el suministro de alimentos, el abasto de agua potable y el transporte. 

La demanda de la isla se acerca a los 3000 MW.  El pasado marzo, el déficit sobrepasó los 950 MW. 

El sistema energético cubano, compuesto por termoeléctricas, generadores y plantas flotantes, está afectado por la frecuente escasez de combustible. Además, incide la poca fiabilidad de la red eléctrica —amenazada por las altas temperaturas y récords de hasta 40 grados—, la sequía, la falta de mantenimiento oportuno a las termoeléctricas, y un ineficiente Plan de Contingencia y gestión estatal, según coinciden expertos. 

«Después de décadas de negligencia en el mantenimiento y modernización de la matriz energética, el déficit de generación de electricidad se ha convertido en un mal permanente y cada vez más agudo en la economía cubana y la calidad de vida de la población. Las averías frecuentes en las plantas eléctricas, la falta de combustible y la actual ausencia de financiamiento para reparaciones han generado apagones prolongados y una creciente desesperación entre la población», describió el economista Emilio Morales en el dosier «Cuba colapsa y también se apaga».

«En el siglo XXI ninguna sociedad civilizada puede retornar a la época que precedió al invento de la bombilla eléctrica por Thomas Edison en 1879», comenta Morales en el estudio publicado por el centro de análisis Cuba Siglo 21, que advierte sobre una crisis eléctrica en ascenso.

Morales afirma en el citado artículo que para reconstruir la capacidad de generación termoeléctrica en Cuba se requieren unos 10 000 millones de dólares y casi una década. (En «El Sistema Eléctrico Nacional y el futuro de la economía cubana», un análisis de Jorge Piñón y Ricardo Torres, se puede consultar una metodología para el cálculo de esos costos). 

El investigador alerta que la Unión Eléctrica registra aproximadamente «un déficit del 31.1% entre la oferta y la demanda de electricidad», y la situación se podría agudizar en las próximas semanas. 

Según el informe, la infraestructura de generación eléctrica en Cuba «es obsoleta y en muchos casos resulta impracticable su  reparación». Morales concluye que se necesitan de seis a ocho años para reconstruir la capacidad de generación termoeléctrica de la isla. 

¿Hay menos disponibilidad de combustible?

Díaz-Canel reconoció en entrevista con el periodista franco-español Ignacio Ramonet, que parte del problema es la escasez de divisas y la falta de disponibilidad de combustible.  

Las autoridades han reportado desde hace meses una «indisponibilidad» de combustible. Son cerca de 60 los motores de generación que actualmente están apagados en el país por falta de fueloil y diésel. 

«El objetivo es reservar el combustible para las horas de la madrugada, porque en muchas regiones del país las madrugadas transcurren sin servicio eléctrico», declaró el ministro Vicente de la O Levy, en la televisión estatal. 

En marzo se confirmó que Rusia envió a Cuba un buque con 90 000 toneladas de petróleo para paliar su crisis energética. 

En los primeros dos meses del año, Caracas ha exportado a la isla apenas una media de 35 000 barriles diarios (bpd), por debajo del promedio de 57 000 de 2023 y a una gran distancia de los 100 000 bpd de 2016, de acuerdo con datos del Instituto de Energía de la Universidad de Texas, citados por El periódico de la energía. 

México también envió el año pasado más de 5 millones de barriles a Cuba, por un valor total de 391 millones de dólares.

«El nuevo actor ha sido México, que para sorpresa de todos, ha tomado un papel singular, al venir al rescate de Cuba. Esto, sin ningún anuncio oficial por ambas partes sobre un acuerdo formal de suministro», declaró Jorge Piñón, investigador del Instituto de Energía de la Universidad de Texas.

El experto ha explicado que a los problemas de importación de combustible también se le suman los de almacenamiento, tras el incendio en el principal centro de acopio de combustible en Matanzas, en 2022.

El Ministro De la O Levy aseguró este domingo en la televisión estatal que el país cuenta con la disponibilidad de combustibles en este momento, pero hay dificultad con la transportación, aunque la empresa «Cupet [la estatal Unión Cuba Petróleo] hace los mayores esfuerzos por solucionar la situación».

Anteriormente, el funcionario había advertido: «seguirá siendo complejo el suministro de combustible para el funcionamiento del Sistema Electroenergético Nacional, que requiere 2000 toneladas de diésel en la generación diaria».

Debido a la escasez de combustible, en la actualidad 48 centrales de generación están inactivas. La opacidad del régimen cubano no permite conocer con exactitud la demanda y disponibilidad actual de combustible, importaciones previstas y fechas de entrega, a corto y mediano plazo.

«No existe una solución a corto plazo para los desafíos energéticos de Cuba. El país no cuenta con los recursos domésticos de petróleo y gas natural necesarios para satisfacer sus propias necesidades y tendrá que seguir dependiendo de las importaciones de líquidos de petróleo y de gas natural licuado para impulsar su futuro crecimiento económico», concluyeron Jorge Piñón y Ricardo Torres en «El Sistema Eléctrico Nacional y el futuro de la economía cubana», artículo publicado por Columbia Law School.

¿Cuál es el estado actual de las termoeléctricas?

Según dijo Díaz-Canel en intercambio con Ignacio Ramonet, no ha sido posible en los últimos tiempos dedicar los 300 millones de dólares anuales que se necesitan para el mantenimiento de las termoeléctricas.

Cuba posee ocho plantas térmicas. La mayoría de estas industrias procesan crudo nacional, con un contenido de azufre de entre 7 y 18 grados API, por lo que se requieren ciclos de reparaciones más frecuentes. Las intervenciones muchas veces han sido postergadas debido a la falta de recursos y financiamientos. Contrasta el volumen de inversiones que se destinan al sector, con respecto a lo que ocurre, por ejemplo, en el sector turístico.

Estas son las termoeléctricas: 

CTE Otto Parellada: (1914/Habana Vieja). 

CTE Antonio Maceo (Renté): (1966/ ubicada en la península de Renté, a 9 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba).

CTE Máximo Gómez: (1963/ubicada en el puerto del Mariel, Artemisa)

CTE Diez de Octubre (1969/Nuevitas, Camagüey)

CTE Carlos Manuel de Céspedes: (1978/Cienfuegos)

CTE Ernesto Guevara: (1987/Santa Cruz del Norte)

CTE Antonio Guiteras: (1988/Matanzas).

CTE Lidio Ramón Pérez (2001/ poblado de Felton, en Mayarí, Holguín)

El ministro De la O Levy justificó este domingo ante la prensa oficial los prolongados apagones, con la salida de circulación de varias unidades generadoras por mantenimientos o averías, y los problemas logísticos para el abastecimiento de combustibles destinados a la generación distribuida.

La estatal Unión Eléctrica (UNE) de Cuba, informó este 20 de mayo que la CTE Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos, se sumó a la lista de plantas generadoras, más de diez, que han sufrido averías desde la pasada semana hasta ahora. La unidad tres de la termoeléctrica sufrió una rotura y salió de servicio, lo que supone 145MW menos de generación para el inicio de semana en el país. 

La UNE reportó en su parte diario del 18 de mayo que estaban fuera del sistema por avería la unidad 6 de Nuevitas ( Camagüey); la 2 de Felton y la 5 de Renté (Santiago de Cuba). Por su parte, tampoco se podía contar con los bloques 1 y 2 de Santa Cruz y el 1 de Felton. Las labores de mantenimiento para la CTE Felton están planificadas durante 25 días desde el pasado 9 de mayo.

Esta situación con las termoeléctricas no es excepcional en los últimos días. El pasado 3 de abril la Unión Eléctrica anunció que se encontraban fuera de servicio por la unidad 5 de la CTE Mariel, las unidades 1 y 2 de la CTE Santa Cruz, la unidad 6 de la CTE Rente y la unidad 2 de la CTE Felton. Además, se encontraban en mantenimiento la unidad 8 de la CTE Mariel y la unidad 6 de la CTE Nuevitas, lo que supuso 395 MW menos en la generación térmica. 

La Central Termoeléctrica «Antonio Guiteras» también salió de funcionamiento,el 29 de febrero de 2024, lo que implicó una sobredemanda de generación. Volvió a sincronizarse el 18 de marzo, pero las autoridades reconocieron que los problemas de generación eléctrica continuarían por la falta de combustibles. 

Patanas turcas:  ¿una solución a la crisis energética? 

En respuesta a la creciente crisis energética, Cuba adoptó el uso de centrales eléctricas flotantes turcas, conocidas como «patanas turcas». Desde 2018, la empresa turca Karpowership ha suministrado estos barcos generadores de electricidad a la isla, con contratos que se han extendido y renovado en varias ocasiones.

Las patanas, que operan con fueloil, fueron implementadas inicialmente para aportar 110 MW de potencia, pero este número creció con la llegada de nuevas unidades. Están ubicadas cerca de instalaciones como las termoeléctricas del Mariel y Tallapiedra, aprovechando la infraestructura existente para integrarse al Sistema Eléctrico Nacional.

A pesar de su contribución al suministro eléctrico, la dependencia de estas embarcaciones plantea preocupaciones ambientales y cuestiona la sostenibilidad a largo plazo de esta solución. El uso de combustibles fósiles y la falta de transparencia en los costos y el impacto ambiental son temas de debate entre expertos y la comunidad.

El rápido despliegue de estas plantas móviles se considera una medida paliativa mientras se buscan soluciones más permanentes. Sin embargo, la falta de inversión en la modernización de la matriz energética y los términos poco claros de los contratos con Karpowership hacen pensar que esta situación es un «alivio» temporal. Puede leer más sobre las patanas en este enlace.

¿Cómo ha respondido la ciudadanía?

Las protestas ciudadanas por la falta de fluido eléctrico suceden regularmente desde 2021. Una de las causas que motivaron las históricas manifestaciones del 11 de julio fueron los cortes regulares de electricidad en algunos lugares del país.

Esta situación continuó el siguiente año. En el verano de 2022, varias localidades del interior de la isla se manifestaron contra el poder por la falta de electricidad. El 15 de junio las protestas de estudiantes becados en Camagüey y Pinar del Río se hicieron virales. El 15 de julio se manifestaron los habitantes de Los Palacios, también en Pinar del Río.

En agosto de 2022 lo hicieron los ciudadanos de Nuevitas, quienes salieron a la calle en al menos dos ocasiones, el día 1 y el 19. Recientemente las autoridades condenaron a 15 años de prisión a una joven por grabar la segunda de dichas manifestaciones.

La historia se repitió en 2023 y 2024. Los reclamos no cambian: «corriente y comida» fue uno de los lemas más escuchados en las del 17 y 18 de marzo de este año, que fueron las más multitudinarias desde el 11J. Pobladores de Baracoa, en la provincia de Guantánamo, también salieron a la calle recientemente.

Las medidas que ha tomado el régimen para paliar la crisis han sido impopulares. A inicios de año, se anunció el llamado «paquetazo económico», un conjunto de medidas económicas que incluye el aumento de los precios de los combustibles y la electricidad.

Según el investigador Emilio Morales esta estrategia «ha bloqueado aún más el acceso ciudadano a un servicio eléctrico confiable», y las medidas «no solucionarán la crisis energética».