Díaz-Canel desinforma ante la FAO: faltan granos, azúcar e infraestructuras en “proceso de fortalecimiento”

El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez desinformó en el IV Foro Mundial de la Alimentación 2024 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que se celebra en Roma (Italia) del 14 al 18 de octubre y donde participan 29 países.

En su intervención transmitida el martes 15 de octubre, el dirigente designado por Raúl Castro para sucederlo en la presidencia, aseguró que “Cuba cuenta con infraestructuras industriales, productivas, hidráulicas y eléctricas en franco proceso de fortalecimiento”. 

Díaz-Canel hizo estas afirmaciones en medio de una profunda crisis de abasto de agua; tras el incumplimiento de los planes productivos del sector agropecuario; con déficits en la generación de energía eléctrica que provocan prolongados apagones en todo el país; y con una escasez generalizada de alimentos, medicinas y productos fundamentales. 

Los propios ministros de estos sectores en el país han reconocido el deteriorado estado de las infraestructuras y la imposibilidad de su sostenimiento o renovación a corto plazo. 

El director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulico (INRH) Antonio Rodríguez, señaló que la crisis de suministro de agua potable en la isla es “debido a la rotura de equipos de bombeo y de conductoras, fallas de electricidad, la sequía y, en menor medida, la falta de productos químicos, entre otras causas”.

Sobre los equipos de bombeo, Rodríguez refirió que los emplazamientos de esos aparatos “suman 4155 entre las posiciones de trabajo y las de reserva. De ese acumulado, 3508 están en funcionamiento, 567 carecen de equipos, 1331 sufren más de diez años de explotación, mientras 250 incumplen los parámetros hidráulicos”.

El Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC), en un informe publicado en marzo de 2024, advierte que “el servicio de agua se ha deteriorado por la falta de mantenimiento de la infraestructura, incluida la falta de reparación de bombas y conductos y la mala gestión de los recursos hídricos”.

En el caso del sector agropecuario, el ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, admitió recientemente en el programa radiotelevisivo Mesa Redonda que es necesario “avanzar hacia la mecanización para poder enfrentar el desafío de alimentar a un país con solo 440.000 productores”. 

Por su parte, los campesinos cubanos denuncian la falta de equipos de riego, medios de transporte y almacenamiento, materias primas… además del impuesto “control” estatal y “centralización” de los procesos productivos. 

En la primera mitad de 2024, el régimen cubano invirtió un total de 16.321,2 millones de pesos en “Servicios empresariales, actividades inmobiliarias y de alquiler” y “Hoteles y restaurantes”, las categorías que comprenden la construcción de instalaciones turísticas y vinculadas a la industria del ocio. Ambos sectores recibieron casi 15 veces más recursos que la agricultura, ganadería y silvicultura (1.057 millones), pese a la grave crisis alimentaria que vive el país.

El economista cubano Pedro Monreal advirtió que se “confirma la persistencia de una estructura muy deformada de la inversión en Cuba, en la que casi el 40% se concentra en actividades articuladas principalmente alrededor del turismo”.

“La 'prioridad' oficial respecto a la seguridad alimentaria no pasa de ser una consigna. La inversión agropecuaria fue 15 veces inferior a la inmobiliaria”, señaló Monreal en su perfil de X. 

Por otro lado, los cortes eléctricos en Cuba se agudizaron en los últimos años. El déficit de capacidad de generación eléctrica alcanzó el lunes las 24 horas del día en algunas localidades cubanas y no se pudo restablecer el servicio en la madrugada de este martes.

Según el ministro de Energía y Minas (Minem), Vicente de la O Levy, el agravamiento de la crisis en los meses recientes, principalmente desde el pasado julio, se debe a un crecimiento “extremadamente alto” de la demanda, la escasez de combustible importado, las roturas en las centrales de generación y la falta de piezas de repuesto para solucionarla, entre otras causas.

Cuba alimenta su extenuado sistema eléctrico con centrales termoeléctricas necesitadas de una recapitalización; la empresa Energás que aprovecha el gas acompañante del petróleo; las centrales flotantes rentadas en Turquía a la empresa Karpowership; y en menor medida con grupos electrógenos y fuentes renovables de energía.

A este último sector apuestan las inversiones del oficialismo que busca generar 2000 MW para 2028, mediante la instalación de 92 parques fotovoltaicos adicionales. Expertos advierten que los pronósticos estatales no son certeros. 

Actualmente sólo el 4 % de la energía en Cuba se produce mediante fuentes renovables.

¿De qué comida habla Díaz-Canel?

En el Foro de Inversiones 2023 de la FAO, Díaz-Canel también aseguró que, en Cuba, “las cadenas priorizadas incluyen el cultivo de arroz, el aumento de la producción de granos como frijoles y maíz, la mejora de la industria de la caña de azúcar, así como el fomento del cultivo de frutales, áreas fundamentales todas para diversificar nuestra economía, incrementar la producción de alimentos y promover un desarrollo agroindustrial sostenible”. 

A pesar de que se presentan como “cadenas priorizadas”, en la actualidad se incumple el plan de siembra de arroz previsto, tampoco se logró una producción de frijoles y maíz que satisfaga la demanda de la población, y se importa azúcar, un renglón que llegó a ser emblemático a nivel mundial.

Según los datos oficiales, de una capacidad de 200.000 hectáreas para la siembra de arroz, este año sólo se han cubierto aproximadamente 70.000. 

“Si sembramos todo el grano, pues no tenemos las viandas; pero tampoco tenemos las condiciones preparadas para sembrar granos como la soja y el maíz. La situación es difícil: tenemos solo un 7 % de riego, y la agricultura ha sido golpeada por el bloqueo [embargo de EE. UU.] (...) y, por supuesto, por la reducción de la fuerza de trabajo donde ha influido el envejecimiento demográfico (...) y el cambio climático que es también una crisis medioambiental”, dijo el ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito.

El funcionario añadió que “en el año 2024 no se han podido cumplir la mayoría de los planes”. Además, que “decrecemos en relación con la producción de alimentos importantes como los huevos, la carne de cerdo, la leche y la carne vacuna, así como los temas relacionados con los granos”. 

La verdadera causa de la parálisis en la que se encuentra Cuba, según expertos

Desde el inicio de su discurso para el Foro de Inversiones de la FAO, Díaz-Canel justificó la falta de alimentos en la isla y el declive de la producción agropecuaria con “el largo y profundo daño de la política de bloqueo [embargo]”. 

De acuerdo con declaraciones ofrecidas anteriormente a Martí Verifica por Mauricio de Miranda Parrondo, Doctor en Economía Internacional y Desarrollo, “el gobierno [cubano] insiste en que las sanciones estadounidenses son la principal causa de la crisis. No estoy de acuerdo con ello. Las sanciones afectan a la sociedad pero no son la causa de la parálisis en la que se encuentra el país”.

Según el profesor cubano, docente titular de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali (Colombia), entre las causas principales de la crisis en Cuba, están “los problemas estructurales generados por políticas económicas fallidas acumuladas en el tiempo; restricciones al emprendimiento privado y al funcionamiento del mercado; mantenimiento de los mecanismos centralizados en las decisiones económicas; déficit capacidad de ahorro que limita el crecimiento de la inversión; inversiones estatales inadecuadamente localizadas sectorialmente; inserción económica internacional deficiente y alta vulnerabilidad externa, entre otras”.

Por su parte, el economista Miguel Alejandro Hayes señala que, en el caso de Cuba, las consecuencias de la pandemia “fue un toque al cristal que ya estaba roto”. 

“La economía cubana llegó en plena decadencia a la pandemia, con una caída de la producción agrícola, de la rentabilidad del turismo (de esto habla poco la oficialidad). Pero, además, una economía no diversificada como la cubana es una economía en crisis, ¿Quién llevó al país a ese grado de dependencia de un sector como el turismo? Fue justamente la gestión de la continuidad en el poder”.

Hayes cuestiona, además, otras “soluciones técnicas” aplicadas por las autoridades en los últimos años: “¿Por qué el 'ordenamiento' se hizo como se hizo? ¿Por qué la bancarización? Todas las medidas están intentando paliar, darle un poco de oxígeno a la economía, pero siempre con el límite de no vulnerar las relaciones de poder. Entonces, la propia lógica de poder sobre la cual se estructura la sociedad cubana, que es partidista y militar, es la causa esencial de la crisis”.

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